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Juzgan a un hombre por abusar sexualmente de su hija menor durante cinco años

En Palencia

La Fiscalía pide para él una pena de 12 años de prisión

El hombre está siendo juzgado en la Audiencia Provincial de Palencia

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La Audiencia Provincial de Palencia ha dejado visto para sentencia el juicio a un hombre, L.M.P.D., acusado de agredir sexualmente a su hija menor de edad de forma continuada cuanto la niña tenía entre 5 y 10 años y que se enfrenta a una pena de 12 años de cárcel.

Tanto la Fiscalía como la Acusación particular, que representa a la víctima, piden una pena de doce años de cárcel por un delito de agresión sexual continuada a su hija menor de edad, algo que el acusado ha negado este lunes durante la vista oral celebrada en la Audiencia.

Su hija, que actualmente tiene 20 años, denunció la agresión sexual en marzo de 2018 cuando ya era mayor edad, y ha testificado este lunes ante el juez tras un biombo y acompañada por una psicóloga, al igual que su hermana de 36 años, que también ha reconocido ante el juez que sufrió el mismo tipo de abusos por parte de su padrastro.

La hermana mayor de la víctima también ha reconocido que fue abusada por su padrastro

La víctima ha explicado que en los años en los que se produjeron los abusos vivía con su padre, su madre y su hermano en un pueblo de Palencia y que “muchas veces” cuando estaba dormida, su padre, que en ocasiones había bebido y otras no, se metía en su cama y le realizaba tocamientos y a veces mantenía una relación sexual completa con ella.

Los abusos acabaron cuando falleció su madre, en 2010, y la niña, que según los psicólogos tiene una sintomatología depresiva e impulsos suicidas, se fue a vivir primero con sus abuelos paternos y después a un centro de acogida en Palencia.

La víctima ha reconocido que desde entonces la relación con su padre fue mínima, que a veces le pedía dinero porque ella cobraba una pensión de orfandad y que nunca le contó estos hechos a nadie hasta que, ya mayor de edad, se lo reveló a una amiga y ésta la animó a denunciar a su padre.

Además ha precisado que cuando se lo contó a su hermana, con la que solo vivió dos años porque esta abandonó el domicilio familiar a los 16 años cuando ella era todavía un bebé, le confesó que también había sido víctima de los mismos abusos.

De hecho, la hermana, que también ha declarado detrás de un biombo, ha asegurado que se fue de su casa por este motivo, que la relación con su padre es “nula” y que creyó el relato de su hermana “desde el primer momento” porque ella había sufrido los mismos abusos desde los 9 hasta los 16 años cuando su padre acudía “muchos días de la semana” a su habitación cuando estaba dormida.

Ha afirmado que se lo contó a un asistente social por lo que la separaron del ámbito familiar y que aunque no sabía que su hermana pequeña estaba sufriendo abusos, sí “lo sospechaba” y así se lo trasladó a los servicios sociales en varias ocasiones.

El acusado niega haber abusado de sus hijas

Algo que han reconocido las trabajadoras sociales que durante “muchos años” han intervenido con esta familia por su situación de vulnerabilidad, ya que habían detectado problemas económicos, relaciones conflictivas, conductas negligentes hacia los hijos, y hacinamiento en el hogar.

Las trabajadoras sociales han explicado que pusieron en conocimiento del Servicio de Protección de la Infancia de la Junta de Castilla y León la situación de la familia y que valoraron que “no había riesgo”.

También han asegurado que, en el caso de la denunciante nunca detectaron una situación de abuso sexual porque “era muy hermética, muy callada y costaba mucho hablar con ella”.

Los agentes de la Guardia Civil, que tomaron declaración a la víctima y realizaron las diligencias a partir de la denuncia, han asegurado en la vista que “el relato de la víctima siempre fue coherente” y les pareció “verosímil”, al igual que los relatos de la hermana mayor y de la amiga que la animó a denunciar.

El acusado ha negado haber abusado de su hija pero ha reconocido que siempre ha tenido problemas con el alcohol, y que vivió con su hija menor hasta 2010 cuando falleció la madre y la niña tenía diez años y quedó bajo la tutela de sus abuelos paternos.