Nápoles inviste al Rey doctor honoris causa

Pascuale Mandato fue un funcionario de prisiones asesinado por la camorra napolitana en 1983. Los internos del centro penitenciario bautizado con su nombre, integrados en un programa de inserción, han sido los encargados de confeccionar la toga que el Rey lució ayer al ser investido doctor honoris causa por la Universidad Federico II de Nápoles. Con los atributos que le acreditan como miembro honorario del claustro universitario, Felipe VI dictó su primera lección magistral proclamando que “la universidad debe ser el lugar en que aprendamos a buscar la verdad a través de la razón y el diálogo.”

El acto se celebró en el teatro San Carlos, en vez de en el paraninfo de la universidad, para destacar el hilo que une a Nápoles con el nuevo doctor honoris causa. El teatro, el más antiguo de ópera de Europa, fue fundado en el siglo XVIII por el entonces rey de Nápoles, Carlos VII, que reinaría en España como Carlos III. La ceremonia puso el broche de oro a la visita de Estado de los Reyes a Italia y una vez concluida, Felipe y Letizia regresaron a Madrid.

Felipe VI reconoció su admiración por su antepasado Carlos III, que también fue rey de Nápoles

Como no podía ser de otra manera, el elogio de los valores de la universidad, como “un espacio seguro donde debatir libre y racionalmente sobre los aspectos más acuciantes que preocupan a la sociedad” centró buena parte del discurso del Rey. También tuvo tiempo para resaltar el vínculo que une a España con Nápoles. “El pasado que napolitanos y españoles compartimos ha servido para unirnos en el presente con aquel parentesco de corazones y de caracteres”, dijo el Rey. “Nápoles no se puede entender sin España, y España no se puede entender sin Italia, y más concretamente sin Nápoles”

Los Reyes llegaron al teatro acompañados por Sergio Mattarella, quien, al mediodía, junto a su hija Laura, les ofreció una comida en Villa Rosebery, la residencia oficial en Nápoles del presidente de la República Italiana.

ROMA, 12/12/2024.- El rey Felipe VI (d) durante una ceremonia celebrada este jueves en el Teatro San Carlos de Roma (Italia), en la que ha sido investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Federico II de Nápoles, coincidiendo con el VIII centenario de su fundación, en el ámbito de su viaje oficial que finaliza hoy. EFE/ Chema Moya

Matteo Lorito, rector magnífico de la universidad Federico II de Nápoles, impone al Rey los atributos de doctor honoris causa

Chema Moya / EFE

Instalados en el palco real del teatro, situado bajo una enorme corona y cortinaje, los Reyes y Mattarella escucharon los himnos de España e Italia y, seguidamente, el Rey fue conducido a una sala donde se le impuso la toga confeccionada por los internos de la cárcel Pascuale Mandato.

A continuación, el cortejo académico, compuesto por el rector, Matteo Lorito, los presidentes de las escuelas de la universidad y otros miembros de la comunidad académica, se trasladaron al escenario del teatro donde la profesora Enrica Amaturo realizó la laudatio del rey Felipe VI. Seguidamente, el rector Lorito proclamó a Felipe VI doctor honoris causa en Ciencias Sociales y Estadística, en virtud de su compromiso con los valores del conocimiento y el entendimiento entre las naciones.

En las palabras del Rey no podía faltar una referencia a su antepasado Carlos III. “Me alegra expresar hoy la admiración que siento por Carlos III. En mi despacho –recordó el Rey– cuelga un retrato suyo; pues aun con la distancia histórica y las circunstancias de nuestro tiempo, esencialmente que hoy vivimos en democracia, es para mí una referencia constante la trayectoria y el compromiso como gobernante”. El Rey recordó que su antepasado, “como rey de Nápoles contribuyó a la reforma de su reino y su legislación, transformó urbanísticamente algunos espacios de la capital”.

Felipe VI elogió a Carlos III como un “soberano ilustrado, mecenas de las artes y las ciencias, un referente sin el que no puede entenderse en su plenitud la relación entre Nápoles y España. Su reino fue el puente más sólido entre la Ilustración española y la italiana.”

La Federico II es la más antigua universidad laica y estatal del mundo, fundada el 5 de junio de 1224 por Federico II de Hohenstaufen, rey de Sicilia y Jerusalén, y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Como su coetáneo Alfonso X el Sabio, Federico II ha pasado a la historia por sus conocimientos y sus avances legislativos. La ceremonia de investidura del Rey como doctor honoris causa cerró los actos con los que la universidad ha celebrado su 800.º aniversario.

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