Por qué ‘YOU’ de Netflix es la heredera más interesante y valiente de ‘Dexter’
El galán tóxico
La tensión antiromántica se mantiene de principio a fin
La increíble serie que Netflix te recomienda aunque ni es suya ni está en la plataforma
Dexter durante un tiempo fue un referente para la comunidad seriéfila. Después de Tony Soprano, en 2006 desembarcaba en televisión un tipo todavía más oscuro: un psicópata confeso que disimulaba su sed de muerte y tortura con amabilidad y sonrisas. ¿Qué rompedor, no? Pero detrás de esa fachada, de la mala leche de ciertas escenas, también había una realidad: Dexter era bastante comodona. Él era el psicópata que te ponías las cosas fáciles porque, al final del día, sólo mataba criminales. Era un Batman sin capa.
Si nos sinceramos, a un servidor nunca le entusiasmó esa voz en off tan pesada que intentaba escandalizarnos mientras Dexter Morgan la mayor parte del tiempo era un corderito, el hombre perfecto, el que te saludaba por la calle con una sonrisa y después asesinaba el psicópata que corría por el vecindario. Hay quienes tienen perros para evitar que se cuelen los ladrones en casa y en Miami, sin ser muy conscientes, tenían a Dexter para remediar que los psicópatas de la zona se pasasen de listos.
Dexter y Joe comparten la voz en off y que son psicópatas, pero el primero es casi un héroe sin capa y el otro es el príncipe azul del que debes huir”
Como no siempre tenemos psicópatas en el centro de una ficción, es inevitable que la aparición de YOU nos haya hecho acordarnos de Dexter. El protagonista de esta serie, que se puede ver en Netflix, también nos habla mediante una voz en off que nos permite contrastar su imagen social con sus verdaderas intenciones. Sus palabras y sus acciones, como mínimo desde fuera, le permiten ser un ejemplo de príncipe azul.
Joe Goldberg (Penn Badgley) se preocupa por Beck (Elizabeth Leil), la chica que le gusta, y sólo quiere lo mejor para ella. Intenta que se valore a si misma, la anima a escribir más (ella quiere ser escritora), confía en su talento y se complementan a la perfección, como mínimo en los gustos literarios. Él sería el buenazo de manual si no le hubiera robado el móvil para tener acceso a todos sus datos, si no la espiase por la ventana (mientras se masturba), si no hubiera secuestrado al rollo de Beck “para protegerla”. Vaya, si no fuera un maldito acosador y un psicópata de tomo y lomo.
Lo más interesante de YOU es que Sera Gamble, su showrunner, mantiene esta dualidad de Joe durante los diez episodios que dura la primera temporada. Tontea todo el rato con los lugares comunes del género romántico haciendo que en ciertos momentos nos olvidemos de la clase de persona que es el personaje. Nos revela los defectos de las que son sus víctimas para exponer la lógica del monstruo. Y así nos pone muy a menudo de su lado, con esa voz en off nunca cargante y sí muy idílica, hasta que remata esas atmósferas románticas con una buena dosis de realidad, una realidad torcida, bestial, inmoral y muy desagradable que te recuerda que, efectivamente, Joe es el enemigo y el tipo del que tendrías que huir corriendo en una cita.
Es por esto que YOU es una serie más valiente que Dexter. El forense se pasaba todo el día alertando de su letalidad pero, como espectador, no suponía ninguna amenaza. Nos avisaba de que necesitaba calmar su sed de muerte y que, si no encontraba una víctima psicópata, podía cometer un error contra su propio código ético. Era mucho ruido y pocas nueces, un psicópata que casi podríamos describir como el psicópata ideal.
Él se convence de que quiere mejorarte la vida y solamente quiere controlarte hasta las últimas consecuencias”
En cambio, YOU nos muestra un psicópata muy tóxico y terrenal porque nos recuerda aquello que tenemos a nuestro alrededor. Joe podría ser cualquiera en una barra de bar porque se presenta como un príncipe azul. Él se convence de que quiere mejorarte la vida y solamente quiere controlarte hasta las últimas consecuencias.
La serie incluso te hace bajar la guardia con la presentación de los personajes femeninos: ellas son muy caprichosas y hasta podríamos decir que Beck dista mucho de ser la novia ideal (lo que Joe sabe porque accede a sus conversaciones de whatsapp). En la propuesta de YOU, ellas son la superficialidad en la que viven demasiados jóvenes del primer mundo, obsesionados con su imagen en las redes sociales, en contraposición con la autenticidad que Joe exhibe en sociedad (falsa, por supuesto, y que no justifica absolutamente nada).
Es perturbador, de hecho, hasta qué punto la serie se divierte con las declaraciones de Joe. Descontextualizadas, podrían pertenecer a cualquier drama romántico que haya arrasado este milenio, ya sea Crepúsculo o Cincuenta sombras de Grey. Y, cuando Joe te tiene con una inquieta sonrisa en la boca, te pone en su sitio perdiendo los papeles y dándote una lección: no bajes nunca la guardia ante la toxicidad, que puede adquirir muchas formas.
La serie no es perfecta. Se permite licencias que debemos comprar para creernos la historia como, por ejemplo, que Beck no tiene cortinas a pesar de vivir en una planta baja. Pero sí es perfectamente consciente de lo que es y ejecuta muy bien las situaciones. Los espectadores pueden pensar que ciertos momentos son inverosímiles porque conocemos todos los datos, porque hemos visto a Joe haciendo el mal, pero la ingenuidad de Beck es comprensible en todo momento.
'YOU' es rematadamente inteligente a la hora de alertarnos de lo que es idílico y lo que es tóxico, sobre todo en un presente donde el control es tan simple”
Además, sabe desarrollar los personajes sin cesar (atención a Peach, que ha convertido a Shay Mitchell de ser la peor actriz de la televisión a roba-escenas) y mantiene la tensión antiromántica durante los diez episodios, sin perder nunca el ritmo y avanzando constantemente la trama. Sorprende que no se deja los mayores ganchos para el final de los episodios sino que los expone un poco antes y se despide con el mal rollo de sus consecuencias.
YOU es rematadamente inteligente a la hora de alertarnos acerca de lo que es idílico y lo que es tóxico, sobre todo en un contexto contemporáneo donde el control es tan simple cuando uno está expuesto en las redes sociales. Sólo necesitas que tus datos caigan en manos equivocadas y tu vida puede ser un infierno (y esto incluye si tu pareja descubre tus contraseñas). Y el mundo, en mayor o menos medida, está repleto de tipos como Joe. El problema del Joe de YOU es que, además de encantador, embaucador y controlador, es un maldito psicópata.
Y, por si acaso tienes tentaciones de fantasear con el personaje por su vis más pseudoromántica, aquí tienes a Penn Badgley dejándote claro que no seas memo o mema y que entiendas el mensaje de la serie (que es bastante claro de por sí):