Una mujer que fue encontrada ahorcada en una casa de campo de Girona en 2018 ha sido identificada por la La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) 7 años después del hallazgo de su cadáver. Se trata de Ainhoa Izaga, una mujer de 33 años originaria de Paraguay. Así se desprende de la información publicada por El País.
Su identificación ha sido el fruto de la campaña iniciada por la Interpol para tratar de poner nombre a 46 mujeres halladas muertas pero sin identificar durante las últimas décadas en seis países europeos. Esta campaña trata de esclarecer los hechos de todos estos casos, y ahora ha dado un primer paso muy importante en el caso de una de las víctimas.
La conocida como 'la mujer del cobertizo' es una de las siete mujeres fallecidas en España que han sido incluidas en esta iniciativa de la Interpol. Ahora ya tiene una identidad y se conoce más información sobre ella: se trata de una ciudadana paraguaya que viajó a España en 2013, cuando tenía 28 años. Su cuerpo sin vida fue encontrado cinco años después en el cobertizo que servía de gallinero en una casa de campo de Girona (Catalunya).
Casos sin resolver
La Interpol trabaja en la identificación de otras 45 mujeres desaparecidas en Europa en los últimos años
Para su identificación, la cooperación entre cuerpos policiales ha sido clave. Las autoridades paraguayas compararon las huellas dactilares que España había introducido en la base de datos de personas fallecidas sin identificar de Interpol con las que de las bases policiales paraguayas, lo que permitió poner nombre a esta mujer que era anónima hasta ahora.
Esa cooperación internacional se llevó a cabo como parte de la campaña Identify Me (“Identifícame”, en inglés). Se trata del primer caso resuelto de la segunda entrega de esta campaña de la Interpol. Una primera edición tuvo lugar en 2023. La Interpol considera que la identificación de esta mujer se trata de “la primera identificación transcontinental exitosa” de la campaña.
Como parte de la campaña, la Interpol también publicó una reconstrucción facial de Ainhoa Izaga. En la fotografía, también se podía ver un tatuaje con la palabra “suerte” en hebreo que la víctima tenía en el antebrazo izquierdo. Esta información ha sido distribuida mundialmente a través de los perfiles policiales en redes sociales de numerosas policías y también en los medios de comunicación desde el inicio la campaña el pasado octubre.
Lo mismo se ha hecho con la información de las otras 45 mujeres fallecidas en Francia, Italia, Bélgica, Alemania, Países Bajos y España, que todavía siguen sin identificar. La clave de la campaña es la colaboración internacional, ya que Interpol sospecha que las fallecidas podrían proceder de otros países, algo que dificulta su identificación una vez son halladas.
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La difusión pública de los casos también ha sido clave: tras la presentación oficial de la campaña se han recibido más de 200 comunicaciones por parte de ciudadanos, han asegurado las autoridades. Las seis víctimas de España que todavía quedan por identificar, con edades de entre 20 y 40 años, fueron halladas muertas en Catalunya, Madrid, Baleares y País Vasco.
El secretario general de Interpol, Valdecy Urquiza, ha expresado que “nuestro trabajo no consiste solo en resolver casos, también trata de restaurar la dignidad de las víctimas y dar voz a los afectados por la tragedia”. Urquiza ha felicitado a las autoridades españolas y paraguayas por la colaboración conjunta y ha destacado que éxitos como este son claves para no perder la esperanza de que se puedan descubrir las identidades del resto de casos.