María Casado se emociona en directo al recordar a José María Calleja

El periodista José María Calleja falleció hace un par de días a causa del coronavirus. Una enfermedad que le ingresó en el Hospital Clínico de Madrid el pasado 29 de marzo y cuyos síntomas se le intensificaron hasta el punto de acabar con su vida este martes. Un hecho ante el que María Casado, presentadora de La Mañana de TVE, no ha podido emocionarse.

“Lo que no ha conseguido ETA lo ha conseguido, me van a permitir, este puto bicho”, ha señalado la conductora del matinal de TVE, al borde de la lágrima, durante un homenaje rendido este jueves al periodista y escritor José María Calleja. Porque, tal y como ha señalado esta, este fallecimiento “nos duele especialmente porque hemos perdido a uno de los nuestros”.

La última vez que los telespectadores pudieron verle en La Mañana de TVE ocurrió este mismo enero, cuando acudió para comentar la marcha de Borja Semper de la política. Fue entonces cuando María Casado le entrevistó de improviso y Calleja contó cómo había sido su vida entre amenazas terroristas y escoltas. Una charla que, tal y como ha señalado hoy la presentadora del espacio, “la hemos visto mucho” estos días. Y bromeaba con unas palabras de Calleja después de aquel directo en el que la dijo: “Madre mía, la de gente que ha visto este ratito de entrevista”.

Entonces lloró, como hoy casi también lo hace María Casado al recordarle. Una emoción que ha trasladado a Borja Semper, que ha conectado vía videollamada con el programa para rendirle un último homenaje al periodista. “Me estoy emocionando”, ha reconocido el ya expolítico del Partido Popular antes de recordar a José María Calleja.

Y lo ha hecho con cariño, destacando que “José Mari tenía una parte conocida que era su valor, su manera de expresarse, pero hay otra parte que me parece maravilloso que estéis recordando que es que era cariñoso”. “Ese cariño que el tío tenía, esos abrazos que desplegaba con todo el mundo, independientemente de cómo pensara”, ha destacado Semper. Por eso ambos se han calificado entre lágrimas de “afortunados” por haber podido conocerle y aprender de su vitalidad, su amor por el oficio del periodismo y por su valentía ante las adversidades.