Netflix quiere una película de Oscar y la quiere ya

El principal objetivo de Netflix es aumentar suscriptores cada mes en los 190 mercados en los que están instalados. Teniendo en cuenta que 24 millones de personas se dieron de alta durante 2017, se puede decir que este plan va viento en popa. Pero el jefe de contenidos Ted Sarandos tiene otra idea en mente: arrasar en los Oscars con una película. Es cuestión de orgullo, de imagen y de molestar los tradicionalistas que critican la plataforma en beneficio de las salas de cine. Y, con ocho nominaciones en esta última edición, el sueño está al alcance.

La niña de los ojos de la compañía es Mudbound, que ha logrado cuatro de estas ocho nominaciones. Las productoras Elevated Films y Joule Films presentaron Mudbound en el festival de cine independiente de Sundance y, después de recibir ofertas de distribución de A24 y Annapurna Pictures, se quedaron con la oferta de Netflix, que tenía previsto respetar los 134 minutos de duración y el duro argumento.

Netflix estrenó Mudbound en salas al mismo tiempo que en la plataforma para que así pudiera optar al Oscar”

Mudbound no está entre las candidatas a la mejor película de 2017 pero sí tiene cuatro nominaciones muy ruidosas: el guion adaptado de Dee Rees y Virgil Williams, la fotografía de Rachel Morrison (la primera mujer en optar al Oscar en esta categoría, todo un logro) y una doble nominación para la mítica cantante de R&B Mary J. Blige como actriz secundaria y mejor canción (Mighty River, compuesta con Raphael Saadiq y Taura Stinson).

Con tal de poder optar al Oscar, Netflix estrenó la película en salas pero no tuvo contemplaciones: el mismo 17 de noviembre que estrenaron Mudbound en Nueva York y Los Angeles, los suscriptores ya podían verla en la plataforma. Estuvo en salas durante cinco semanas y ahora planean reestrenarla allí aprovechando la repercusión de las nominaciones, para sacar un poquito más de pecho y como campaña de promoción para los Oscars.

“Mudbound era una película que hace un año nadie quería. Estoy orgulloso de que desde la empresa dijéramos que queríamos esta película. La cargamos en la espalda y le dimos a este talento la visibilidad que se merecían”, explicó Scott Stuber, jefe de desarrollo de películas en Netflix, en la revista Vanity Fair.

Basada en la novela de Hillary Jordan, Mudbound cuenta la historia de Laura McAllan, que intenta mantener a flota su familia en su granja en Mississippi mientras se siente atraída por el hermano de su marido. Entre tanto, los hombres McAllan intentan superar sus recuerdos de la Segunda Guerra Mundial mientras los Jackson, una trabajadora familia afroamericana, intenta sobrevivir al racismo de la América profunda.

Este exitoso aterrizaje de Mudbound en los Oscars es un paso en la buena dirección para Netflix, que este 2017 recibió ataques de autores tan respetados como Pedro Almodóvar en el festival de Cannes, donde competía Okja del coreano Bong Joon-ho (Snowpiercer), un film filo-vegetariano con Tilda Swinton y Jake Gyllenhaal en un diverso reparto.

“Personalmente no creo que la Palma de Oro deba darse a una película que no se ve en la gran pantalla”, dijo el director de Hable con ella, que se declaraba a favor de explorar y celebrar las nuevas tecnologías pero que mientras estuviera “vivo” estaría “luchando por la capacidad de hipnosis de la gran pantalla”.

Tampoco Christopher Nolan, nominado al Oscar por Dunkerque, se mostró entusiasmado con el modelo de negocio de Netflix en julio: “Creo que las inversiones que Netflix hace en directores y proyectos interesantes serían más admirables si no fueran utilizados como una especie de chantaje para cerrar las salas de cine”. En contraposición, se deshizo en halagos hacia Amazon, competidora directa de Netflix que también desarrolla y compra películas, pero dejando primero una ventana de explotación como mínimo de 90 días en salas.

Pero la realidad de Netflix como competidor por el cine de calidad se está imponiendo, incluso después de su millonario acuerdo con Adam Sandler en 2014 para producir películas chorras y de los telefilmes malos que estrenan en Navidad. Okja fue aplaudida en Cannes, Fe de Etarras también recibió el cariño de los asistentes del Festival de San Sebastián, Mudbound está en los Oscars y la plataforma ha estrenado películas tan interesantes The Meyerowitz Stories de Noah Baumbach (con un sorprendente Adam Sandler), la comedia sobre el cáncer Other People (Molly Shannon ganó en los Independent Spirit Awards por su interpretación), la ambiciosa War Machine con Brad Pitt, un título con sabor a superproducción taquillera como Bright con Will Smith y hay quienes se quejan que Angelina Jolie no haya sido nominada al Oscar a la mejor dirección por Primero mataron a mi padre, una historia el lengua khmer sobre el genocidio camboyano.

La directora Ava DuVernay (Selma), una de las voces afroamericanas más escuchadas de los Estados Unidos, sólo tiene halagos para Netflix después de distribuir el documental 13th, que estuvo nominado al Oscar en 2017. Y, mientras Ted Sarandos ya planea una secuela de Bright y el estreno de 80 películas en 2018, Martin Scorsese tiene un presupuesto de 125 millones para rodar una película de gángsters con Al Pacino, Robert De Niro y Joe Pesci, The Irishman con estreno previsto en 2019.

Las otras nominadas

Mudbound, que conste, no es la única candidata al Oscar por Netflix. También compiten la húngara On Body and Soul como mejor película de habla no inglesa, los documentales Icarus y Strong Island, y el cortometraje documental Heroin(e). En esta última categoría, de hecho, Netflix ya tiene un Oscar, que recogieron en 2017 por The White Helmets.

Martin Scorsese tiene 125 millones para The Irishman, una película de gángsters con Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci”

Pero una victoria en cortometraje documental no hace tambalear la industria mientras que un Oscar para Mudbound sería una buena forma de legitimar la vertiente cinematográfica de Netflix, sobre todo tratándose de un título que podría haberse distribuido con total normalidad en salas: no le faltaban rostros conocidos como Carey Mulligan y Garrett Hedlund, aunque al final es Mary J. Blige quien tiene opciones de llevarse no una sino dos estatuillas.