Una niña de 9 años, en rehabilitación después de volverse adicta a Fortnite
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La pequeña llegó a pasar más de 10 horas al día jugando, llegando incluso a hacerse pis encima
Una niña de nueve años se encuentra en rehabilitación después de volverse adicta a Fortnite, un juego cada vez más popular entre los niños de todo el mundo. La pequeña se levantaba por las noches para jugar, se dormía en clase, no iba al baño para no dejar la partida a medias e incluso llegó a pegar a su padre cuando este le intentó confiscar la videoconsola.
Los expertos, según Mirror, temen que sea una de los muchos niños que se encuentran en riesgo de desarrollar problemas de salud mental como resultado de una sobreexposición a escenarios de luchas. Más de 40 millones de personas se han descargado este juego desde que se lanzó el pasado mes de julio.
Fortnite
La niña se esperaba a que sus padres se durmieran para poder jugar hasta altas horas de la madrugada
La madre de la niña asegura no tener idea, cuando la dejaban jugar a Fortnite, de la adicción o de los problemas mentales que podría llegar a causar. La pequeña se encuentra ahora en terapia por adicción después de mostrarse agitada por haber pasado más de 10 horas jugando, incluso sin dormir y haciéndose pis encima. “Este es un problema serio que está destrozando la vida de nuestra hija. Alguien debería actuar y prohibirlo antes de que se convierta en una epidemia”, apunta la madre.
Los padres le regalaron a su hija una consola Xbox en enero y poco después la pequeña se descargó Fortnite. No fue hasta mediados de marzo cuando notaron señales preocupantes. “Su profesora nos preguntó si todo iba bien, ya que se había quedado dormida en dos ocasiones y sus notas estaban bajando”, detalla la madre que asegura que cuando intentaron hablar con su hija esta se volvió agresiva.
“He trabajado en este campo durante las últimas tres décadas y nunca he visto algo así”
Consejero en adicciones Steve Pope
Además la pequeña, apasionada del deporte, rehuía de practicarlo porque decir sentirse demasiado cansada. Mientras tanto, la pequeña llegó a gastarse hasta 50 dólares al mes, en pequeñas cantidades, en el juego. Fue entonces cuando le confiscaron la consola y le limitaron las horas de juego, a una hora de lunes a viernes y dos durante los fines de semana. Pero no acabó aquí, la niña siguió jugando de escondidas, hasta que su padre la encontró jugando de madrugada. Al día siguiente, los padres decidieron hablar con su hija, que les contó que durante los últimos dos meses había esperado a que se durmieran para poder jugar hasta altas horas de la madrugada.
Después de saber eso, los padres contactaron con el consejero en adicciones Steve Pope, quien aceptó ver a la niña para hacer sesiones de psicoterapia. El consejero admitió haber estado en contacto de docenas de padres con hijos que mostraban síntomas de adicción a Fortnite. “He trabajado en este campo durante las últimas tres décadas y nunca he visto algo así. Conozco niños que suspenderán los exámenes por culpa de Fortnite, o que roban a sus padres o amigos para pagar los extras”, relata Steve Pope. Unos de los problemas, según el consejero, es que los niños ven a los jugadores de fútbol celebrando los goles con bailes sacados del propio juego e incluso siguen a “gamers” profesionales que ganan más de 500.000 libras al mes por hacer videos en directo de partidas a Fortnite, y eso es “la puerta de entrada perfecta para la adicción al juego”.