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Guía para ver películas de Navidad buenas y malas en Netflix

Imperdibles

Netflix se ha especializado en celebrar la Navidad con películas que aspiran a ser clásicos y otras que son baratijas horribles

'Noches blancas' en Netflix es una correcta película del estilo 'Love actually' pero en clave juvenil.

Netflix

Los directivos de Netflix identificaron un deseo en el consumidor: a medida que se acerca la Navidad, hay espectadores que necesitan su ración de películas festivas, de la misma forma que los comercios se dieron cuenta que debían incorporar a Mariah Carey y su All I want for Christmas en el hilo musical. Estas últimas semanas no cesan de desembarcar en el catálogo producciones con pósters repletos de nieve, de luces de colores y la palabra “Navidad” en el título y que se mueven en dos categorías distintas.

Están las que intentan ser películas correctas o incluso sobresalientes y las que son tan ridículas que (cosas de la vida) despiertan simpatía en el público. Si todavía no se has puesto las pilas, desde este artículo intentaremos que pueda hacerse una idea de lo que le pide el cuerpo y las películas que debe evitar a toda costa en estos días de vacaciones.

'Klaus' es la joya de la corona con su reinvención del mito de Santa Claus con una película que tiene arte en cada plano”

La joya de la corona, por ejemplo, es Klaus . Esta cinta de animación de Sergio Pablos, el madrileño que creó Gru, mi villano favorito y Los minions , es una postal de Navidad en cada escena. Intenta recuperar el encanto de las películas de animación dibujadas a mano y con unos cuerpos que desafían el canon de belleza de títulos como Frozen . R einventa el mito de Santa Claus con una historia sobre un cartero que se muda a una isla en el Ártico llamada Smeeresnburg, inspirada en el asentamiento holandés en Svalbard.

Como debe demostrar a su padre, el propietario de Correos, que puede levantar un negocio por sí mismo, busca una forma de elevar el número de cartas enviadas en una localidad donde todos los vecinos se odian: motivando a los niños a que ­manden cartas a Klaus, un ­juguetero que vive en una casa remota. Es emoción, belleza y un clásico instantáneo para el que no se necesita abonar el importe de cuatro entradas para verla toda la familia.

A cierta distancia, Noches blancas remata la jugada para quien busque títulos correctos con una especie de Love actually en clave juvenil y basado en el best-seller Let it snow de Maureen Johnson, Lauren Myracle y el siempre efectivo John Green (Ciudades de papel, Buscando a Alaska ). Los adolescentes de Laurel, un pueblo perdido de Illinois que está cubierto de nieve, se enfrentan a sus últimas fiestas antes de irse a la universidad. Kiernan Shipka ( Las escalofriantes aventuras de Sabrina ) y Jacob Batalon ( Spider-man: Homecoming ) encabezan un reparto coral donde se nota que Netflix apuesta por esta comedia romántica

Está hecha con un presupuesto decente, los diálogos y las interpretaciones tienen cierta chispa y, cuando acaban los noventa minutos, te das cuenta que tiene más encanto que la mayoría de las películas que intentaron copiar Love actually , como Noche de fin de año o Historias de San Valentín, de repartos estelares, pero menos que la película británica.

'Noches blancas' hace suyo el molde de historias románticas cruzadas en clave juvenil”

Las que tienen un presupuesto indecente son las películas de Navidad de Netflix: son tan malas que deberían ser consideradas infrapelículas. Lucen tan baratas que parecen producidas con el presupuesto para cafés de El irlandés de Martin Scorsese, que salía por 140 millones. Su objetivo es ser tan ridículas como Un príncipe para Navidad o Cambio de princesa .

¿Y a qué películas nos estamos refiriendo? Al romance de Kristin Davis (Sexo en Nueva York) con Rob Lowe ( Cinco hermanos ) en Safari por Navidad ; a Un príncipe de Navidad: Bebé ­real , la enésima secuela sobre el inventado y ridículo reino de Aldovia, que está escrita con una mirada infantil de la monarquía europea; Navidad, loca Navidad, sobre una familia acomodada que redescubre la importancia de la familia cuando se quedan sin blanca; y El caballero de la Navidad , donde un caballero medieval inglés se encuentra de repente en un pueblo del presente de Estados Unidos y, evidentemente, encontrará el amor con una ­joven de la localidad (y se adaptará de buenas a primeras a los ­valores de la sociedad contemporánea).

Rob Lowe y Kristin Davis, química impostada en 'Un safari por Navidad' que, de todas las películas malas, debe ser la mejor.

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Son películas hechas con un molde roto con la excusa de que su cutrez tiene cierto encanto. En El caballero de la Navidad , por ejemplo, hasta se puede ver el maquillaje de la bruja que transporta al galán al presente; se detectan las bromas desperdiciadas; se puede oler el aroma de cartón de los pocos decorados que utilizan, y la trama es tan predecible que no existe ni un solo momento que pueda descolocar al espectador o emocionarle.

Este es el supuesto encanto de estos proyectos: son como los jerséis de Navidad, feos y al mismo tiempo reconfortantes para echarte la siesta en el sofá después de la comilona. También existe la posibilidad de que, incapaces de reír con semejante atrocidad, los espectadores lamenten haber destinado tanto tiempo a apagar el cerebro. No hay que descartar secuelas.

Las pelis malas son como los jerséis de Navidad, feos y al mismo tiempo reconfortantes para echarte la siesta en el sofá después de la comilona”