Los comunes priorizan un acuerdo de izquierdas pero evitan exigir su entrada en el Govern
La nueva legislatura catalana
La formación de Jéssica Albiach trabajará por la investidura de Illa y admite “diferentes fórmulas” para hacer posible el acuerdo
Comuns Sumar modera sus perspectivas de cara a la investidura como consecuencia de la pérdida de dos diputados (de ocho a seis) en las elecciones del pasado domingo. Este descenso y la configuración de un hemiciclo escorado a la derecha les hace resituar sus expectativas y, de una clara posición a favor de entrar sí o sí en el nuevo Govern como condición para prestar sus votos en una eventual investidura de Salvador Illa, pasan ahora a priorizar un acuerdo de gobierno de izquierdas pero sin insistir en la exigencia de la coalición.
En rueda de prensa este martes, el portavoz del partido Joan Mena ha admitido que trabajarán por la investidura de Illa, pero ha señalado la posibilidad de que esto se traduzca en un acuerdo bajo “diferentes fórmulas”. “Queremos un acuerdo de izquierdas y priorizaremos los contenidos del acuerdo. Estamos en los contenidos y no nos planteamos si entraremos o no en el Govern”, ha explicado Mena.
Los comunes admiten ahora que existen "diferentes fórmulas que harían posible el acuerdo de izquierdas”
A pesar de que durante la campaña, la candidata Jéssica Albiach, había condicionado cualquier acuerdo a compartir responsabilidades ejecutivas, tras diferir los resultados los comunes sitúan de entrada el listón más abajo. El portavoz ha señalado que si bien el objetivo de cualquier formación política es entrar en el Govern para condicionar las políticas, “hasta que no se inicien las conversaciones” con el PSC “no sabremos las posibilidades” que hay. Por eso ha insistido en las "diferentes fórmulas que harían posible el acuerdo de izquierdas”.
Tampoco los comunes quieren renovar las condiciones que en campaña habían situado para aceptar esa coalición, entre las que se encontraban enterrar definitivamente el proyecto del Hard Rock en Tarragona, o medidas concretas en materia de vivienda. El partido mantiene esos objetivos pero prefiere explorar las posibilidades en una mesa de negociación, en lugar de trasladarlas “a través de los medios”.
"Puigdemont se equivoca al querer una repetición electoral”,
Comuns Sumar advierte de que solo hay una posibilidad real de gobierno, el que permitirían las fuerzas progresistas (junto a PSC y ERC), pero son conscientes de su peso y de que los republicanos aún necesitarán tiempo para aclarar su panorama. Por el contrario son muy críticos con el candidato de Junts, Carles Puigdemont, y su oferta de mayoría independentista. “Puigdemont debería entender que estamos en una nueva etapa” y “se equivoca al querer una repetición electoral”, ha reprochado Mena, quien incluso ha lamentado que el expresident no haya cumplido su palabra cuando dijo que dejaría la política si no ganaba “como sí ha hecho Aragonès”.
Para los comunes, los resultados del 12-M arrojan tres opciones: un gobierno de coalición de izquierdas, la “coalición del asfalto” (PSC-Junts) o una repetición electoral. Los de Albiach consideran que la estabilidad en Catalunya “solo puede venir de un giro a la izquierda” y se centrarán en un “acuerdo con contenidos”.
Autocrítica
La formación achaca los resultados a la “polarización”, al voto útil aglutinado por el PSC y a sus carencias en implantación territorial
La formación también ha hecho autocrítica de unos resultados electorales que no son los que esperaba. Achacan el descenso a tres factores: por una parte, la “polarización” que se ha dado en campaña fundamentalmente entre PSC y Junts, a la concentración del voto útil en torno al PSC, y a las carencias del partido en cuanto a implantación territorial. En el caso de Tarragona, este efecto es especialmente significativo puesto que allí han perdido el único diputado que tenían. Junto a estos factores, los comunes admiten que seguramente tampoco ha ayudado el “escenario de fragmentación” que se ha vivido con Podemos, así como la bandera del Hard Rock.
En este caso, los comunes siguen manteniendo su posición al respecto pero admiten que tal vez en Tarragona no ha sido un factor movilizador en su favor puesto que en la comarca puede que haya otras preocupaciones más acuciantes.