Gloria, una joven con diabetes, ha compartido en sus redes sociales la divertida y preocupada conversación que mantiene con su madre desde que decidió vincular su sensor de glucemia con el móvil de ella.
Este sistema permite que su madre reciba notificaciones en tiempo real sobre los niveles de azúcar de su hija, lo que ha dado lugar a un sinfín de mensajes cargados de preocupación, regaños y humor involuntario.
“Vinculé mi sensor de glucemia con el móvil de mi madre y mi vida empezó a sonar así”, explica Gloria en su publicación, antes de compartir varias capturas de pantalla de sus chats en WhatsApp.
Desde recordatorios constantes como “Glori, el azúcar. Eo! Come”, hasta advertencias alarmadas como “Oye, ¿te has pinchado para corregir ese azúcar? Ay por Dios, que vas a reventar”, la madre de Gloria no deja pasar ni una alteración en sus niveles de glucosa.

Conversación de Gloria junto a su madre
La joven, por su parte, responde con la resignación de quien ya está acostumbrada a este tipo de mensajes: “Estrés”, responde cuando su madre le pregunta por los valores altos. En otra parte de la conversación, cuando su madre le insta a comer algo tras detectar un nivel bajo, Gloria bromeaba enviando un mensaje muy claro: “Galletas María jajajajaja”.

Gloria junto a su madre
Los sensores de monitoreo continuo de glucosa (MCG) se han convertido en una herramienta fundamental para las personas con diabetes, ya que les permiten controlar sus niveles sin necesidad de realizarse múltiples pinchazos diarios.
Estos dispositivos, además, pueden configurarse para enviar alertas a familiares, una opción especialmente útil para niños o personas que puedan necesitar supervisión.