La Guardia Civil detiene en alta mar al tripulante de un barco español que atacó a otro a puñaladas
Sucesos
El destacamento del instituto armado en Dakar respondió al llamamiento del capitán del buque que navegaba cerca de Senegal | El agresor se encontraba retenido dentro de un camarote a la espera del arresto
Un abordaje poco común. El destacamento que la Guardia Civil tiene en Dakar dentro de los acuerdos con Senegal para la vigilancia de la migración irregular, ha actuado en aguas internacionales, pero esta vez para proceder a la detención de un sospechoso acusado de lesiones graves cometidas dentro de un buque español contra otro miembro de la tripulación.
Fuentes del caso explicaron a este diario que, pese al secreto impuesto por la Audiencia Nacional, se puede revelar que los motivos de la pelea fueron nimios a pesar de que desencadenaron unos hechos cercanos al intento de homicidio. “Creemos que el asunto se agravó debido a una especie de síndrome Gran Hermano, son tripulaciones que conviven durante largas temporadas”, señalaron estas fuentes.
Los buques son considerados territorio nacional del país de su bandera. Así se entiende la intervención, entre otros motivos, de la Guardia Civil. Por ello, el enjuiciamiento de los hechos es competencia de la jurisdicción española.
El encuentro de la embarcación de la Guardia Civil, el buque de altura Río Cervantes, y el gasero español con matrícula de Tenerife, identificado como M.S., se produjo en aguas internacionales que tocaba con las de Senegal.
El capitán del barco alertó a las autoridades de la Marina Mercante, que a su vez avisó alertó a la Guardia Civil
El aviso había llegado hasta el destacamento marítimo de la Guardia Civil en Dakar gracias a una comunicación de la Dirección General de Marina Mercante que, a su vez, había recibido el reporte de los hechos de voz del capitán del buque metanero español.
En dicha comunicación, el responsable del barco informaba de que un miembro de la tripulación (de nacionalidad filipina, al igual que la víctima) había atacado a otro con un arma blanca causándole heridas múltiples en cabeza, espalda y tórax. El herido fue inicialmente atendido en la enfermería del propio navío, aunque más tarde fue evacuado a un hospital en Dakar por la propia embarcación de la Guardia Civil, donde fue operado de urgencia.
Varios miembros de la tripulación desarmaron y redujeron al agresor, de nacionalidad filipina
Respecto al agresor, fueron otros miembros de la tripulación los que consiguieron desarmarlo, reducirlo y encerrarlo en unas dependencias del buque de las que, ofreciendo una gran resistencia y con voluntad de volver a agredir a otro compañero, trató de escapar.
Los guardias civiles llegado por mar actuaron entonces como policía judicial y tomaron declaración al capitán y otros testigos. Esas son las primeras diligencias de un caso que acabará en un juzgado español.
El detenido fue llevado a Dakar donde fue entregado a las autoridades locales, que lo tendrán en custodia hasta que se sustancie el procedimiento de extradición que necesariamente España pondrá en marcha.