Era un barrunto, después de diversos excesos verbales de las formaciones de la derecha en el hemiciclo contra la ministra de Igualdad, Irene Montero, en los últimos días, que la comparecencia de hoy de la ministra en el pleno de presupuestos podía estar cargada de tensión. Pero ni en los pronósticos más pesimistas se preveía una colección de alusiones personales denigratorias como la que la diputada de Vox, Carla Toscano, le dedicó en el plenario. Montero pidió que no fueran retiradas del acta, para que constaran como testimonio de la violencia de la ultraderecha y puso en pie a los grupos parlamentarios progresistas de la cámara.
La intervención de Toscana empezó con un “libertadora de violadores”, y de ahí la diputada fue hozando en alusiones infamantes, varias de ellas referidas a su vida personal, sin que el vicepresidente de la Cámara, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, en ese momento al frente de la sesión, la interrumpiera ni la llamara al orden. Fueron las protestas de los diputados de Unidas Podemos, golpeando el escaño, y luego de otros grupos, lo que obligó a Gómez de Celis a intervenir, cuando ya el alboroto era patente, anunciando la retirada de las alusiones de Toscano del acta y llamándola por primera vez al orden.
“Quiero solicitar que se incorpore al diario de sesiones la violencia política que se está ejerciendo”, reclamó la ministra Montero
Montero, intervino desde su escaño, entre lágrimas, para pedir lo contrario al presidente de la sesión: que quedara constancia. “Quiero solicitar que se incorpore al diario de sesiones la violencia política que se está ejerciendo en este momento en la sede de la soberanía popular para que no se borre, para que después de mí no venga ninguna, para que todo el mundo pueda recordar la violencia política y a quienes la ejercen. Y también para que se pueda saber que las feministas y las demócratas somos más y les vamos a parar los pies a esta banda de fascistas con más derechos”, concluyó Montero entre los aplausos, en pie, de los parlamentarios del PSOE, de Unidas Podemos y del resto de grupos, con la excepción de los partidos de la derecha parlamentaria.
Montero recibió también de inmediato la solidaridad de la diputada socialista Laura Berja, que intervenía a continuación y que subrayó que Carla Toscano no era “digna de la cámara”. Y en los siguientes minutos, el apoyo de sus compañeras en el consejo de ministros, la vicepresidenta Yolanda Díaz, la ministra de Educación, Pilar Alegría, y la de Hacienda, María Jesús Montero, a través de las redes sociales.
El desahogo de la diputada de Vox ensordeció las críticas políticas, muy broncas, que dirigió a la ministra de Igualdad la diputada del PP Margarita Prohens, que también empleo la descalificación personal y pidió la dimisión de Montero, pero en términos menos gravosos que las infamias que vertería luego la parlamentaria de la ultraderecha. La intervención de Sara Jiménez, de Ciudadanos, fue también muy dura, pero la diputada de la formación naranja se cuidó salpicar su discurso de alusiones personales.
El pasaje de la sesión de presupuestos era la primera intervención de Irene Montero ante el pleno desde el estallido de la controversia en torno a la aplicación de la ley integral contra las violencias sexuales, y se preveía difícil para la ministra, pero la desmesura de la derecha, paradójicamente, acabó convertida en un acto de desagravio y refrendo de la ministra en su momento más delicado.
Reacciones a los insultos de Vox
Por su parte. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha condenado las palabras de la diputada de Vox, Carla Toscano, a Irene Montero en el Congreso. "Estamos juntos contra la violencia machista. Negarla es una forma de ejercerla. Subirla a la tribuna del Congreso es cruzar una línea intolerable. Seguiremos adelante con convicción y determinación. Todo mi apoyo, Irene Montero", ha señalado en un mensaje en Twitter.
La Secretaria General del Partido Popular, Cuca Gamarra, se ha sumado a las reacciones y ha exigido, además, el cese de la ministra de Igualdad, Irene Montero.
"La ministra Montero debe asumir responsabilidades políticas por una Ley que tiene unos efectos nefastos, de los que le advertimos, pero nadie tiene derecho a ofenderla y entrar en su vida personal. Ni en la suya, ni en la de nadie. El respeto es imprescindible en política", comenta en una publicación en su cuenta de Twitter.
"Es intolerable que se profieran insultos y ataques machistas a Montero en el Congreso", así de contundente, ha sentenciado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. "No todo vale en política. Nuestro país es mucho mejor que el partido del odio", ha comentado esta tarde en Twitter.