Diagnóstico triunfalista

El escaparate

El balance del año 2024 del presidente Pedro Sánchez provoca, a primera hora, especulaciones envenenadas. En la Cope, los tertulianos pronostican una sesión de autobombo. En Hoy por hoy (Ser), subrayan los buenos datos económicos, como si fuera un tráiler de lo que contará Sánchez. Josep Ramoneda recuerda que, mientras la derecha dependa tanto de la extrema derecha, los otros partidos se resistirán a pasarse al otro lado.

Ràdio 4 recupera un programa enlatado de Irrepetibles (Ràdio 4) con Javier Cercas (¡un abrazo!). Recientemente, en la RAE, el escritor confirmó que el chaqué solo le queda bien a Cary Grant (y a Pedro Sánchez, aunque sea pecado decirlo) y reivindica la tradición republicana que defiende Soldados de Salamina. Recuerda que el éxito estuvo a punto de paralizarlo y que el premio Planeta no permite comprar un piso en Barcelona. Define el proceso como “la utopía disponible” y anuncia su próxima novela, El loco de Dios en Mongolia, en la que podría suceder que el Papa Francisco fuera —lo que faltaba— anticlerical.

Sánchez tiene el buen gusto de no atribuir al Gobierno el reparto de alegrías de la lotería

Otra experiencia religiosa: Betevé ha recuperado la serie de animación Heidi en catalán. La primera vez que se emitió (el año que murió Franco; nada es casual), mucha gente la utilizaba como terapia de desanimación. Confusión habitual: confundir Heidi y Marco, probablemente porque el melodramatismo lacrimógeno de ambas ordeña la misma ubre. En casa no teníamos tele y yo aprovechaba las visitas a casa de los parientes o de una novia para sumergirme en aquel universo psicotrópico. Me fascinaba el personaje de la señorita Rottenmeier, la institutriz que, por carácter, podría haber sido a) candidata a las próximas elecciones alemanas o b) portavoz del PP.

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso

Dani Duch

A las doce, las expectativas se cumplen. Como es lógico —y legítimo—, el presidente Pedro Sánchez practica un autobombo sereno, pero ajeno al proverbio persa: “Una onza de vanidad estropea un quintal de méritos”. Fondo de color azul con el lema “Cumpliendo”, lo suficientemente ambiguo para que, si no entramos en detalles, parezca que vivimos en el mejor país del mundo. Sánchez tiene el buen gusto de no atribuir al Gobierno el reparto de alegrías de la lotería de Navidad. En El món a RAC1 , Màrius Carol critica la actitud de Yadire Quinde Mendoza, la niña que, tras trolear el sorteo, se refugió en una excusa que quizá habría necesitado más señoritas Rottenmeier en su vida: “Es que un chico me ha dicho que cante...” Es una excusa lamentable, que aplica el jimmyjumpismo no desde la convicción transgresora sino desde los códigos de lealtad de las gamberradas. Una lealtad que, por cierto, también suele darse entre políticos adultos que, a la hora de dar explicaciones sobre los errores que cometen, tienen la misma credibilidad que Yadire.

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