El matrimonio nudista que engañó a ‘First Dates’
La pareja dijo no conocerse pero realmente llevan casados desde hace años
Todo por conseguir irse de crucero gratis. Este es el único motivo que se les ocurre a los vecinos de Tazacorte, en la isla de La Palma, para entender lo que vieron este lunes en televisión. Ocurría durante el estreno de First Dates Crucero , el programa de citas de Cuatro que presenta Carlos Sobera y que trasladaba sus citas a un gran barco. En el programa aparecían Jero y Adriana, dos supuestos solteros de 67 años que vivieron un falso flechazo a primera vista con edredoning incluido, que ha resultado un burdo montaje.
La Vanguardia ha tenido acceso al testimonio de numerosas personas que aseguran que la pareja estaría casada “desde hace años”. “Aquí todo el mundo estaba flipando, los grupos de Whatsapp echaban humo cuando los vimos aparecer en televisión”, asegura una de las vecinas de Tazacorte que prefiere no revelar su identidad y que además confirmaba incluso haber asistido a la boda de Jero y Adriana años atrás.
El enlace tuvo lugar en la antiguamente conocida como playa de El Volcán en la isla de La Palma y fue alcaldesa de la localidad, Carmen Acosta, la que ofició la boda por lo civil ante decenas de invitados. “Hicieron una paella, cada uno llevamos cosas, había padrinos y fue una ceremonia con mucha música”, narra otra de las asistentes. La entonces alcaldesa no ha querido desmentir ni confirmar estas informaciones en charla telefónica con este diario.
Álvaro, el encargado de preparar la paella para la boda en aquel entonces confirmaba que ni Jero, ni Adriana se dejaron ver ayer por el pueblo “aunque viven muy cerca” y es que “la gente está muy molesta porque estamos en un sitio pequeño donde todos nos conocemos”. Es más, la pareja, casada hace años, le encargó una paella para 80 personas y “les bailamos una rueda de salsa porque somos de un grupo de salseros”.
No fueron pocos los vecinos de Tazacorte (Santa Cruz de Tenerife) que intercambiaron mensajes por “alucinando” con la “mentira” que estaban viendo en televisión. Y es que pese a que Jero y Adriana tejían una historia de amor de lo más elaborada ante Carlos Sobera, para sus allegados no dejaba de ser una burda invención para salir en televisión. “Es un fraude”, se quejan en declaraciones a La Vanguardia, mientras desde Warner Bros. ITVP España (productora de First Dates ) aseguran que el propio Jero y Adriana insisten en mantener su versión de la historia, la que se vio en televisión pese a los datos recopilados por La Vanguardia.
Un ‘flechazo’ de película
Jerónimo aparecía en el programa de Cuatro pidiendo que tener una cita con una mujer con la que se había cruzado “dos veces en su vida”, tras viajar por vacaciones a isla de La Palma. Y el programa de citas había obrado el milagro localizando a Adriana y llevándola al crucero para tener una cita a ciegas con su “admirador secreto”.
Según el relato que se pudo ver en First Dates Crucero, Juan vivía en Alemania cuando se topó casualmente con Adriana hace cuatro años en un viaje a La Palma. Fue, más concretamente, en una playa nudista. Regresó al país centroeuropeo “totalmente enamorado” de ella pero la mala fortuna quiso que en su segundo viaje no coincidiera con su amada.
A la tercera fue la vencida y aunque en aquella ocasión sí que hablaron, él jamás demostró lo que sentía hacia ella según explicó durante el programa de citas de Mediaset. Pese a que sí que es cierto que Jerónimo vivió muchos años en el extranjero, la realidad es que él es el natural de Tazacorte mientras que Adriana es de origen italiano.
Por su parte, el relato de Adriana seguía el guión a la perfección: no tenía ni idea de quién podía ser el hombre que quería conocerla y cuando lo tuvo en frente interpretó su papel a la perfección: “Pero, ¿cómo te llamas? Me suenas...”, decía con cara de sorpresa en sus primeros minutos frente a su supuesto admirador y en marido en la vida real.
Yo estoy como si llevásemos un montón de tiempo juntos”
Mientras se emitían estas imágenes, en Tazacorte no salían de su asombro. En la localidad, de tan sólo 4.200 habitantes, se conocen casi todos. Los más allegados a la pareja no entendían por que Jero y Adriana, casados hace años, se hacían pasar por solteros en busca de pareja en televisión. “Hacen bien... Irán mal de pasta y así se han ido de crucero gratis”, especulaba algún vecino del pueblo.
Ya en la cena, ambos tuvieron una gran afinidad. Pidieron los mismos platos, tenían la misma opinión sobre las relaciones a distancia, les encantaba viajar en caravana e incluso practicaban nudismo. “Si ella esta abierta a enamorarse, a lo mejor es de locos pero, puedo decir con toda seguridad, que estoy enamorado de Adriana y que estoy dispuesto a estar con ella el resto de mi vida”, decía Jero tras finalizar la cena con la que es su mujer desde hace años.
Tras su primera cita, el programa les regaló un segundo encuentro pero en una suite de lujo donde no tardaron en besarse y quitarse la ropa, ya que ambos practican el nudismo. Juntos, probaron el jacuzzi sin ropa y allí, Jero dijo en un momentos dado: “Yo estoy como si llevásemos un montón de tiempo juntos”. La frase resonaba por toda La Palma: “Vaya cachondeo que se traen”, apuntaba otra vecina mientras preguntaba a sus conocidos si alguien guardaba alguna foto de la boda.
”He sido muy alagada, ha sido un sorpresón”, decía Adriana mientras Jero insistía que “este es el inicio de algo muy bonito, no me lo podía imaginar”. La idílica historia de amor que encandiló a la audiencia se torna ahora un burdo engaño según los testimonios a los que ha tenido acceso La Vanguardia. Una historia que parecía de ficción y que ha resultado serlo finalmente.