En el Gobierno están convencidos de que uno de los grandes beneficiados por la ley de Amnistía será el Partido Popular, que tanto combatió este perdón judicial a los delitos del proceso independentista del 2017, al devolver a Junts per Catalunya al escenario político con plena normalidad. Y así ha venido a reconocerlo el propio Pedro Sánchez, durante el balance de fin de curso que ha protagonizado este lunes en la Moncloa, tras la última reunión del año del Consejo de Ministros. Los acuerdos a los que ya están llegando las formaciones de Alberto Núñez Feijóo y de Carles Puigdemont en el Congreso y en el Senado, por ejemplo en materia de política fiscal, son “un éxito de la ley de Amnistía y del Gobierno”, ha asegurado Sánchez.
El jefe del Ejecutivo, no obstante, ha denunciado la “enorme hipocresía” del PP, que se movilizó y se opuso con todas sus fuerzas a la aprobación de la ley de Amnistía, advirtió de nuevo que esta iniciativa iba a “romper España”, y acusó al Gobierno de “perdonar el golpismo”, mientras ahora Feijóo “saca pecho” por ganar votaciones de la mano de Junts. “No sé cómo lo deben interpretar los votantes conservadores”, ha advertido Sánchez. Pero ha insistido en que esa normalización impulsada por la ley de Amnistía, que aunque aún no ha alcanzado a Puigdemont “ya se aplica incluso por parte del PP”, “es un éxito” de la norma y de la acción del Gobierno.
Sánchez incluso ha asegurado que si el PP y Vox deciden presentar una moción de censura en su contra, con el apoyo de Junts, “están en su derecho”. Él mismo, ha recordado, llegó a la Moncloa en el 2018 tras ganar la moción de censura que presentó contra Mariano Rajoy.
Ahora bien, el presidente del Gobierno ha recordado que la única alternativa a su actual mandato sigue siendo la conformación de una “coalición derechista” entre el PP y la ultraderecha de Vox. Y, en su balance del año 2024, ha asegurado que “tan importantes son los avances que hemos logrado como los retrocesos que hemos evitado”. Unos retrocesos que ha asegurado que “son muy evidentes” en los ejecutivos autonómicos y locales que conformaron el PP y Vox, y que se hubieran producido en toda España si Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal hubieran logrado, hace poco más de un año, los números para conformar una coalición de Gobierno.
Sánchez, en todo caso, ha asegurado que la “estrategia destructiva” de oposición de Feijóo, a su juicio solo basada en atacar al Gobierno con “bulos” y sin ofrecer ninguna propuesta alternativa, “está abocada al fracaso”. “Con esta oposición, habrá una mayoría progresista de nuevo en el 2027”, ha pronosticado. Porque ha insistido en que, por mucho que el PP vaticine “elecciones anticipadas” cada año, “la legislatura va a durar hasta el 2027”.
Sánchez insiste en que no tiene “ningún problema” en reunirse con Puigdemont y con Junqueras, aunque sigue sin tener una fecha prevista en la agenda
En cuanto a la siempre contemplada y nunca concretada reunión con Puigdemont, y preguntado por si este encuentro se podría producir antes de que el Gobierno presente los presupuestos generales del Estado para el año que viene, y antes de que al ex presidente de la Generalitat se le aplique la ley de Amnistía, Sánchez ha asegurado que el Ejecutivo y el conjunto de la sociedad catalana y española “han pasado página” de los acontecimientos del 2017. “La sociedad española no puede estar constantemente mirando hacia atrás, tenemos que mirar hacia delante”, ha alegado. “Yo no tengo ningún problema, aunque no sé exactamente cuándo me reuniré, pero me reuniré con los líderes tanto de Esquerra Republicana como de Junts per Catalunya”, ha asegurado, en referencia a Oriol Junqueras y Carles Puigdemont. En referencia a este último, el jefe del Ejecutivo ha señalado que la ley de Amnistía ya está avalada por el Parlamento, y aunque el Tribunal Constitucional está pendiente de resolver los recursos presentados en su contra, ha advertido que “a efectos políticos ya se aplica”. Incluso, ha zanjado, por parte del Partido Popular.