Junts se adentra esta semana en la recta de meta de su tercer congreso que se celebra entre el viernes y el domingo de la semana que viene en Calella (Maresme), en el recinto de la Fàbrica Llobet-Guri. La organización, que afronta el nuevo ciclo político como primera fuerza de la oposición en un Parlament de Catalunya en el que ya no hay mayoría independentista, cambiará en su tercer cónclave algunos de los rostros visibles y formalizará el rol de Carles Puigdemont, que ejerce de líder sin cargo orgánico desde el 2022 y volverá a ocupar la presidencia de JxCat. Además, el expresident prepara una renovación en las vicepresidencias, mientras que en la secretaría general seguirá al mando Jordi Turull.
Así las cosas, se da bastante por sentado que Puigdemont llevará en su candidatura para desempeñar ese rol a Antoni Castellà, dirigente del Consell de la República, diputado autonómico y líder de Demòcrates de Catalunya, y Miriam Nogueras, portavoz de Junts en Madrid e implicada en las negociaciones con el PSOE. En los estatutos actuales y en la ponencia organizativa, que regula el funcionamiento interno de la formación se contempla que haya cuatro vicepresidencias, También hay quien sitúa en ese cargo a Josep Rius, que ya desempeñaba esa función y es el portavoz del partido. Quien parece que no repetirá, en cambio, es la expresidenta del Parlament Anna Erra.
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Otra persona que no seguirá en el mismo puesto con toda seguridad es la actual presidenta, Laura Borràs, que ha perdido poder e influencia en la organización posconvergente de forma paulatina y podría recalar en la fundación que JxCat quiere poner en marcha tras el congreso. Hasta ahora, la formación carecía de esa estructura y apuesta ahora por un espacio en el que se aborden los debates de forma sosegada y con la mirada puesta a largo plazo.
Sea como fuere, esta semana se despejarán las incógnitas, aunque no será hasta el sábado por la tarde cuando se registre la candidatura, puesto que primero es necesario que se apruebe en el congreso la ponencia organizativa, el documento que regula el funcionamiento interno del partido. Lo que sí ha trascendido durante estas últimas semanas es que no se dejará a ningún dirigente de peso fuera de la nueva dirección, aunque cambien algunos rostros, y desde el primer momento en que se convocó el congreso, teniendo en cuenta el liderazgo de Puigdemont, se dio por hecho que solo habrá una candidatura.
Otro aspecto relevante en relación con la renovación tiene que ver con dar más peso a dirigentes jóvenes para garantizar el relevo generacional, una cuestión que ya se visibilizó en las candidaturas de Tarragona, Girona y Lleida en los últimos comicios al Parlament y con el papel que tienen ahora en la dirección del grupo parlamentario los cabeza de lista, Mònica Sales, Salvador Vergés y Jeannine Abella, respectivamente. Pero hay otros dirigentes jóvenes que asumirán más responsabilidades de ahora en adelante, apuntan fuentes consultadas. Es el caso, por ejemplo, de las diputadas Judith Toronjo y Ennatu Domingo.
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Pero no solo hay jóvenes que tendrán un rol destacado, hay otras personas que cobrarán más protagonismo. Tal es el caso de Anna Navarro, que fue número dos de Puigdemont en las elecciones al Parlament, o Isaac Padrós, un diputado gerundense que se estrena en esta legislatura. Y luego habrá independientes como Carme Renedo o Agustí Colomines a los que el expresident también tiene en cuenta junto con otros habituales de su círculo más próximo como Albert Batet, presidente del grupo de JxCat en la Cámara catalana, o el propio Rius.
Por otra parte, también está previsto que en esta nueva etapa la política sectorial y el modelo de país –cuestiones como la fiscalidad, las infraestructuras, vivienda y materias como inmigración, educación o la situación de los payeses, entre otras– sea protagonista en la acción política de JxCat. En ese sentido, Puigdemont ya abogó hace unas semanas por "renovar mensajes y liderazgos" en una jornada de trabajo con los diputados posconvergentes en Waterloo.
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Cuando se anunció la convocatoria del congreso, tras la investidura de Salvador Illa, la formación habló de “abrir las fronteras del partido”. Algunas de las decisiones que se han adoptado en este cónclave van en esa línea, como eliminar el requisito de los seis meses de antigüedad para aspirar a ocupar los puestos de dirección.
Esa cuestión y las listas bloqueadas que se prevén introducir han levantado cierta polémica entre los militantes, pero apenas quedan enmiendas vivas sobre ese asunto y en el congreso la dirección cuenta con que eso no será un problema. De hecho, aunque la ponencia organizativa fue la que concitó más enmiendas de entrada, ahora es la de modelo de país, donde se recogen las políticas concretas en cada ámbito, la que tiene más propuestas de modificación que siguen en discusión y que llegarán a debatirse en Calella.
La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Noguera
La vocación en esta nueva etapa, razona una fuente consultada, es “abrir las costuras” de Junts y que sea una organización más permeable aprovechando que Esquerra está en horas bajas y que los posconvergentes tratan de erigirse en alternativa al PSC. “Si Convergència i Unió era un partido catalanista en el que cabían los independentistas, Junts tiene que ser un partido independentista en el que quepan los catalanistas”, opina esta fuente, que cree que con un discurso orientado a aspectos sectoriales como los antes mentados hay posibilidad de crecer electoralmente.
Los posconvergentes prevén dar más peso a dirigentes jóvenes y que la política sectorial protagonice su discurso
Además, la entrada de Castellà en la dirección va aparejada a un acuerdo que última Junts con su partido –Demòcrates de Catalunya, la formación soberanista heredera de Unió– para una confluencia que también incluiría a su fundación.
Esa operación de apertura también va encaminada a ser una organización más fuerte en el ámbito municipal, donde hay diversas candidaturas locales independientes que no tienen a Junts como referente. En los comicios del 2023 ya hubo acuerdos con marcas como Impulsem Lleida o Impulsem Penedès y con candidatos independientes del ámbito posconvergente que se acercaron a JxCat, aunque algunos no han llegado a militar en el partido de Puigdemont tras las elecciones. La intención de la formación es consolidar esas relaciones y que haya más pactos con otras organizaciones. “Hay más marcas locales e independientes por toda Catalunya”, recalcan en Junts.
