Pepe Rodríguez recordó la extraña petición de un cliente al que ayudó a pedir matrimonio

Pepe Rodríguez visitó El Hormiguer o el pasado martes para recordar su extensa carrera como cocinero. Además de su trabajo como chef en El Bohío , su propio restaurante en Illescas, su faceta televisiva ha sido la que le ha dado gran popularidad. Gracias a las diferentes ediciones de MasterChef le han convertido en uno de los personajes más queridos de España.

Rodríguez dirige su restaurante de Illescas desde principios de los años 90, aunque aquel “mesón popular” era muy diferente a lo que es ahora. Lo que comenzó siendo un negocio familiar, ahora es uno de los locales con más prestigio del momento.

Aunque aprendió de los guisos de su madre y de su abuela, en la actualidad cuenta con varios reconocimientos importantes. Entre varios galardones, se encuentra una estrella Michelín que le fue concedida en el año 1999, el mayor reconocimiento que un chef puede conseguir. En el ámbito de España, también cuenta con el Premio Nacional de Gastronomía.

Debido a que MasterChef y El Hormiguero se emiten en cadenas rivales, el cocinero no acudía al programa de Pablo Motos desde el año 2015, aunque en aquella ocasión no lo hizo como entrevistado. Rodríguez participó en la sección de El hombre de negro en la que realizaron una prueba con el grupo Estopa.

El resto consistía en comer, literalmente, en las alturas. Los hermanos Muñoz pudieron degustar varios platos del chef en una mesa suspendida a varias decenas de metros. El invitado del programa reconocía que lo pasó mal en aquel momento, ya que no le encuentra “la gracia” a estar colgado en el aire.

Pablo Motos quiso descubrir muchos de los detalles que rodean a una cocina de un restaurante como el de su invitado de la noche. “ ¿Y qué hacéis para servir la comida caliente?”, preguntaba el valenciano. Pepe Rodríguez le explicó que, aunque los tiempos entre plato y plato están medidos, la conexión entre la cocina y el servicio de sala consigue que todo funcione como un reloj.

En la actualidad los chefs no solo deben saber cocinar, su trabajo fuera de las cocinas es casi más importante. Por eso, el juez de MasterChef explicó que al final de cada servicio “es el momento de salir”. “Al final es tu público”, decía como si de una estrella de la música se tratase. “Siempre me dicen que estoy más joven o más delgado, y es el momento de responder con alguna gracieta”. Aunque es algo que tiene que hacer “como 400 veces al día”.

La anécdota más curiosa le ocurrió con una pareja de novios. “Me pidió que le entregase el anillo a su chica”, decía para sorpresa de Pablo Motos. El cocinero lo hizo a pesar de la vergüenza que le daba el momento. Pepe se acercó con la alianza hasta la mesa de los protagonistas: “La novia no sabía si darme el beso a mí o a su novio”.