Sánchez afirma que la ola ultra no impondrá su agenda en España: “Los demócratas somos más”
La pugna política
“No hay nostalgia que pueda edulcorar ese mundo de ayer que ya no existe”, advierte el presidente del Gobierno tras la cumbre de la ultraderecha europea celebrada en Madrid
Pedro Sánchez ha clausurado este lunes el acto conmemorativo del 20º aniversario de la ley contra la Violencia de Género
Pedro Sánchez advierte siempre que la mejor respuesta ante el empuje de lo que denomina la “internacional ultraderechista” es sencilla: “Más políticas progresistas”. El presidente del Gobierno ha replicado así con sus iniciativas para revalorizar las pensiones, reducir la jornada laboral o subir el salario mínimo interprofesional a la celebración este fin de semana en Madrid de la primera cumbre de Patriots, la formación europea que preside el líder de Vox, Santiago Abascal, con la asistencia del húngaro Viktor Orban, la francesa Marine Le Pen, el italiano Matteo Salvini, o el holandés Geert Wilders, entre otros dirigentes de extrema derecha. Una vez concluido lo que Félix Bolaños tachó de “Madrid Fascio Week” o Pilar Alegría calificó como una “fachaparty”, el jefe del Ejecutivo ha clausurado este lunes en Museo Reina Sofía de Madrid el acto de homenaje por el 20º aniversario de la ley contra la violencia de género, precisamente, con un mensaje de alerta contra “el negacionismo de la ultraderecha”.
En presencia de José Luis Rodríguez Zapatero, que impulsó la citada ley en el 2004, Sánchez ha advertido que también en la lucha contra la violencia de género “arrecia, como en otros muchos ámbitos de la vida pública y social, el negacionismo de la ultraderecha”. “Hoy, además, cuenta con importantes tribunas de poder, desde las que se dedican a infligir más dolor a las víctimas e infundir miedo a golpe de mentiras”, ha denunciado el jefe del Ejecutivo.
El jefe del Ejecutivo alerta de que la ultraderecha intenta seducir a los jóvenes “con un burdo y violento anacronismo”
“No hay nostalgia que pueda edulcorar ese mundo de ayer que ya no existe”, ha replicado Sánchez ante los postulados que ha atribuido a la ultraderecha, entre los que siempre destaca desde el negacionismo climático o de la violencia de género hasta la nostalgia de la dictadura de Francisco Franco, y que paradójicamente gana adeptos, sobre todo, entre la juventud, como hoy ocurre con el auge demoscópico de Vox. “Una generación, la de los jóvenes de hoy, a la que la ultraderecha pretende seducir con un burdo y violento anacronismo”, ha alertado.
Pero Sánchez ha asegurado que “por desgracia, no están solos, forman parte de un movimiento internacional mucho más amplio, que no duda en sacar la motosierra con los derechos de las mujeres”. Una galaxia ahora reforzada por el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. “Ahí dejan de ser ultraliberales, para ejercer el peor de los intervencionismos: el que limita el derecho de una mujer a decidir sobre su propio cuerpo, el que cuestiona la existencia misma de departamentos de Igualdad, el que persigue con la censura de libros o de obras de teatro, el que quiere arrancar de raíz la inmensa dignidad del movimiento feminista”, ha señalado.
“Intervencionistas hasta con el vocabulario”, ha lamentado Sánchez, para denunciar lo que ha considerado la “manipulación del lenguaje” de llamar violencia intrafamiliar o doméstica a “lo que solo tiene un nombre: violencia de género”.
El jefe del Ejecutivo ha asegurado que los impulsores de esta ola reaccionaria “no buscan hacer retroceder el reloj veinte años, quieren llevarnos medio siglo atrás como poco”. “Pero no podrán, porque los demócratas somos más”, ha recalcado.
Sánchez ha contrapuesto a los postulados de esta “internacional ultraderechista” lo que ha denominado “la mejor España”. “Un país que aprendió la democracia sin manual de instrucciones, de las cenizas de una dictadura forjada sobre la violencia, la represión y la desigualdad”, ha resaltado. Pero ha subrayado los avances cosechados en la democracia, ahora que precisamente el Gobierno celebra los 40 años del fin de la dictadura. “Hemos llegado más lejos que nadie en la mitad de tiempo. No ya para estar a la altura del resto, sino para estar en primera línea”, ha destacado.