Alejandro Fernández: “Soy humilde, entiendo que no puedo salvar el mundo”
Entrevista
El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat habla con 'La Vanguardia' en la entrevista más personal de la campaña
Alejandro Fernández tiene 47 años, es de Tarragona, licenciado en Ciencias Políticas, casado y padre de tres hijas, María (18), Blanca (14) y –de su segundo matrimonio– Mar (7).
¿Qué sabe de sus abuelos?
Asturianos de las montañas.
¿Qué hacían sus padres?
Llegaron a Catalunya en 1974, con 25 años, a trabajar. Mi padre fue durante 20 años camionero de obras de carretera.
¿Qué le han legado?
Son mis héroes absolutos. Vinieron sin nada y sus hijos estudiamos en la universidad.
¿Qué recuerda de sus veranos de niñez?
Como los de Heidi , en la alta montaña de Asturias.
¿Qué quería ser de mayor?
Político. Desde los diez años.
¿En serio?
Mi madre era comunista. Mi padre, de derechas. Y desde muy niño les escuchaba debatir en casa, ante el Telediario .
En su dormitorio adolescente, ¿hubo pósters?
Epi y Laudrup. Y un póster de Metallica y uno muy grande del cantante Jim Morrison.
¿Lució usted melena?
Sí. ¡Ojalá la conservase!
¿Cómo ganó su primera peseta por sí mismo?
Trabajé con mi padre en la autovía del Baix Llobregat, con 19 años, ese verano. Y cuatro más.
¿Y cuándo entró en política?
Con 18 años recién cumplidos fui a la sede del Partido Popular de Tarragona y me afilié.
Padrazo entregado
Juego con Mar, mi hija pequeña: soy su caballito; ella es la profesora, yo el alumno”
¿Vive en piso o en chalet?
Una casita de dos plantas en una urbanización. Convivo con mi esposa y mi hija pequeña.
¿Algún animal doméstico?
No. No es lo mejor tenerlos en casa. Y menos si faltas mucho...
¿Qué le ilusiona al abrir los ojos cada mañana?
¡Echar a los indepes de la Generalitat!
¿Desayuna?
Poco. Café y alguna cosita.
Por la noche, al llegar a casa, ¿qué es lo primero que hace?
Jugar con Mar, mi hija pequeña. Yo soy el muñeco de mi hija.
¿Qué le pide su hijita Mar?
“¡Túmbate en el suelo!”, y se sube encima. Soy su caballito. Y soy su alumno: ella es profesora y yo soy un niño pequeño, Chenchín . Yo soy un alumno con dificultades. Y ella me enseña con paciencia. Y yo lloro si me sale mal. Me dice “dos más dos”, y yo, “seis”. Y lloro. Y ella se divierte.
¿Cena luego?
Poco.
¿Sabe cocinar algo?
Corto muy bien el jamón.
Si sale, ¿qué cóctel pide?
Un gin-tonic.
¿Le ha regalado usted algo a su mujer últimamente?
Zapatos y zapatillas que yo sé que van a ponerse de moda.
¿Entiende usted de zapatos?
¡Mucho!
¿Y ella qué le regala a usted?
Libros que me gustan, series... Y camisas bonitas. Aunque a mí solo me interesan los zapatos. Mire estos Lotus: 12 años...
¡Y parecen novísimos!
Porque los cuido muchísimo.
Sus favoritos son...
Unos Church, zapatos ingleses: cuestan 600 euros, ¡pero en internet los compré por 120 euros!
¿Odia usted algo?
Odio la crueldad con los niños. Es lo único que me altera.
¿Mataría?
No le puedo decir eso, pero la infancia es sagrada. A quien no tuvo infancia feliz... ¡se le nota!
¿A qué escuela va su hija?
A Lestonnac de Tarragona, una escuela concertada.
¿Qué querría que estudiara?
¡Canta muy bien!
Cambie algo de su cuerpo.
Bajaría unos kilos. Pero debes aceptarte, o tienes un problema.
¿Qué prefiere de su cuerpo?
Importa más la personalidad.
¿Cómo anda de humildad?
Humildad es que asumas que tú no podrás salvar el mundo.
Con no empeorarlo ya vale.
Algunos se creen salvadores.
¿Cuánto gana usted al año?
Noventa y pico mil.
¿Cuántas horas a la semana contrata servicio doméstico?
Tres días por semana; en total, entre seis y ocho horas.
¿Tiene segunda residencia?
No. Una casa heredada de mi padre en Asturias, hoy caída.
De sus posesiones, ¿de cuál le dolería más desprenderse?
De mis 2.000 discos. Y muchos libros y más películas: ¡me apenaría mucho desprenderme!
¿Qué haría si le tocasen hoy tres millones de euros?
Ayudaría a tres o cuatro personas cercanas. Y repararía la casa de mi padre en Asturias.
La salud, ¿bien?
Bien, no enfermo casi nunca.
La eutanasia, ¿a favor?
Si estás en plenitud de facultades y trasladas ese deseo, hay debate. Lo monstruoso es decidir por otro. ¡No hagas de Dios!
Por el aborto ni le pregunto.
Penalizar a la mujer no es la vía. Es básico tener información. Si a usted y a mí nos hubiesen abortado... ¡no estaríamos aquí!
¿Qué hay tras la muerte?
Yo soy creyente. Pero no soy capaz de darle con precisión una respuesta a esto. Y eso es la fe.
¿Reza?
Rezo cuando me va mal. Debería dar las gracias. Fallo en eso.
¿Bendice la mesa?
Lo hace mi hija pequeña. Y a veces rezamos juntos el padrenuestro, lo cantamos en catalán.
¿Medita?
No. No creo en eso, con respeto.
¿Ha pensado en su funeral?
Como a mi padre, me incinerarán y esparcirán mis cenizas en la montaña de Asturias.
¿Escucha a Alejandro Fernández, el cantante mexicano?
No. Mejor Rufus Wainwright.
¿Algún libro le ha marcado?
De niño, Moby Dick . Y Stefan Zweig: leí Momentos estelares de la humanidad a los 15 años. Y me encanta leer a Houellebecq.
¿Vamos al cine?
La gran belleza , de Sorrentino. Cronenberg, Lynch... Y nunca falla un western de los de John Ford o Howard Hawks.
¿Hace deporte?
He subido las montañas de más de 2.000 metros en España.
¿Qué viaje tiene pendiente?
China, Mongolia, Cáucaso...
¿Cuál es su droga favorita?
La fabada asturiana.
¿Probó algún porro?
“Todavía no”, decía Boris Johnson: es una divertida respuesta.
¿Probó sexo con varón?
Todavía no. Y yo creo que ya está bien la cosa como está.
¿Algún lema le ha inspirado?
“La lucha da sentido a la vida, no la victoria”, de Reagan.
De no ser catalán, ¿qué?
¡Yo soy muy tarraconense! Tarragona es una ciudad mágica. ¡Su luz es única ! Y sus playas...
¿Practica nudismo?
No es mi rollo.