La maldición de ‘Glee’: Una serie destruida por las muertes y delitos de sus actores
Cara oscura
No se puede ver la serie con los mismos ojos tras la acusación de Melissa Benoist, víctima de malos tratos
Glee mandaba el mensaje de apoyarse y crear comunidad contra viento y marea. Era una serie sobre unos chavales inadaptados que encontraban su forma de expresarse mediante la música. El éxito de la propuesta fue colosal y los jóvenes actores que protagonizaban la serie descubrieron lo que era ser las caras visibles de un fenómeno cultural: tenían más de 10 millones de espectadores, daban giras de conciertos y los adolescentes chillaban cuando los encontraban por la calle. Con el tiempo, sin embargo, su legado está siendo de lo más truculento. Cada vez que sale una noticia sobre alguno de los miembros del reparto, esta no puede ser más tóxica: son historias de sobredosis, de suicidios, de pornografía infantil y de malos tratos.
Hubo un tiempo, de hecho, que parecía que Glee sería la nueva Sensación de vivir: la típica serie donde el plató era un calvario por culpa de la lucha de egos. Por ejemplo, Naya Rivera (Santana) no se mordía la lengua a la hora de afirmar que Lea Michelle (Rachel) era imposible en el set de rodaje por miedo a que alguien la eclipsase. Pero esto, al fin y al cabo, eran dimes y diretes en comparación con los escándalos que nos hemos encontrado a medida que pasaba el tiempo. ¿El último? La supuesta relación abusiva entre Blake Jenner (Ryder) y Melissa Benoist (Marley), que se conocieron en Glee.
“Aprendí lo que se siente al ser inmovilizada y abofeteada repetidamente, golpeada con tanta fuerza que sentí que me quedaba sin aire, arrastrada por el pelo por el suelo, golpeada en la cabeza, pellizcada hasta que se me rompía la piel, estrellada contra la pared, ahogada”, explicaba esta semana Benoist en un duro vídeo de Instagram. Quería dar visibilidad a las mujeres que habían sido maltratadas para demostrar que existe una salida a las relaciones tóxicas.
Mientras que no mencionó a Jenner por su nombre, Benoist dejó bastante claro que se refería a él. Dijo que había sido una relación que había comenzado como una amistad y que el hombre que la había torturado era más joven que ella. Encajaba con Jenner, el actor que se incorporó a Glee en la cuarta temporada, al igual que ella, y que fue su marido entre 2015 y 2017.
Melissa Benoist y Blake Jenner se conocieron en el rodaje de Glee, se casaron, se divorciaron y ahora la actriz revela que fue víctima de malos tratos”
Incluso las cuentas de fans de Jenner han emitido mensajes diciendo que no pueden defender a su actor fetiche por conductas tan violentas. Es por culpa de estos malos tratos, de hecho, que Benoist tiene el iris de uno de sus ojos partido: del día que su pareja le tiró un iPhone a la cara. Era la enésima historia oscura que salía del set de rodaje de Glee.
Y es que, cuando toca hablar de famas mal procesadas, es imposible no acordarse del caso de Cory Monteith. Él era el chico perfecto desde el primer episodio de la serie: como Finn, encandilaba el profesor de canto del instituto McKinley. Detrás de las cámaras, se enamoró con Lea Michelle, que interpretaba a su interés amoroso. Sin embargo, el 13 de julio de 2013 falleció víctima de una sobredosis de heroína y alcohol en un hotel de Vancouver, cuando la serie todavía estaba en emisión.
En Glee, le dedicaron el tercer episodio de la quinta temporada. “Ha sido difícil pero precioso y muy bien escrito. Creo que es un gran homenaje no solamente a Cory pero también a su personaje, Finn, que se parecía mucho a él: era como el quarterback de nuestro grupo, el líder”, explicó la actriz Jane Lynch cuando retomaron el rodaje y celebrar una misa en su honor. Sólo tenía 31 años y una vida y una carrera por delante.
Monteith, sin embargo, no es el único miembro veterano de Glee que ya ha fallecido. En enero de 2018, cuando la serie ya se había despedido hacía tres años, Mark Salling murió a los 35 años. Se había ahorcado cerca de su casa en Los Angeles. Él no recibió homenajes como Monteith sobre todo porque en diciembre de 2015 había protagonizado una noticia deleznable y de las más sorprendentes del Hollywood reciente: le habían arrestado por poseer pornografía infantil.
Tras esta detención, la película Gods and secrets de Adi Shankar decidió eliminar al actor del montaje final. En septiembre de 2017, Salling se declaró culpable de los cargos y se esperaba que fuera condenado entre cuatro y siete años de prisión, además de registrarse como depredador sexual y entrar en un programa para tratar su enfermedad. Antes de que el juez emitiera la sentencia, Salling acabó con su propia vida.
Uno de los significados de Glee es alegría. Era un serie con la que Ryan Murphy quería dar mensajes positivos relacionados con la posibilidad de resarcirse de la condición de inadaptado en el instituto, de luchar por lo que uno cree y abrazar la diversidad en todas sus vertientes. Pero cada vez resulta más difícil poner la serie y verla por las tramas que escribió y no por los fatídicos titulares que ha acabado brindando a la prensa.
Los mensajes positivos del creador Ryan Murphy se han visto empañados por los escándalos, las drogas y las actitudes tóxicas de los actores”