Si algo queda en claro cuando el periodista se encuentra vía Zoom con algunos de los actores que han ayudado a que Stranger things se convierta en una de las series más exitosas de estos tiempos es lo mucho que han crecido desde que aparecieron por primera vez en Netflix en 2016, con el único respaldo de Winona Ryder en uno de los papeles principales y una propuesta que aprovechaba muy bien los tópicos del cine de los ochenta. Hoy Caleb McLaughlin ya tiene 20 años y Gaten Matarazzo 19, y quienes se sumaron en la segunda temporada también han crecido: Sadie Sink cumplió los 20 y Priah Ferguson, que primero apareció brevemente como la hermanita pequeña de Caleb, ha celebrado sus 15.
Habéis crecido participando en la serie. ¿Les da la sensación de que Stranger things ha madurado junto a sus protagonistas?
Sadie Sink: Por supuesto. Al menos eso se nota en la serie. Lo maravilloso que Matt y Ross [los hermanos Duffer, creadores de la serie] han hecho con la cuarta temporada es que no tienen miedo de que se note que ha pasado el tiempo. Es algo que ellos resaltan y que han sabido como incorporarlo a la historia para que crezca y madure con nosotros.
Caleb McLaughlin: A mi me causa gracia que los espectadores que han crecido mirando la serie se horrorizan de vernos tan grandes y dicen que ya no deberíamos hacer esto. ¿Es que acaso ellos no han crecido también? ¿O solo nosotros deberíamos dejar de crecer?
Gaten Matarazzo: Si, es algo que a mi también me parece divertido. Ellos han crecido tanto como nosotros.
SS: Estamos creciendo, y también ellos.
Esta nueva temporada parece la mas oscura de todas. ¿Les sorprendió cuando leyeron los guiones?
GM: Me sorprendió mucho pero a la vez me entusiasmó. Era muy consciente de que en esta nueva temporada la intención era subir la intensidad en todos los planos, en los elementos de comedia y en todos aquello que ha convertido a Stranger things en semejante éxito, pero particularmente en el plano del terror. Siempre nos hemos inclinado más hacia el lado de la ciencia ficción en las tres temporadas previas, pero en esta ocasión nos hemos dirigido hacia el mundo de Pesadilla en Elm Street , que fue una gran inspiración para ellos este año.
Gaten, ¿cómo ha sido para usted trabajar junto a Joe Keery, el actor que interpreta a Steve en la serie?
GM: Maravilloso. Estoy obsesionado con él y siempre ha sido divertido trabajar con Joe. La relación entre Dustin y Steve es muy atractiva. Mi sensación es que a Matt y Ross les encanta escribir escenas para nosotros. No puedo contar detalles, pero aviso que sería un crimen si no hubiera más de la relación entre Dustin y Steve en los nuevos episodios.
Sadie, en esta temporada Max, su personaje, tiene que lidiar con la depresión y el TEPT que le han causado la pérdida de su hermano...
SS: Así es, ella tiene que enfrentar temas muy pesados esta temporada. Pero fue un bonito desafío tener que darme cuenta de cuáles son los colores que funcionan en Max en estos episodios y encontrar algo que se sintiera auténtico en ella. Los guiones eran muy buenos, lo cual hizo que mi trabajo fuera mucho más fácil. Lo cierto es que fue un proceso mucho más cuidadoso que el que tuve que emplear en las temporadas previas porque siempre estábamos lidiando con elementos sobrenaturales. Pero en la cuarta temporada todo parece mucho más humano, por eso hizo falta un poco más de atención y concentración.
Gaten, ¿en qué medida su experiencia de niño en el teatro le ayudó en su trabajo en la serie, particularmente cuando se trata de improvisar?
GM: Me ha ayudado mucho. Casi todos los que trabajamos en la serie tenemos experiencia previa en el teatro. Sé que Matt y Ross han contratado a muchos actores que vienen de los escenarios, quizás porque les gusta la energía que traen. En cuanto a la improvisación, no siempre podemos hacerlo. Hay ciertas escenas en las que nos piden que sigamos el guion rigurosamente porque hay información muy importante que tenemos que compartir con la audiencia y que es fundamental para que se comprenda bien todo. Y luego también hay otras escenas en las que se nos deja improvisar y podemos divertirnos un poco.