Ha pasado ya un mes y el salfumán por la riada en Valencia se va agrandando como gran metáfora para rodear el Congreso. Las necesidades son enorme, y las ayudas rápidas, vitales, es el momento de los damnificados y de nadie más. Las calles enfangadas son inasumibles. Se deben coordinar todas las acciones con eficacia, reconstruir y prevenir. Ese malestar está en todas partes. Hoy Catalunya no es un plató de Netflix con el president Illa, pero ahí tienen el último CEO: ascenso meteórico de Aliança Catalana de 2 diputados a 7. Regresen al Congreso.
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