‘Cuéntame cómo pasó’: Así se han despedido Carlos y Karina de San Genaro
La crónica
Ricardo Gómez y Elena Rivera llevaban en la serie desde 2001 y 2005 respectivamente
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Karina se había ido de casa. No soportaba más la idea de vivir con un marido en el que no podía confiar después de una boda donde le había cazado con un montón de cocaína. ¿Se iría finalmente a Nueva York en el trabajo que le había conseguido Deborah? ¿Carlos y Karina acabarían juntos después de media vida juntos? Cuéntame cómo pasó tenía el reto de despedir a Ricardo Gómez y Elena Rivera, los jóvenes actores que quieren emanciparse del proyecto que les vio crecer y en el que llevaban desde 2001 y 2005 respectivamente. A partir de este punto, spoilers del final de la temporada 19.
El problema es que el conflicto de Carlos no era solamente culpa de la cocaína. Era un chico obsesionado con sus fracasos, incapaz de relativizarlos en el contexto de su vida personal y con un padre con el que, a pesar de quererse, tenía una relación bastante tóxica. La incapacidad de Antonio de entenderle, de respetar sus deseos y decisiones, impedía que Carlitos pudiera ser el hombre que quería o como mínimo entorpecía su inevitable proceso de maduración.
Es por esto que, cuando se encontró con Karina en su piso, porque tenían que desalojarlo e iban a alquilarlo o venderlo, se quedó paralizado. ¿Qué le podía decir a Karina si todavía tenía esa inquietud dentro? ¿Cómo podía prometerle que había cambiado si todavía no había resuelto las inquietudes que le llevaban a dar vueltas por la vida como un pollo descabezado, siempre insatisfecho? Así que ella se fue. Y es así como Carlos acaba en alta mar, buscándose a si mismo y con un miembro de la tripulación casi que como guía espiritual (Pep Cruz).
Este le explica, por ejemplo, que sus tatuajes son como arrugas: cada uno tiene una historia. También le dice que subió a la embarcación buscándose a si mismo y allí lleva 40 años. Le habla de lo importante que es entender que la mayor aventura que puedes vivir es la vida misma. Y, en un momento de lucidez y textos a medio escribir, Carlos entiende cual tiene que ser su objetivo en la vida: contar su propia historia, la que empezó en 1968 cuando él era un crío y estaba preocupado porque El Fugitivo tenía que estar huyendo todo el día en televisión.
Este momento permite que Cuéntame cómo pasó nos muestre imágenes de Ricardo Gómez y Elena Rivera desde sus primeros días en el rodaje y todas las veces que se besaron delante de nuestros ojos. Era obvio que acabarían juntos porque Carlos y Karina siempre se habían querido y su relación distaba mucho de ser tóxica, siempre que el Alcántara fuera capaz de controlar su ambición, su sed de vivir, sus ansias creativas. Siempre que pudiera entender que él no vivía en una jaula, por más que se sintiera así de vez en cuando.
“Necesito saber qué se siente cuanto te caes y nadie te recoge”, había explicado Carlos en un VHS que había dejado a su familia a modo de despedida. No sabía decirles adiós a la cara porque sabía que entrarían en el enésimo bucle donde su padre y él discutirían por sus decisiones. “Necesito escribir, escribir mucho. Y perderme para encontrarme. Y gritar para encontrar mi voz. Y atreverme a ser yo, sea esto lo que sea que signifique”, decía en la cinta.
Carlos deja un VHS a su familia donde les explica por qué tiene que irse de San Genaro y por qué no se despide”
Esta cinta también servía de despedida de Ricardo Gómez, el niño prodigio, el que necesita que le miren sin pensar en el apellido Alcántara para explorar al máximo sus oportunidades profesionales ahora que tiene 24 años y una carrera a sus espaldas que todos querrían a su edad. ¿Era una despedida un poco definitiva para un hijo que, en el fondo, sólo se está yendo de casa para vivir en otro país y verles posiblemente en Navidad? Sí. Pero era la que el público necesitaba para superar el hecho que Carlos y Karina no estarán presentes a partir de ahora.
¿Y dónde estarán ellos? Pues en Nueva York, como vemos en la última escena del episodio, con Carlos bajando de la embarcación y encontrándose con Karina, que le espera con la niña en el cochecito y le recibe con un apasionado beso. Si alguien tiene dudas acerca de la viabilidad de su relación, la música las despeja, con “Eres tú” de Mocedades ilustrando el reencuentro y con las Torres Gemelas de fondo.
Carlos y Karina tenían que terminar juntos, porque el público de la península debe poder creer en el amor, sobre todo después de vivir durante más de una década esta relación, desde el enamoramiento platónico de la infancia hasta el despertar sexual, la torpeza de hacerse adulto y los obstáculos de una relación estable. Ahora sólo queda ver si Cuéntame cómo pasó sabe vivir sin ellos y desearles mucha suerte a Ricardo Gómez y Elena Rivera en sus nuevas aventuras televisivas, teatrales y cinematográficas. Ellos han cumplido durante todo este tiempo, de sobras.
Carlos y Karina acaban juntos en Nueva York, sin nadie que les proteja, teniendo que hacerse cargo a partir de ahora de sus propios errores”