El recorrido judicial por el crimen de la Guardia Urbana ha llegado a su fin. El Tribunal Constitucional ha tumbado los recursos presentados por las defensas de los dos condenados, Rosa Peral y Albert López que solo les queda acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos si consideran que se han vulnerado sus derechos. El TC ha ventilado por la vía rápida los recursos que presentaron. “Se ha incurrido en el defecto insubsanable de no haber satisfecho debidamente la carga consistente en justificar la especial trascendencia constitucional del recurso”, según apuntan fuentes del tribunal a La Vanguardia.
Peral y López fueron condenados a penas de 25 años y 20 años de cárcel por el asesinato alevoso del agente de la Guardia Urbana Pedro Rodríguez. A Rosa Peral, la Audiencia de Barcelona le impuso la pena más alta al aplicarle el agravante de parentesco puesto que era la novia del fallecido.
El TC asegura que los condenados no han justificado suficientemente sus recursos
Tanto Peral como López después de ser condenados han concedido entrevistas a varios medios de comunicación en los que siguen clamando por su inocencia a pesar de que varios tribunales hayan ratificado sus condenas sin albergar ningún atisbo de duda sobre culpabilidad. Así, primero, un jurado popular ratificó su culpabilidad que luego derivó en una sentencia de 25 y 20 años de cárcel que le impuso la Audiencia de Barcelona. La sentencia fue recurrida por ambos y ratificada por el TSJC y el Tribunal Supremo hasta que finalmente las defensas de los condenados acudieron al TC para reclamar que se repitiera el juicio al considerar que se habían vulnerado sus derechos.
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Peral, que lleva encarcelada desde mayo de 2016, solicitó al Tribunal suspender su ingreso en prisión mientras se dirimía su recurso. Aseguró que no mató a Pedro ni participó activamente de su muerte y subrayó que “no existen pruebas ni directas ni indirectas de tal extremo. Por su parte, Albert López, que fue detenido y encarcelado el mismo día que Peral, pidió la anulación de algunas pruebas y la incorporación de otras que se quedaron fuera durante el juicio.
El jurado popular consideró que Rosa Peral y Albert López, que habían sido amantes y acababan de reestablecer la relación, acabaron con la vida de Pedro Rodríguez, - que era el novio de la mujer – para volver a estar juntos. Ambos “trazaron un plan con el fin de quitar la vida de la víctima”, escribió el magistrado. Aprovecharon que Rodríguez estaba "drogado o descansando" para propinarle uno o varios golpes mortales con algún objeto contundente. Luego, en varias maniobras de distracción intentaron endosarle el crimen al exmarido de Rosa Peral – de quien se acababa de divorciar – hasta introducir el cadáver en el maletero del coche del fallecido y conducirlo hasta el pantano de Foix donde le acabaron prendiendo fuego.