Cómo evitar fallos en las videollamadas y cómo verlas en el televisor
Tecnología práctica
Los problemas están a la orden del día en esta forma de comunicarnos, pero se pueden resolver fácilmente
Todos los que estén usando las videollamadas de forma profesional o para fines personales, seguramente han experimentando problemas técnicos. O al menos han comprobado como otros los sufren. Estos fallos suponen muchas veces una enorme pérdida de tiempo para comenzar una charla. En ciertos casos algunos incluso tiran la toalla y abandonan la videoconferencia.
Esto lleva a que en ocasiones intentemos usar en vez del ordenador el teléfono móvil. Dónde suele haber más garantías de que las cosas funcionen correctamente. El problema es que las pantallas de los teléfonos son demasiado pequeñas. Si hay demasiadas personas participando apenas vemos sus caras ni las imágenes que puedan compartir. Aunque se puede usar la pantalla del televisor para magnificar la imagen.
Los principales problemas en las videollamadas se dan con los ordenadores, pues hay que permitir el acceso de los micrófonos y cámaras en el sistema operativo”
El principal fallo que suele darse al usar el ordenador para charla o una reunión online tiene que ver con el sonido. Con frecuencia no escuchamos a alguien. Algo que sobre todo sucede si usa auriculares con micrófono. Esto puede suceder porque el sistema operativo que usemos no reconoce a los auriculares con micrófono como fuente de entrada de audio. Un problema que podemos solucionar así en Windows 10 y así en Mac OS.
A veces también tendremos, por una cuestión de privacidad, que darle autorización al sistema operativo para usar el micrófono y la webcam, incluso desde el navegador web. Estas instrucciones de Skype para Windows 10 sirven para solucionar el problema con la webcam y el micrófono con cualquier servicio. Para los que usan Mac: aquí podemos ver las instrucciones que da Apple para permitir el acceso a micrófonos y aquí para el acceso a la cámara.
Si usamos micrófonos y webcam no integradas en el propio ordenador, también debemos comprobar si el software que en ocasiones necesitamos para conectarlas está bien configurado. Estos programas por lo general permiten un diagnóstico del audio y de la señal de vídeo.
Siempre es bueno no improvisar conectando micrófonos o cámaras que no conocemos minutos antes de una videollamada. Algunos servicios como Skype permiten realizar llamadas de prueba para comprobar el audio. Si el servicio que usamos no cuenta con esa opción, lo mejor será intentar hacer una videollamada a alguien de confianza y probar si todo va bien.
Un problema muy común es la inestabilidad de la red Wi-Fi si estamos lejos del módem, algo que puede solucionarse con un amplificador de la señal
Otro problema que se suele tener al realizar videollamadas es que nuestra conexión a Internet sea inestable. Eso puede suceder al estar demasiado lejos del router Wi-Fi, algo que se puede optimizar siguiendo estos pasos o usar un amplificador de la señal. También puede pasar que haya un exceso de usuarios conectados a la misma red.
En ese caso debemos informar al resto de personas con las que convivimos que vamos a realizar una videollamada. También deben desconectarse dispositivos que puedan estar realizando actualizaciones o copias de seguridad. Pero para salir de dudas nada mejor que hacer un test de velocidad con este servicio, que es el que usa Google. Para hacernos una idea de la velocidad que necesitamos, Skype recomienda un mínimo de velocidad de descarga de 400 kbps para llamadas que no alcancen la resolución HD.
También podemos recurrir a un plan B, sobre todo en las videollamadas personales. Si contamos con un televisor compatible con Chromecast de Google o con AirPlay de Apple, podemos iniciar una conversación por teléfono y ver a los participantes en la pantalla del televisor. Si disponemos de una tele con Android TV o algunos modelos de LG con WebOS, podemos usar la app gratuita Tellybean en el televisor y en el teléfono. De esta forma este se convierte en una webcam.
Si el televisor no permite la recepción de vídeo desde otros dispositivos, podemos comprar un Chromecast o un Apple TV. Dependiendo de si tenemos un teléfono con Android o un iPhone. Lo ideal es colocar el teléfono sobre un soporte que lo mantenga firme justo delante del televisor. Así no marearemos a los participantes en la videollamada. Pues es muy molesto ver a alguien que mueve el teléfono con la mano. La distancia entre el teléfono y el televisor debemos calcularla para que el resto de participantes no nos vean muy lejos y nos escuchen correctamente. Sin tener que alzar la voz.
Existen modelos muy especializados de webcam para televisor que incluyen en sus componentes el software necesario para hacer videollamadas
Para lograr conectar el teléfono al televisor de forma inalámbrica se usa bastante ancho de banda en la red Wi-Fi. Pues a los datos de la videollamada hay que sumar los que precisamos para enviar la imagen desde el teléfono al televisor. Aunque hay soluciones más sencillas para mantener videoconferencias con el televisor. Una de ellas es usar una webcam que disponga de una versión reducida de Android y de un software de videollamadas.
Esta webcam es una de las pocas que dispone de esas funciones. Para usarla basta con conectarla al puerto HDMI del televisor, configurarla y comenzar a realizar videoconferencias con servicios como Skype. Pero existen otras posibilidades. Si disponemos de un consola Xbox One, que permite cargar Skype, podemos conectarla al televisor y agregarle una webcam que sea compatible con esta consola. Por ejemplo, esta.
También podemos recurrir a un TV Box. Que no es otra cosa que una caja que contiene un pequeño ordenador. Por lo general incorporan una versión de Android que dota al televisor de funciones inteligentes. Algunas TV Box permiten la conexión de una webcam que sea compatible con Android. Una que permite esto es Nvidia Shield. Al menos con cámaras de Logitech. Aunque hay opciones más económicas en el mercado. Por cierto, si alguien piensa en comprar un televisor con webcam no lo encontrará. Hace años se puso en duda que estos productos reunieran las suficientes garantías de privacidad.