Loading...

La bofetada Pulitzer

Se atribuye a Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Hitler, el aforismo “una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”. Desde la muerte del dirigente nazi, en 1945, muchos han aplicado esa estrategia comunicativa. La sobreabundancia de información que nos apabulla en estos tiempos hace más difícil que nunca distinguir a todos los que la utilizan.

La difusión de bulos –magnífica palabra en lugar de fake news– por el método repetitivo es abrumadora, pero como explica una ley de la física de Newton, toda acción conlleva una reacción de igual valor y dirección, pero de sentido contrario. Así que en el periodismo surgen nuevas iniciativas para tratar de frenar los engaños nuestros de cada día.

En esta campaña electoral son varios los medios, entre ellos La Vanguardia, que han decidido verificar y contrastar algunas de las afirmaciones que hacen los candidatos. El sistema de comprobaciones ha revelado que mucho de lo que se repite en discursos y respuestas políticas, aunque sea mil veces, es completamente falso. La verdad siempre tiene un camino.

Esta semana se han anunciado los premios de periodismo más importantes del mundo. los Pulitzer, que reconocen varios tipos de trabajos en los medios de Estados Unidos, aunque hay varios centrados en aspectos de la presidencia de Donald Trump.

Tres reporteros del diario The New York Times, un medio que suele ser objetivo de invectivas del presidente en tuits y discursos, han sido premiados por una investigación de las finanzas de Trump “que desacreditó sus afirmaciones de riqueza hecha por él mismo y reveló un imperio de negocios plagado de evasiones fiscales”, según el jurado del premio.

Otro galardón ha sido para la redacción de The Wall Street Journal, un diario que no es especialmente crítico con el presidente, “por descubrir los pagos secretos del presidente Trump a dos mujeres durante su campaña que afirmaron haber tenido relaciones con él, y a la red de partidarios que facilitaron las transacciones”.

Los Pulitzer ha distinguido también al editorialista Brent Staples de The New York Times, a los fotógrafos de la agencia Reuters por su narración sobre los migrantes que viajan a Estados Unidos y al dibujante Darrin Bell, por sus caricaturas con “temas que afectaban a las comunidades marginadas, llamando a la mentira, la hipocresía y el fraude en el caos político que rodea a la administración de Trump”.

Los Pulitzer han reflejado el abierto enfrentamiento entre la presidencia del país y buena parte de la prensa. Como los premios han distinguido durante más de un siglo los mejores trabajos de prensa en pos de la verdad, la edición de este año representa una bofetada moral al Trump. Paradójicamente, su presidencia ha acabado por reforzar a los periodistas.