Jorge Javier Vázquez cuenta su versión del broncazo con Belén Esteban
El presentador de Telecinco explica en ‘Lecturas’ cómo ha vivido todo
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La discusión protagonizada por Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban hace un par de semanas en Sábado Deluxe ha marcado la agenda de la cadena este tiempo. Y no es para menos. El duro enfrentamiento ha preocupado a muchos trabajadores de Mediaset, donde rostros de otros programas también han querido pronunciarse. El último, con una extensa carta, el propio Jorge Javier.
A través de su blog en la revista Lecturas, el conductor de Sálvame ha confesado que le “da rabia haber contribuido a la crispación que hay en este país con unas maneras equivocadas”. Unas palabras que ha escrito en su cuenta oficial de Twtitter junto al texto en el que ha explicado todo.
“Con los años se aprende a manejar situaciones convulsas. Solo con los años”. Con estas palabras arranca un texto en el que confiesa que “desde que pasó lo que pasó, decidí incomunicarme durante un par de días, porque en estos momentos en los que los acontecimientos están tan recientes, cualquier comentario, cualquier frase, cualquier mensaje, puede desestabilizarte”.
Y es que lo que para muchos fue un punto de inflexión en su relación con Belén Esteban, para éste es “una anécdota más”. Sin embargo, “el momento que vive el país” es lo que, según Jorge Javier Vázquez, ha amplificado el mensaje. “Con unos sentimientos a flor de piel tras hacer frente a una situación tan impredecible como catastrófica, cualquier motivo es bueno para posicionarse y resaltar nuestras diferencias”.
Si bien para él tal vez las maneras fueron “equivocadas”, también resalta que un presentador “no debe tener miedo a mostrar sus emociones en público, incluso aquellas de las que no se siente especialmente orgulloso”. Pero su relación con Belén está bien aunque “haya gente que no comprenda nuestra relación”.
Y concluye: “Belén me reprochará no haberle pedido perdón y me llamará ‘cabronazo’ cada vez que se acuerde del incidente. Yo le contestaré que ‘amar es no tener que decir nunca lo siento’ y ella se cabreará todavía más porque es muy cumplida”. Pero, añade, se estiman: “Hemos aprendido a aceptarnos con nuestros defectos”.