Un descuido acaba en tragedia con la muerte de un niño de cinco años en Reino Unido. El pequeño, Kyle Lewis, se tragó una chincheta de un tablón de anuncios que le causó una serie de lesiones que acabaron con su vida tras dos días bajo supervisión médica.
Tras el incidente fue trasladado a un hospital de Leeds, en el condado de Yorkshire, donde fue atendido por los médicos que le reanimaron cuatro veces. El hijo de Emma y Mark Lewis había celebrado su cumpleaños seis días antes del suceso, pero las convulsiones y un aumento de la temperatura, acompañados de un daño cerebral entre el 90 y el 95%, según algunos medios, provocaron que no existiese ninguna posibilidad para Kyle.
El pequeño falleció abrazado por sus padres
"Lo mantuvieron con soporte vital hasta que estuvimos listos para despedirnos. Pero nunca estás listo, ¿verdad? Kyle decidió que era su momento después de su último abrazo con mamá y papá. Su corazón latió por última vez mientras lo abrazábamos", cuenta Emma Lewis.
“He perdido a mi hijo y no puedo pensar en nada aparte de él en este momento… No sé cómo sentirme, no sé qué pensar, no sé cómo actuar. Me siento como un robot. Me rompió el corazón, pero sigue siendo mi chico", expresa su madre.
Han recaudado 2.545 libras para el funeral
Algunas amistades de la familia se han movilizado para crear una página web para recaudar dinero para el funeral del pequeño, apuntan do que ningún padre debería enterrar a su hijo y muchos menos tener que estar buscando la forma de poder pagar el funeral.
Como detalle y para tener aún más presente a Kyle, los asistentes al último adiós del fallecido vestirán camisetas con una foto de él, un corazón azul y un dinosaurio, uno de los gustos del niño, bajo el lema ‘Kyle-saurus’.