La última bala de Feijóo

La última bala de Feijóo

Un año después de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M el panorama político actual dista mucho de los resultados que arrojaron esos comicios cuando el azul de los populares tiñó casi por completo el mapa de España. Pedro Sánchez salió escaldado y fueron muchos que lo dieron por muerto. Era un cadáver político que difícilmente podía acabar la legislatura y Alberto Núñez Feijóo vio reforzado su liderazgo en la oposición, sin poder estar presente en el Congreso porque no era diputado, y también acallar los insistentes rumores dentro de su partido que preferían al frente del PP la dureza de Isabel Díaz Ayuso.

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Feijóo en un pleno en el Congreso de los Diputados sobre la ley de Aministia 

Dani Duch / Propias

Los populares extendieron su poder territorial, abriendo la puerta a Vox en los gobiernos autonómicos con la aspiración de acabar comiéndose a la ultraderecha. Nada más lejos de la realidad, los de Abascal siguen fuertes como se ha podido comprobar en los comicios vascos y catalanes y las encuestas le otorgan ya la tercera plaza en las próximas europeas, disputándoles claramente el espacio electoral a los populares.Tanto es así que la Fundación FAES de José María Aznar ha salido en tromba para cargar contra Vox por “sabotear” la alternativa al Gobierno de Sánchez que representa el PP.

Los populares citarán a Sánchez en el Senado para dar explicaciones por el caso Begoña Gómez

Feijóo ha subestimado a Vox, después de legitimarlo en sus ejecutivos autonómicos, pero también a Sánchez, que blandiendo el espantajo de la extrema derecha salió vivo de las elecciones generales del pasado mes de julio y podría salir airoso el 9-J, cuando hace unas semanas se le presentaba un futuro muy negro.

El reconocimiento de Palestina como Estado y el acuerdo con el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski para el envío de 1.000 millones en ayuda militar están dirigidas a no perder el relato ante un PP al que le está costando encontrar el punto a su discurso en política exterior. Feijóo está más cómodo convocando manifestaciones contra la ley de Aministía –hasta cinco protestas ha capitaneado el PP en la calle desde octubre del año pasado– o exprimiendo la extravagante imputación Begoña Gómez que ha irrumpido, de nuevo, en plena campaña electoral.

De momento, los populares ya han decidido que llamarán a Sánchez al Senado para dar explicaciones de los negocios de su esposa. Es la última bala que le queda a Feijóo. Si Sánchez no convoca elecciones anticipadas, nada parece indicar que sea así, hasta dentro de dos años el líder del PP no volverá a tener otra oportunidad ante las urnas.

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