El retraso del ‘prime time’ afecta al consumo de televisión lineal
Impacto en la industria
Las plataformas en línea lo aprovechan para impulsarse
El retraso del inicio del prime time (horario de máxima audiencia) perjudica el consumo de televisión lineal al tiempo que impulsa a las OTT, las plataformas de contenido audiovisual bajo demanda como Netflix o HBO, cuyos usuarios ven una hora menos de televisión lineal. Así lo expone el primer informe del Gabinete de Estudios de la Comunicación Audiovisual (GECA) sobre el mercado audiovisual en España, presentado ayer por el director general de la consultora, Enrique Lozano, y el subdirector, Jesús Sánchez Tena.
La hora de inicio de los programas de máxima audiencia se ha retrasado una hora en los últimos 25 años
La investigación apunta que el prime time se ha ido retrasando de forma sistemática. Mientras en la temporada 94/95 la hora media de inicio eran las 21.45 h, en la actualidad se sitúa en las 22.49 h. Según el informe, estos horarios suponen “una oportunidad” para las plataformas de contenidos bajo demanda ya que pueden “organizar libremente” sus tiempos de consumo.
Tal y como señala Sánchez Tena, los horarios del prime timetienen “unos efectos que no se dan en ninguna parte del mundo”, por ejemplo, la caída del consumo. Además, destacó que los programas de prime time empiezan en la actualidad en torno a las 23 h, franja que ha perdido más de 1,4 millones de espectadores entre el 2012 y el 2018.
Los autores del estudio apuntan a la fortaleza que tienen actualmente los programas del access, como El hormiguero o El intermedio, de modo que hasta que no terminan no arranca el prime time. El estudio añade que los programas del prime time en España alargan su duración pasada la una de la madrugada y que los minutos de oro se dan cada vez más en programas del access.
Los espectadores que tienen el servicio de Netflix o HBO ven una media diaria de 170 minutos de televisión, frente a los 228 minutos que se dedican a escala general. Por edades, los niveles de consumo descienden aún más entre los jóvenes. Los niños de 4 a 12 años que reciben Netflix o HBO dedican 83 minutos a la televisión lineal y los de 13 a 24 ven la televisión tradicional una media de 79 minutos por individuo.
“No queremos ser apocalípticos pero tampoco queremos ser complacientes con lo que está ocurriendo”, declaró Sánchez Tena, que aseguró que la televisión tradicional tiene una “solidez suficiente” por su capacidad de reunir espectadores y de crear experiencias compartidas.