23 de julio por la tarde. Todas las empresas demoscópicas dan una mayoría absoluta a PP y Vox. ¿Todas? ¡No! Una compañía gala se resiste al discurso general. Se trata de Cluster17, con sede en París, que basa su método en la clusterización, la segmentación político-ideológica de la sociedad a partir de 16 tribus políticas (clústers), de las que dio cuenta en estas páginas Gemma Saura el pasado 25 de junio.
Los franceses acertaron con gran exactitud los porcentajes de los cuatro principales partidos en liza, según una encuesta realizada aquel mismo día, que contiene más elementos de análisis.
Lee tambiénLas 16 ‘tribus’ políticas españolas
Uno de ellos es el frontal rechazo que inspiró entre los segmentos que conforman el electorado de izquierda la eventual formación de un gobierno de coalición entre PP y Vox a partir de los resultados.
Clústeres como los multiculturalistas y los progresistas, claramente inclinados a la izquierda, mostraron un rechazo del 100% a esta posibilidad mientras que otros como laboristas, antisistema, republicanos y socialdemócratas se acercaron mucho a este porcentaje, lo que se tradujo en un rechazo a esta alianza cercano al 100% de los votantes del PSOE y Sumar. No solo esto. Otros segmentos como conservadores, liberales y tradicionalistas, afectos a la derecha, se mostraron también reacios a ese pacto con porcentajes de entre el 34 y el 58%, lo que trasladado a los partidos llevó al 32% del electorado popular a rechazar en mayor o menor medida la coalición con Vox el mismo día de las elecciones.
Por contra, el rechazo a un gobierno de PSOE y Sumar, quizás porque las expectativas eran menores, no suscitó un rechazo tan absoluto entre la derecha con porcentajes entre los votantes del PP y de Vox por debajo del 90%.
El 20% de los votantes del PP y el 59% de los de Vox desaprobaron la ausencia de Feijóo del debate a tres
El trabajo de Cluster17 también confirma que el voto femenino fue clave para impedir la mayoría absoluta de los partidos de la derecha que pronosticaban las encuestas, toda vez que el 61% de las mujeres se decantaron por las fuerzas progresistas o nacionalistas periféricas.
Más variables: Los votantes de entre 18 y 24 años se decantaron mayoritariamente por estas mismas fuerzas (65%), mientras que los de entre 25 y 34 lo hicieron en un 58%. El voto de profesionales intermedios, obreros, artesanos y comerciantes e inactivos no jubilados, así como de los electores con rentas inferiores a los 2.000 euros mensuales se decantaron también por fuerzas progresistas y periféricas, partidos cuya papeleta depositó también el 76% de los votantes no creyentes, otro eje que fue clave para el desenlace final, según los encuestadores franceses.
El sondeo hace especial hincapié en el debate a tres en TVE que tuvo lugar en la parte final de la campaña al que acudieron Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Santiago Abascal, pero no Alberto Núñez Feijóo, quien había resultado vencedor del cara a cara con el presidente del Gobierno la semana anterior.
Lee tambiénLa izquierda se movilizó y el PP se desinfló los días previos a las elecciones
La decisión del líder del PP de no ir al debate recibió en la misma jornada electoral un altísimo nivel de desaprobación de los clústeres más inclinados a la izquierda pero también de segmentos proclives a la derecha como conservadores, antiasistencialistas y anti-intervencionistas, lo que llevó a que dos de cada diez votantes del PP reprobara la ausencia de su representante, proporción que se elevó a casi seis de cada diez votantes de Vox.
De hecho, ante la pregunta de si aquel debate sirvió para cambiar el voto, un 10% de los que eligieron la papeleta de Sumar afirmaron que sí, un porcentaje que cae al 7% entre los que votaron a los socialistas. Incluso el 4% de los que votaron al partido de Abascal cambiaron su elección por dicho programa. En cambio, solo el 2% de los que apostaron por el PP lo hicieron específicamente por el debate a tres.
Lee tambiénDescubre cuál es tu tribu política
La encuesta también preguntó por la obra de gobierno y de las respuestas se infiere que las dos cuestiones que más rechazo suscitaron fueron la ley trans, con notas por debajo del 1 entre los votantes del PP y de Vox y un 5,9 de los electores socialistas, y los indultos a los líderes independentistas catalanes, con parecidas notas del bloque conservador pero con la peor valoración de los votantes de Sumar, un 6,9, y la segunda peor de los del PSOE, un 6,1 .