Íñigo Errejón comunicó ayer su dimisión de todos sus cargos y anunció su abandono de la político tras varias denuncias –inicialmente anónimas, pero a última hora de la tarde corroboradas públicamente por alguna de las víctimas, como es el caso de la actriz Elisa Mouliaá– por “conductas vejatorias” y supuestos delitos de “acoso sexual” por parte del ya exdiputado de Sumar, nombrado el pasado mes de febrero portavoz parlamentario del proyecto confederal de Yolanda Díaz.
El politólogo madrileño, de 40 años, al que sustituirá como diputada por Más Madrid la activista y sanitaria Alda Recas, hizo público pasadas las 14 horas un comunicado en el que reconoce estar superado por “el ritmo y el modo de vida en la primera línea política” al tiempo que admite haber “llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”.
Errejón dice llevar tiempo “trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico” para después subrayar que la política “genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo”. Hechos por los que algunos amigos, cada vez menos cercanos, ya le habían dado varios toques instándole a poner fin a ese tipo de conductas.
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Fuentes del espacio plurinacional confirman a La Vanguardia que la dirección de Sumar conocía desde el verano que Errejón se encontraba recibiendo ayuda psicológica. Pero subrayan que, tal y como éste les había asegurado, creían que el tratamiento se circunscribía a tratar “adicciones al sexo y a las drogas”. De ahí que decidieran esperar a su evolución en los meses venideros antes de tomar ninguna decisión.
Errejón admitió en verano estar en tratamiento por una adicción al sexo
y a las drogas
No es hasta el martes cuando Sumar conoce la existencia de las citadas denuncias de varias mujeres, recogidas por la periodista Cristina Fallarás, al tiempo que Más Madrid -partido que cofundó en 2019- reclama su dimisión. Todo ello precipita que tanto la secretaria de organización de Sumar, Lara Hernández, como la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, pidieran explicaciones urgentes a Errejón enseñándole la puerta de salida al tratarse de unas acusaciones sobre un tema de cuya lucha hacen bandera.
Según señalan las mismas fuentes, el exdiputado admite los hechos y pide 24 horas para poder comunicar la situación a su entorno familiar y personal para, al día siguiente –es decir, ayer jueves–, anunciar su dimisión.
El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón
Sumar acepta. Le permite asistir, e intervenir, en el debate monográfico sobre vivienda celebrado en el Congreso y le da de plazo hasta el mediodía de ayer. Pero le advierte de que, si no cumple con su parte, sería la propia formación quien informaría de los hechos y con maneras “diferentes”. De ahí que el comunicado del exdiputado se hiciera público pasadas las 14 horas.
A partir de ahí, Sumar se limita a admitir la existencia de un proceso interno y difunde un escrito consensuado por su ejecutiva en el que refrenda su responsabilidad para “construir una sociedad y una política feminista”. “Eso requiere un compromiso firme en todos los ámbitos”, subraya a posteriori la propia Díaz a través de twitter y desde Colombia, donde se encuentra de viaje oficial.
Tras ella se pronunció Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno aseguró que el Ejecutivo “trabaja por una España feminista donde las mujeres tengan los mismos derechos, las mismas oportunidades y la misma libertad y seguridad que los hombres”. Y tras expresar su “condena” a quienes atentan contra este proyecto, redobló su “confianza” tanto en la vicepresidenta Díaz como en Sumar. “Una organización que ha hecho y está haciendo mucho por el progreso de las mujeres”, señaló en la red X.
El PP, por su parte, está muy lejos de dar carpetazo al escándalo. “¿Qué sabía Pablo Iglesias en aquel entonces para no nombrarlo ministro?; ¿Qué sabía después Yolanda Díaz en Sumar para no nombrarlo ministro tampoco?”, planteó ayer su portavoz Elías Bendodo reclamando explicaciones tanto a la líder de Sumar como al cofundador de Podemos. “La realidad más absoluta es que aquellos que iban a asaltar los cielos han tenido que coger la puerta. Menos lecciones de eso que se llamó el Gobierno más feminista de la historia”, sentenció a modo de torpedo a la línea de flotación del Ejecutivo.
Podemos, Más Madrid, Más País y Sumar
Errejón, que inició su militancia política en Podemos, salió del partido morado tras su enfrentamiento con el entonces secretario general, Pablo Iglesias, durante el segundo congreso de la formación de 2017.
La derrota le relegó a un puesto secundario que acabó traduciéndose en una candidatura autonómica por Madrid que Errejón acabó declinando para impulsar su propias siglas (Ahora Madrid) junto a la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que lideraba Ahora Madrid. La aventura política le valió la representación en la cámara de Vallecas y una posterior acta de diputado nacional dentro de Más País para, finalmente, pasar a formar parte de Sumar en las listas nacionales de la coalición de Yolanda Diaz en julio de 2023.
Estos hechos no solo dejan a Sumar sin portavoz parlamentario, un vacío al que deberán poner solución de manera inmediata, sino que llegan en pleno proceso de reestructuración de Sumar, que tiene prevista la celebración de una asamblea a mediados de diciembre para definir su nueva estructura organizativa y su hoja de ruta. Una tarea en la que tenía un papel destacado el propio Errejón.
El futuro judicial de Errejón está en el aire puesto que, después de acusarle de acoso sexual en un mensaje en la red social X, la actriz y presentadora Elisa Mouliaá interpuso anoche un denuncia ante la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional. Según la noticia difundida por la Sexta, la actriz ha asegurado que cuenta con pruebas y testigos.
Absuelto de un delito de agresión
Íñigo Errejón, siendo entonces diputado de Más País, fue absuelto en 2022 de cometer supuestamente un delito leve al dar una presunta patada a un vecino de Lavapiés, apenas unas horas después del cierre de la campaña para las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid de 2021. El juez, en línea con la Fiscalía, concluyó que “no ha quedado acreditada” la supuesta agresión.
La supuesta víctima mantuvo en la vista oral que Errejón “le propinó una patada en el estómago”, mientras que él afirmó que en “ningún momento golpeó al denunciante”. Estas versiones aportadas “claramente contradictorias”, señaló el juez, no pudieron ser contrastadas por las cámaras de vídeo de la zona, que “no arrojan luz sobre lo ocurrido, pese al intento de mejora de las imágenes”.
