Aina Clotet es una de esas actrices omnipresentes en el imaginario del espectador catalán. La vio crecer como hija de Mercè Arànega y hermana menor de Laia Marull en Estació d’enllaç. Después desplegó su talento interpretativo en producciones como El cor de la ciutat, Infidels o Gran Nord, en una carrera estrechamente relacionada con la ficción propia de TV3 pero que también iba más allá, con propuestas más arriesgadas como la película Elisa K, el mainstream televisivo ibérico como Velvet Colección o el reciente papel secundario en El cuerpo en llamas.
Así que, al ver que regresa en calidad de autora, como creadora, directora y actriz protagonista de Això no és Suècia, la primera reacción es aplaudir su voluntad de evolucionar, de expandirse, y sobre todo de salir victoriosa. El primer episodio se estrena este lunes en el canal público catalán a las 22.10h, para estar disponible en la plataforma 3Cat, y el martes se estrena la temporada en Rtve Play, que también produce la ficción.
Clotet toma como referencia una experiencia que se le supone cercana en su primera serie como creadora : la maternidad
Clotet toma como referencia una experiencia que se le supone cercana: la maternidad, esa que incluso llegó al plano mediático cuando Leticia Dolera prescindió de sus servicios en Vida perfecta al quedarse embarazada. Los paralelismos con su realidad se vuelven todavía más inevitables cuando se comprueba que Marcel Borràs, su pareja en la vida real, también ejerce de cónyuge en la ficción.
Como Mariana y Samuel, son dos cosmopolitas que abandonaron Barcelona para ofrecer a sus hijos un entorno más saludable, alejados del ruido y rodeados de la naturaleza. Creen en la educación libre, quieren estar más implicados en la escuela y él hasta se toma una excedencia para dedicarse a la crianza mientras Mariana se centra en su carrera. Pero, a pesar de vender la fachada (agrietada a simple vista) de tenerlo todo controlado, su vida es un caos.
Samuel está cansado de cargar el bebé. Mariana llama antes de volver a casa porque no quiere encontrarse a los niños despiertos. La hija mayor, que odia el cambio de vivienda, muerde a los compañeros de clase. Y, empeñados en tener una vida ejemplar, se obsesionan con la madre sueca que vive en la misma calle. ¿Por qué se iría de Suecia teniendo en cuenta que allí sí tienen un Estado del bienestar que ayuda a las familias?
Això no és Suècia contrapone todos los elementos que pueden llevar a la desesperación al cuidar a los hijos: las teorías de crianza new age, la actual exaltación de la maternidad, la proliferación de manuales y consejos online, un modelo educativo en constante fase de pruebas, un sistema que obstaculiza la conciliación familiar o lo difícil de priorizar el bienestar emocional de los hijos y al mismo tiempo imponer límites.
Es una traducción audiovisual de esa presión en un entorno que ofrece miles de inputs a menudo no deseados
Clotet, que comparte el rol de creadora con Daniel González y Valentina Viso, tiene puntería al radiografiar la maternidad y la paternidad con realismo e ironía, enfrentando al público a un espejo incómodo por lo que revela de la sociedad y generoso por ofrecer una vía de escape. Això no és Suècia es una traducción audiovisual de esa presión que nos imponemos como padres en un entorno que ofrece miles de inputs a menudo no deseados y que nos lleva a querer redefinir el proceso de cuidar y educar a los hijos.