“Que nadie espere mal rollo”, habían augurado en la Moncloa. Y así ha sido, según aseguran, tras el encuentro celebrado en la mañana de este martes entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, para limar discrepancias ante el previsto incremento del gasto en seguridad y defensa ante el giro de guion en el escenario internacional que ha supuesto el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. La cita se ha prolongado por espacio de casi dos horas en el palacio de la Moncloa, tras la reunión del Consejo de Ministros en la que han participado ambos, y antes de que el presidente del Gobierno haya emprendido viaje a Finlandia.
La reunión, según fuentes de la Moncloa, se ha celebrado en un clima de “absoluta normalidad”, incluso de “buen rollo”. Y Sánchez le ha trasladado a Díaz, según estas fuentes, su determinación de acelerar el compromiso de alcanzar el 2% del PIB en gasto en defensa, antes del previsto 2029, ante la compleja situación geopolítica y la aceleración de los acontecimientos en Ucrania. Pero el jefe del Ejecutivo ha “garantizado” a la vicepresidenta segunda y líder de Sumar que este aumento de la inversión militar no implicará “ninguna merma” en el gasto social.
Pese a que el Gobierno se aferra por ahora a la “prudencia” para no adelantar los mecanismos, cantidades y plazos que está explorando para incrementar el gasto en defensa y seguridad, sí traslada este mensaje de que un nuevo escenario de más inversión militar no implicará recortes en el Estado de bienestar ni en la prestación de los servicios públicos, como la sanidad y la educación públicas, la dependencia o las pensiones. Así lo resaltó ya el pasado lunes Sánchez ante la ejecutiva del PSOE. Y así lo ha subrayado este martes la portavoz del Ejecutivo, la socialista Pilar Alegría, ante la reunión con la líder de Sumar, que precede a la ronda de contactos que Sánchez mantendrá el próximo jueves con Alberto Núñez Feijóo y el resto de los líderes de los grupos parlamentarios, con la única excepción de Vox.
“Ese aumento de inversión en materia defensa y seguridad, en absoluto va a mermar el gasto social, que va a seguir siendo una política prioritaria para este Gobierno”, ha asegurado Alegría.
Las formaciones coaligadas en Sumar endurecen el tono
Al término de la reunión, Sumar ha emitido un comunicado que mantiene aún lejano un acuerdo entre las partes. Díaz, señala el texto, ha expuesto que “es necesario un balance y un diagnóstico transparente de las necesidades y un proyecto claro que se haga cargo del cambio de paradigma geopolítico global que estamos viviendo tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y con la guerra en Ucrania tras la invasión por parte de Rusia”.
El socio minoritario de la coalición insiste en que el aumento del gasto en defensa de los Estados miembros de forma individual “no garantiza la superación de los problemas de coordinación y falta de interoperabilidad de las Fuerzas Armadas de los distintos países de la UE”. Pero del mismo modo que no aclara en qué punto se encuentra la negociación con el PSOE, tampoco recoge el rechazo rotundo que las formaciones coaligadas en Sumar han expresado ante la mera posibilidad de que el Gobierno aumente el gasto militar.
De hecho el ambiente interno en Sumar dista del “buen rollo” que, según fuentes de la Moncloa, ha marcado el encuentro entre Sánchez y Díaz. Y el posicionamiento moderado pactado ayer en una reunión del grupo parlamentario ha saltado por los aires desde primera hora del día cuando formaciones coaligadas como Compromís, Izquierda Unida, la Chunta o los Comunes han elevado el tono. Todos ellos se han posicionado en contra de cualquier aumento del gasto militar. Incluso si se tramitara a cuenta de los presupuestos europeos. Y para no llevar a equívocos lo han resumido de manera sencilla pero rotunda: “No será en nuestro nombre”.
La portavoz adjunta de Sumar y diputada de Compromís, Àgueda Micó, ha sido la primera en tomar la palabra en la sala de prensa del Congreso: “No estamos de acuerdo en incrementar el gasto en defensa. No es una cuestión solo que tenga que ver con afectar a otras partidas de gasto social. Tiene que ver con una situación en la que ya los países europeos tienen 288.000 millones de euros invertidos en defensa”, ha señalado para destacar que se trata de una cantidad que ya superaría a la de Rusia.
Tras ella, el parlamentario de Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo, también ha anunciado su portazo a cualquier incremento del gasto militar e incluso ha reclamado el “desmantelamiento” de las bases militares que tiene EE.UU. en España.
El más expresivo ha sido el portavoz de los Comunes. Gerardo Pisarello ha resumido con un “No en nuestro nombre” el rechazo de su formación a la “escalada belicista” impulsada desde la UE tras el giro transatlántico realizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “No queremos una Europa que se prepare para enviar a nuestros hijos a ninguna guerra. Queremos un proyecto de seguridad compartido, pero que convierta a Europa en un agente de paz”, ha afirmado.