Una de las decisiones más incomprensibles de Kevin Feige como responsable del Universo Cinemático de Marvel fue contratar a Jeremy Renner para que apareciera como Ojo de Halcón en Los Vengadores (2012) y no desarrollarle un proyecto en solitario hasta esta serie de Ojo de Halcón, que Disney+ estrena este miércoles con una doble entrega. Tendrá un total de seis episodios y como curiosidad es la primera producción de Navidad de Marvel.
Renner era un actor bien considerado en la industria, si bien no era considerado una estrella: en 2008 había sido nominado al Oscar por En tierra hostil de Kathryn Bigelow, título que se llevaría el premio a la mejor película y con Bigelow convirtiéndose en la primera directora de la historia en llevarse una estatuilla, y formó parte del equipo de Tom Cruise en Misión: Imposible - Protocolo Fantasma (2011).
A diferencia de otros fichajes de la franquicia como Benedict Cumberbatch (Doctor Strange) o Chadwick Boseman (Black Panther), la misión de Renner era otra: convertirse en un secundario sólido de Los Vengadores como Clint Barton para dar empaque al equipo de superhéroes sin la presión de tener que vertebrar las tramas alrededor del personaje. Era el único miembro de Los Vengadores originales en no tener película en solitario junto con la Viuda Negra de Scarlett Johansson, con quien Marvel se redimiría al producirle la precuela Viuda Negra (2021).
Sin embargo, era demasiado golosa la idea de contar con el personaje para la expansión del UCM a la televisión y, cuando se anunciaron los planes de Disney de producir series para Elizabeth Olsen (WandaVision) o Tom Hiddleston (Loki), pronto se incluyó a Renner. Al fin y al cabo, el público conocía lo suficiente del arquero como para interesarse para una aventura.
Había aparecido en todas las cintas de Los Vengadores, además de Capitán América: Civil War, se sabía de él que tenía una familia (con Linda Cardellini como su mujer, que desapareció temporalmente junto a los hijos por el chasquido de dedos de Thanos) y que entre Infinity War y Endgame se había dejado llevar por su instinto más asesino, convirtiéndose en un vigilante letal que mataba a los criminales que se le pasaban por delante, una forma de canalizar la rabia por la ausencia de su familia.
Una nueva generación
La premisa de Ojo de Halcón hace que sea imposible no relacionar el título con clásicos de acción como La jungla de cristal: Clint Barton tiene que volver a su familia para Navidad (y solo queda una semana) cuando empiezan a aparecer delincuentes a mansalva en Nueva York, que quieren acabar con él. ¿El motivo? Tienen cuentas pendientes con él de su etapa como Ronin, el asesino que liquidaba a criminales mientras lidiaba con un duelo que acabaría siendo temporal.
En paralelo, el público conocerá a Kate Bishop (Hailee Steinfeld), que creció viviendo la Batalla de Nueva York (o sea, la llegada de los extraterrestres de la primera entrega de Los Vengadores) y ahora sospecha del hombre (Tony Dalton) que intenta seducir a su madre (Vera Farmiga). Y, como ya saben los lectores de los cómics, pronto formarán un equipo porque Kate es dura, ingeniosa, malhablada y también un as con el arco y las flechas.
Resumiéndolo, esta Kate Bishop de Hailee Steinfeld es la sucesora de Ojo de Halcón de la misma forma que se presentó a la Yelena Belova de Florence Pough para sustituir a Johansson como la nueva Viuda Negra (y, por cierto, Pough tiene confirmada su participación en esta nueva serie de Disney+).
¿Y quién está detrás de 'Ojo de Halcón'?
No se puede decir que Marvel sea predecible en sus elecciones de guionistas para escribir las producciones televisivas. Aquí cuenta con Jonathan Igla, que se formó en televisión como guionista de Mad Men entre 2010 y 2015 para después firmar episodios en Masters of sex, la serie deportiva Pitch o el drama sobre el duelo Sorry for your loss protagonizado por Elizabeth Olsen. Antes de firmar Ojo de Halcón, además, estuvo en Los Bridgerton como coproductor ejecutivo.