Christian B.D. y su hermana estaban realizando una excursión en dromedario junto a sus padres en el parque natural del Turia cuando el animal en el que viajaban se desbocó, los arrastró más de 200 metro. La pequeña sufrió algunas heridas importantes pero el joven de 22 años acabó muriendo.
La excursión estaba organizada por una empresa que promociona este tipo de actividades para todo tipo de personas, en especial para familiar con hijos. El animal en el que iban se asustó al cruzarse con una chica a caballo y se separó del grupo totalmente fuera de control.
El animal trató de quitárselos de encima pero ambos quedaron enganchados a la silla de montar mientras el este corría sin rumbo a gran velocidad. Los jóvenes fueron arrastrados causándoles serias heridas.
Por suerte un coche pudo interceptar al animal y pararlo. La joven que había quedado colgando quedó malherida pero su hermano salió despedido a mitad de la carrera, produciéndole esto graves lesiones cerebrales al golpearse la cabeza contra el suelo, según informa el diario Las Provincias.
Los servicios de emergencias llegaron al poco tiempo, la chica solo tenía varias roturas en las piernas, pero Christian se encontraba en estado crítico. Aún así consiguieron estabilizarlo y llevarlo al hospital.
Según fuentes médicas de Las Provincias, el joven ya sufría lesiones cerebrales irreversibles cuando fue ingresado. falleció a los tres días pese a los esfuerzos de los médicos.
Los amigos del fallecido denunciaron a la prensa que la empresa podría haber tomado algunas medidas más de seguridad, como atar a los dromedarios en fila durante el trayecto para impedir este tipo de estampidas.
La empresa asegura que cumple con todos los permisos y seguros necesarios para realizar esta actividad. Y afirma que está colaborando de buena fe con la Policía Judicial que ya ha iniciado una investigación para determinar responsabilidades.