Policías infiltrados en el narco: la operación de película que frenó la llegada de 2.000 kilos de coca

El cártel de los Boyacos

“Si Dios quiere ya esta semana atiendo sus hijos”, dice uno de los mensajes en clave interceptados

La operación culminó con detenciones cuando la droga se iba a mover en coches.

La operación culminó con detenciones cuando la droga se iba a mover en coches.

Policía Nacional

Esta historia comienza como podría hacerlo un capítulo de Narcos o Fariña: con un chivatazo. Además:

  • 2.000 kilos de coca ‘marcada’. Traducido en euros: 83 millones en el mercado
  • Cuatro agentes infiltrados: 'Gallo', 'Deba', 'Arba' y 'Avia'
  • Una operación entre Colombia, Miami, Vigo y Madrid

Las siguientes escenas describen esta operación de película. Todos los datos y la sucesión de hechos corresponden a la investigación, el juicio y la sentencia. 

Los Boyacos preparan una base en España

Capítulo 1 | Mensaje en clave: “Ya los niños están donde Julio el gallego”

Esa es la historia de cuatro policías infiltrados. Gallo, Deba, Arba y Avia, agentes encubiertos que desarticularon una organización de narcotraficantes colombianos del clan de los Boyacos que introdujeron dos toneladas de cocaína, por valor de 83 millones de euros a precio de mercado Un golpe de suerte del departamento norteamericano que lucha contra el tráfico de drogas (DEA) fue la mecha que inició esta: policías infiltrados, coca marcada, viaje en barco desde Colombia hasta Vigo, y toda una red de mentiras.

Todo arranca hace ocho años. El servicio contra el narcotráfico estadounidense -dependiente del Departamento de Justicia del Gobierno americano- ha incautado un alijo de dos toneladas de cocaína de un cártel colombiano, los Boyacos, que iba a ser trasladado en barco a España.

En vez de proceder a los arrestos de quienes trasladaban la mercancía y zanjar el asunto, la DEA se pone en contacto con la policía española. La cocaína tenía como origen algún punto de Colombia y como destino Vigo, donde se iba a hacer el intercambio. 

Entra en escena un juez de la ciudad gallega junto a la Fiscalía Antidroga, que autorizan una operación para fingir que el barco con la droga seguía su rumbo y así poder apresar a los responsables del cártel en España. Así, los agentes optan por iniciar una arriesgada operación para trasladar la coca a Vigo. Tienen que hacer creer a los capos del cártel que todo sigue su marcha, mientras infiltran a policías en la organización en España y dan con los enviados de la organización en Galicia. Lo que los policías sospechan es que el clan de los Boyacos está preparando una base española.

Se organiza durante seis meses el operativo. Lo primero, preparar la droga. Dos agentes se trasladan hasta las dependencias de la DEA, que custodia en Miami los fardos incautados. Se marca la coca para no perder su trazabilidad. Son 103 fardos envueltos con franjas de distintos colores y uno de mayor tamaño con una X de color negro. Ni los destinatarios en España ni los distribuidores saben nada.

Parte de los fardos de la operación.

Parte de los fardos de la operación.

Policía Nacional

Mientras que la droga debía estar viajando en un carguero cruzando el océano, en realidad sale de un aeropuerto de Miami hasta el de Madrid-Barajas, custodiada por un agente norteamericano y dos policías del Grupos de Respuesta contra el Crimen Organizado (Greco) de Galicia. Una vez aterrizada, se traslada hasta la Jefatura Superior de Policía de Galicia en A Coruña. Se almacena y custodia.

Así entra y sale la droga en España

Rutas de entrada y salida a España

Mayores productores y distribuidores

Puntos calientes

Galicia. Distribución de heroína a Portugal, Andalucía y dentro de la propia comunidad

Catalunya.

Salida de marihuana

al resto de Europa

Costa

de Galicia

FRANCIA

De Holanda procede la heroína que llega por carretera a Galicia

Costa

Brava

Levante

PORTUGAL

Huelva

Málaga

Costa del Sol

Algeciras. Puerto de entrada de la mayor parte de la droga

ARGELIA

MARRUECOS

150 km

Marruecos es el mayor proveedor de hachís y Sudamérica el de cocaína de España

El 30,5% de la cocaína se incautó en la C. Valenciana

El 13,2% de

la marihuana

se incautó en Catalunya

El 72,9% del hachís se incautó en Andalucía

El 16,4% de la heroína se incautó en Galicia

Así entra y sale la droga en España

Rutas de entrada y salida a España

Mayores productores y distribuidores

Puntos calientes

Galicia. Distribución de heroína a Portugal, Andalucía y dentro de la propia comunidad

Catalunya.

Salida de marihuana

al resto de Europa

Costa

de Galicia

FRANCIA

De Holanda procede la heroína que llega por carretera a Galicia

Costa

Brava

Levante

PORTUGAL

Huelva

Málaga

Costa del Sol

Algeciras. Puerto de entrada de la mayor parte de la droga

ARGELIA

MARRUECOS

150 km

Marruecos es el mayor proveedor de hachís y Sudamérica el de cocaína de España

El 30,5% de la cocaína se incautó en la C. Valenciana

El 13,2% de

la marihuana

se incautó en Catalunya

El 72,9% del hachís se incautó en Andalucía

El 16,4% de la heroína se incautó en Galicia

Así entra y sale la droga en España

Rutas de entrada y salida a España

Mayores productores y distribuidores

Puntos calientes

Holanda

Procedencia de la mayor parte de la heroína que llega por carretera a Galicia

Catalunya

Gracias a su ubicación se ha convertido en el punto de salida de marihuana

al resto de Europa

Costa

de Galicia

FRANCIA

Galicia

Centro logístico de distribución de heroína a Portugal, Andalucía y dentro de la propia comunidad

Costa

Brava

Barcelona

El 16,4% de la heroína se incautó en Galicia

El 13,2% de

la marihuana

se incautó en Catalunya

Levante

PORTUGAL

El 72,9% del hachís se incautó en Andalucía

El 30,5% de la cocaína se incautó en la C. Valenciana

Huelva

Málaga

Costa del Sol

Gibraltar

Algeciras

Lugar por donde entra la mayor parte de la droga a España. Siendo Marruecos el mayor proveedor de hachís y Sudamérica el de cocaína

Rabat

MARRUECOS

ARGELIA

150 km

En ese tiempo, los agentes infiltrados logran ganarse la confianza de los dos emisarios de los Boyacos que se han trasladado a España para controlar el desembarco y distribución de la mercancía. El plan del cártel colombiano es que la droga se reparta a la mitad entre dos de sus hombres, Julio Peñaranda –alias ‘El Loco’- y Ronal Alfredo Roa -conocido como ‘El Mono’-. Ambos tienen el encargo de venderla y colocarla en España.

Los agentes infiltrados logran encontrar una brecha para meter en la cabeza en la organización. Los colombianos necesitan gente que se encargue de mover la droga del barco a tierra y llevarla a un lugar seguro hasta pasarla a los nuevos nuevos compradores. Al buscar personal español que pudiera hacer el encargo fue donde se metieron los topos.

El 13 de febrero de 2017, Peñaranda recibe la noticia de sus superiores de que la mercancía ya está en tierra:

“Ya los niños están donde Julio el gallego” -dice el mensaje que lo certifica-.

La máquina comienza a funcionar.

Diez días para cerrar el negocio

Capítulo 2 | Ronal sigue los mismos pasos que 'El loco’

Julio, alias 'El Loco', va a contrarreloj: tiene que encontrar un sitio seguro para la droga y avisar a los compradores para que preparen el dinero.

“Le cuento que anoche coroné”- escribe en un mensaje a uno de sus socios-.

Ronal sigue los mismos pasos que ‘El Loco’. Se hace con teléfonos prepago nuevos para evitar dejar rastro. Se cita con los intermediarios y con los distribuidores, busca un sitio seguro y coches para el traslado. Tiene diez días para cerrar el negocio.

“Si Dios quiere ya esta semana atiendo sus hijos ...”-recibe en un mensaje uno de los socios-.

Por intermediarios comienzan a reunirse con personas que les pudieran hacer parte del trabajo. Aunque van recomendados, no se conocían de antes. Ahí es donde entra 'Gallo'. Se reúne con Ronal y la gente de su confianza para hacerse cargo de su partida y distribuirla.

El plan era que 'Gallo' moviera la droga desde el barco en una furgoneta con doble fondo. Caben hasta 150 kilos. 'El Mono' le da  todos los detalles.

  • El día estipulado le entregarán las llaves de una furgoneta para que la cargue con la droga. Ellos la recogerán después.
  • La tiene que entregar a dos gallegos y una persona del norte. El día indicado debe llegar con una gorra en la mano para que sepan reconocerlo.
  • Allí se le entregará un número de teléfono y sólo podrá usar WhatsApp para ponerse en contacto con otro número que le escribirán en una servilleta.

Pero antes del desembarco los colombianos quieren otra cosa de 'Gallo'. 

Sólo mensajes, nada de llamadas

Capítulo 3 | La droga hay que probarla

Los compradores exigen una prueba de la calidad de la droga así que el agente encubierto debe llevarles una muestra.

La rama de la organización dirigida por Peñaranda se haría cargo de 1.000 kilogramos de cocaína distribuidos en 50 fardos (20 kilos cada uno), mientras que la de Ronal se haría cargo de los 53 fardos (un total de 1.102 kilogramos).

Dos ramas, dos operaciones simultáneas. Mientras 'Gallo' se reunía con 'El Mono' en un restaurante de El Padrón, otro agente encubierto bajo el alias Arba se encontraba con Peñaranda -'El Loco'- en un restaurante del centro comercial A Laxe. Los agentes, que habían sido enviados desde la central de Madrid, estaban controlados en todo momento por otros policías del Greco Galicia.

Después de estas primeras reuniones, el juez de Vigo decide que entren en acción otros dos agentes encubiertos: Avia y Deba. Serán los encargados de llevar las muestras de droga. El jefe de los cuatro encubiertos deja constancia de todos sus movimientos. Tanto el magistrado como Antidroga son conocedores de cada detalle, cada avance.

En comisaría preparan dos paquetes de cocaína para poder enseñar muestras de la droga a los futuros compradores. Esa muestra volvería acto seguido a la oficina de Policía donde es custodiada tras finalizar su misión. Todo queda documentado.

El lugar del encuentro para llevar la muestra de la mercancía es un hotel de Santiago de Compostela. ‘Deba’ espera en una habitación. Uno de los hombres del comprador aparece en el cuarto. Se pone unos guantes de plástico y abre con una navaja la bolsa donde se guarda la coca. Algo no le convence. La droga no le parece del todo buena: su escaso olor, su logo o marca, hay algo que le falla. Pide más tiempo para comprobar su calidad. Se guarda una muestra y abandona el hotel, con cuidado de no dejar ninguna huella en la habitación.

Antes de marcharse deja una tarjeta telefónica en el sofá. Allí sería donde le llamaría para seguir con la operación. Y una vez más la misma advertencia: sólo mensajes, nada de llamadas.

Con la otra rama, la de Ronal, los pasos son similares. Quedada en un lugar, público, de ahí traslado a un hotel, donde en una habitación se haría la prueba de la mercancía:

“Confirmado, pasado mañana inaugura la disco”

La prueba de la calidad queda superada. 

Quedada en el centro comercial

Capítulo 4 | Coge las llaves del coche y corre si puedes

Lo siguiente es la entrega por parte de la organización de los coches caleteados para esconder la droga dentro sin ser detectada. En esta ocasión el encuentro es en un centro comercial de Vigo. ‘Arba’ sería el encargado de recogerlos. Se hace la entrega de llaves en una cafetería. El coche está aparcado en el parking. El propio Peñaranda acude a dar las instrucciones: dónde están los compartimentos ocultos, el modo de abrirlos y la cantidad de droga que hay que colocar en cada uno de ellos, un total de 60 kilogramos de cocaína. Le entrega las llaves y el ticket del aparcamiento, en el que figura la matrícula del vehículo. Por último, una advertencia clara: la carga debe hacerse lo antes posible.

Misma operativa con Ronal. Aparecen al encuentro Gallo, Deba y Avia.

Todo sale sin sobresaltos así que había llegado el momento. Día elegido, el 27 de febrero de 2017. La Policía carga los coches caleteados con paquetes de sustancia inocua sustitutiva de la droga per en paquetes idénticos que los originales. La Policía se queda sin esa sustancia simulada así que otra parte la tiene que ocupar con ladrillos de la misma cocaína intervenida custodiada. 

Una vez que los coches están listos, Gallo, Deba, Arba y Avia se ponen en marcha. Dos de los coches se dirigen al aparcamiento fijado y acuden al punto de encuentro a dar las llaves a Peñaranda. Éste, acompañado de su hombre de confianza y su mujer, además de los dos destinatarios finales de la droga, salen del establecimiento. A la salida del centro, se ven rodeados de policías que proceden a su detención. Cuando es arrestado lleva las llaves de los coches con mil kilos de cocaína.

En paralelo, uno de los hombre de Ronal se da cuenta que algo no marcha bien envía un mensaje a uno de los encubiertos con el que había quedado para hacer el intercambio:

No voy a la cita, todo muy mal, tenéis compañía muy fuerte, déjalo” 

Para no levantar sospechas, el agente le dice que también se marcha. J.M. no vuelve a dar noticias por lo que la entrega no pudo hacerse.

Éste desaparece pero Ronal, que no tiene noticias de tales sospechas, continúa con el plan. Queda con Gallo en un hotel de Padrón (La Coruña) para devolverle las llaves de los coches ya cargados. En el momento que se las da aparecen varios agentes y detienen al colombiano y a sus hombres, además de simular el arresto de los encubiertos. El alijo completo de droga estaba compuesto por un total de 2.091 paquetes, que arrojaron un peso neto total de 2.095,91 kilogramos de cocaína por valor de 83,4 millones de euros. 

La operación es todo un éxito. Los agentes logran salir ilesos y los narcos detenidos. Se iban a pasar varios años en la sombra. 

Escondite para la droga en uno de los vehículos.

Escondite para la droga en uno de los vehículos.

Policía Nacional

Quién dio las órdenes

Capítulo 5 | Prisión y un cabo suelto

Seis años después, el 21 de febrero de 2023, arrancó el juicio. Peñaranda reconoció los hechos y su participación, por lo que ha sido condenado por la Audiencia Nacional a ocho años de cárcel por un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud (cocaína), en cantidad de notoria importancia, con pertenencia a organización criminal, y en conductas de extrema gravedad. Ronal, por los mismos delitos, a 10 años de cárcel. En total, 15 condenados sin que se haya logrado saber quiénes dieron las órdenes desde Colombia.

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