Hasta José Luis Rodríguez Zapatero, que fue quien creó la Conferencia de Presidentes en el 2004, acabó por tirar la toalla en su empeño porque este foro de diálogo autonómico con el Gobierno no derivara, en cada nueva cita, en un mero campo de batalla partidista.
Tras las cuatro primeras reuniones bajo su mandato, cada vez más espaciadas, Mariano Rajoy ya apenas convocó dos veces –en 2012 y 2017– este languideciente órgano multilateral. Pero, ante la irrupción del coronavirus en el 2020, Pedro Sánchez reflotó la Conferencia de Presidentes como mejor fórmula, a su juicio, para impulsar la “cogobernanza” de esta crisis. Y, en estos seis años de mandato, convocó este foro en 21 ocasiones, incluida la reunión que se celebra este viernes en Santander entre el jefe del Ejecutivo y los líderes autonómicos, con la presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga, como anfitriona.
Ayuso y todos los presidentes del PP harán frente común contra la financiación “singular” de Catalunya; también Page
Hoy como hace veinte años, en todo caso, la pugna política y partidista sigue tratando de imponerse al debate y los acuerdos territoriales en este foro. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ya apeló a “un diálogo fructífero y constructivo” con los presidentes autonómicos en esta reunión, y confió en la posibilidad de “avanzar en consensos” en los cuatro puntos del orden del día acordados.
Pero ni tan siquiera fue sencillo pactar la agenda. Sánchez trató de imponer una cita monográfica sobre las políticas de vivienda, pero los presidentes del PP impusieron a su vez abordar la financiación autonómica, al tratarse de un órgano multilateral, para rechazar el modelo de financiación “singular” comprometido para Catalunya. La política migratoria, objeto también de pugna entre el Gobierno y el PP, y el impulso de los recursos sanitarios en los territorios, completan el orden del día.
En el Ejecutivo advierten que la filosofía de la conferencia no es precisamente la “bronca” política, sino el acuerdo en un “órgano de consenso”, como se acordó en el nuevo reglamento aprobado en la última cita, en marzo del 2022 en la isla de La Palma.
Pero no las tienen todas consigo sobre las intenciones de los presidentes del PP, que expresan serios reproches ante el encuentro.
La madrileña Isabel Díaz Ayuso, la única presidenta autonómica que declinó la invitación de Sánchez de reunirse en la Moncloa, en la ronda que culminó el mes pasado, sigue inmersa en una guerra permanente contra el presidente del Gobierno. Y más ahora que su antiguo jefe de gabinete, el ministro Óscar López, le presentará batalla electoral en Madrid.
Ante Sánchez y el catalán Salvador Illa, además, Ayuso y todos los presidentes del PP harán frente común contra la financiación “singular” de Catalunya, junto al socialista Emiliano García-Page.