PSC, Junts y ERC se interpelan para la investidura ante el riesgo de repetición electoral

La legislatura catalana

Josep Rull activa oficialmente la cuenta atrás de dos meses para la investidura o la repetición electoral

Pleno del Parlament en el que se ha activado la cuenta atrás para la investidura o la repetición electoral en Catalunya.

Pleno del Parlament en el que se ha activado la cuenta atrás para la investidura o la repetición electoral en Catalunya.

Bernat Vilaró / ACN

El presidente del Parlament, Josep Rull, firmó este martes el denominado ‘acto equivalente’, la resolución que acredita la imposibilidad de proponer de momento un candidato a la presidencia de la Generalitat y que activa la cuenta atrás de dos meses para investir a un president o, en caso contrario, disolver de nuevo la Cámara catalana y convocar elecciones. 

Rull dio lectura a la mencionada resolución en el pleno convocado para tal fin, en el que los grupos parlamentarios han reafirmado sus posiciones ya conocidas: la del PSC, a favor de una investidura de Salvador Illa gracias a una mayoría progresista con ERC y los Comunes; la de Junts, a favor de la investidura de Carles Puigdemont mediante un pacto con ERC y el concierto de los socialistas; y la de los republicanos, a favor de negociar con PSC y Junts para prestar sus votos pero con condiciones.

Illa promete trabajar “activamente” por la investidura 

En el debate, el líder del PSC, Salvador Illa lanzó un mensaje de clara disposición a trabajar para obtener el apoyo de ERC y de los comunes para ser investido. “intentaré que haya investidura, que haya Govern y se evite repetición electoral”, dijo, antes de advertir de que “la única posibilidad es un pacto progresista o la repetición electoral”. En esta tesitura, el dirigente prometió actuar “activamente, metódicamente, sin presas, sin pausas, dialogando… "

"Me esforzaré”, dijo Illa, para propiciar un pacto progresista “sólido, ambicioso y desde el convencimiento”, que sea capaz de “generar prosperidad y compartirla equitativamente”, y para avanzar en asignaturas pendientes que pretendían ser un guiño a ERC, como la financiación y la cultura, con singular atención a la lengua. Illa dijo asumir el liderazgo de esta tarea que pretende llevar a cabo con “mucho diálogo”: “Hablaremos, dialogaremos, de buena fe, anteponiendo intereses de Catalunya y el bien común”, garantizó.

Junts apela al acuerdo de Bruselas para que el PSC apoye a Puigdemont

Junts, en cambio, centró su mirada en el Parlament, pero también en la Moncloa y en el Congreso. Albert Batet apostó por desarrollar el acuerdo de Bruselas, su esencia, -el que facilitó la investidura de Pedro Sánchez- para que Carles Puigdemont pueda ser president con el apoyo del PSC. En este contexto de aviso a los socialistas, los posconvergentes recordaron que ni Jaume Collboni ni Sánchez ganaron las elecciones y están al frente de sus respectivos gobiernos.

Batet indicó que en la Generalitat se necesita que gobierne un partido de “estricta obediencia catalana”, que actúe sin la dependencia de Madrid. En esta constante alusión al acuerdo de Bruselas indicó que el PSC podría sentirse “cómodo” dando apoyo a Puigdemont en base al citado marco de actuación. Junts pone por tanto la presión sobre el PSOE, cuya mayoría en el Congreso depende de las formaciones independentistas, con una directa apelación a que el apoyo que se dio a Sánchez requiere ahora de reciprocidad.

ERC responsabiliza a PSC y Junts

Por parte de ERC, Josep Maria Jové intervino para responsabilizar a Junts y al PSC de la situación de impasse que vive la legislatura catalana, reprochando a ambas formaciones que no hayan tenido la “valentía y el coraje” para presentarse a la investidura a sabiendas de que sería fallida, como hizo Pere Aragonès en 2021. “Ni fuerza ni liderazgo”, advirtió Jové recordando los lemas de campaña de ambas formaciones. “Incapacidad”, amonestó.

Jové evidenció que tanto PSC como Junts “por ahora han sido incapaces de presentar una alternativa al gobierno de ERC”. Se remitió a la “coordinación y buen entendimiento” entre ambos partidos durante la legislatura pasada “para desgastar al Govern” de Aragonès para proponer una salida sin el concurso de ERC: “PSC y Junts suman mayoría y comparten modelo socioeconómico”, concluyó. Pero una entente de tal calibre es inviable, así que el republicano mostró la disposición de su grupo a prestar su apoyo advirtiendo que serán “exigentes” y no se plegarán a “presiones”. “La responsabilidad es suya”, emplazó.

Negociaciones en marcha

Socialistas y republicanos mantienen abiertas las negociaciones y son varias las reuniones que ya han celebrado desde que se iniciaron oficialmente, el pasado martes 18 de junio. Sin embargo, fuentes socialistas dan por sentado que el acuerdo, de darse, no llegará antes de final de agosto.

Sobre la mesa de la negociación hay tres carpetas abiertas, la financiación de Catalunya, el impulso del catalán y una referente a inversiones e infraestructuras. Sin duda, la más peliaguda es la primera, la financiación, en la que ambas partes mantienen diferencias de calado. ERC reclama una financiación singular para Catalunya pero fuera del régimen común, a semejanza del modelo vasco, mientras que el PSC apuesta por ampliar los recursos para Catalunya satisfaciendo su singularidad pero sin extraer a la comunidad autónoma del régimen común.

El PP señala que votar a Illa “no ha servido de nada”

El pleno se desarrolló en clave de los eventuales pactos pero también con la mirada puesta en una posible repetición electoral. En este doble escenario se situó Alejandro Fernández, presidente del PP catalán, quien subrayó que desde el 12-M lo que ha quedado claro es que “votar a Salvador Illa no sirve de nada”. El presidente popular explicó que durante este mes largo ha quedado en evidencia que la pérdida de la mayoría independentista es una mera anécdota ya que siguen “recibiendo el alimento del PSC”.

Fernández también indicó que un apoyo a la investidura es imposible si Illa no rompe los lazos en Catalunya con el independentismo, y también se les deja de dar la llave en el Congreso. La negociación de la Mesa del Parlament, indicó, visualizó el desinterés del PSC por construir mayorías alternativas, y el dirigente lamentó el “cordón sanitario” que con “más o menos vehemencia” se impone a las formaciones “constitucionalistas”. El PP marca así su terreno de juego ante una eventual repetición electoral y ante la definición de una nueva legislatura.

Vox vuelve a vincular la inmigración con la delincuencia

Desde Vox, Ignacio Garriga aprovechó para cargar contra todas las fuerzas que, de una forma u otra, están en el escenario central de la política, para presentar al suyo como el único partido que actúa en “defensa de los catalanes”. En su primera reflexión vinculó la inmigración con la inseguridad –aludió a los asesinatos de este fin de semana de Sant Joan-, donde compite en discurso con Aliança Catalana. Garriga aprovechó también para cargar contra el PP por el pacto suscrito con el PSOE para la renovación del CGPJ.

Los comunes, a favor de un Govern progresista que sea “estable y valiente”

La dirigente de los Comunes, Jéssica Albiach, se acogió a las matemáticas. “Los números no mienten y solo hay dos opciones: un acuerdo entre PSC, ERC y los comunes o la repetición electoral”. Por eso garantizó toda su disposición al acuerdo para un Govern que sea “estable y valiente” y afronte crisis como la de la vivienda, su prioridad para la negociación de investidura con los socialistas. En este sentido, Albiach insistió en regular el alquiler de temporada, el de habitaciones, y crear un verdadero parque de vivienda social. “La próxima legislatura tiene que ser la del acceso a la vivienda”, proclamó.

La CUP equipara a PSC y Junts

La portavoz de la CUP, Laia Estrada, arremetió contra Junts y PSC. Del primero dijo que “tiene un programa antisocial” y además pretende “gobernar con el PSC”, y de los socialistas lamentó que “hace décadas que no es un partido de izquierdas”. Para la dirigente, ambas formaciones “aparentemente compiten, pero comparten programa, el de las grandes patronales, los macroproyectos…”, por lo que “no permitiremos el retorno de la sociovergencia”, garantizó.

Aliança Catalana pide  una ley de extranjería para prestar su apoyo

En su estreno en la Cámara catalana, la líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, reivindicó su presencia en el hemiciclo “a pesar de la censura, la multa y los cordones sanitarios. Ya estamos aquí, representamos cerca de 120.000 catalanes que han dicho basta a todos estos años de políticas autonomistas y proimigracionistas que han trinchado el país”, proclamó. La dirigente reseñó los principios de su formación, basados en la restitución del estado catalán y el control estricto de las fronteras. “Si alguien quiere nuestro apoyo tendría que redactar una ley de extranjería”, aseguró. Sus palabras provocaron también la primera amonestación de Rull, quien garantizó que será implacable contra los delitos de odio en el Parlament.

Dos meses 

Rull activa el 'acto equivalente'

La comunicación en el pleno de la imposibilidad de proponer un candidato a la investidura es consecuencia de la ronda de contactos con los grupos que el presidente del Parlament mantuvo la semana pasada. Illa y los posconvergentes trasladaron al presidente de la Cámara que en este momento no tienen atados los acuerdos necesarios para superar la investidura por lo que reclamaron más tiempo para negociar.

La resolución firmada por Rull equivale por tanto a un investidura fallida, tras la cual el reglamento obliga a poner en marcha el plazo de dos meses para desencallar la situación o repetir los comicios. Durante los próximos dos meses (hasta el 26 de agosto) se pueden hacer debates de investidura. Así, Rull puede realizar nuevas rondas de contactos con los grupos para proponer un candidato y convocar el pleno correspondiente. De hecho, el Parlament ha habilitado todo el mes de agosto por si llegara el acuerdo y así convocar inmediatamente el pleno de investidura.

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