Carla Antonelli, exdiputada socialista en la Asamblea de Madrid y activista transexual, ha solicitado su baja como militante del PSOE por sus diferencias con la tramitación de la conocida como ‘ley trans', según ha informado este martes en sus redes sociales. La decisión se enmarca en el profundo debate interno en las filas socialistas en torno a esta norma y la decisión del grupo de solicitar una nueva ampliación de los plazos de enmiendas.
“Fui, soy y seré socialista, donde quiera que esté y cual sea el ámbito de la vida” por lo que reconoce que le produce un “inmenso y profundo dolor dejar a la formación política para la que ha pedido el voto desde hace 45 años".
Antonelli explica que no lo hizo “cuando se inició este delirio y odio desatado en contra de los derechos de las personas trans hace ya dos años y medio” y sí ahora porque “hay gotas que colman los vasos llenos y a punto de rebosar”.
En el comunicado publicado indica que no tomó antes la decisión porque “había que pelearlo hasta que fuera Ley, al igual que hice en 2007 con la norma primigenia de Identidad de Género". Recuerda que entonces tuvo anunciar una huelga de hambre en protesta "ante la indolencia de que no se quisiera llevar a trámite a pesar de ser un compromiso electoral”.
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Lo hace ahora, explica, “ante la nueva maniobra de ampliar los plazos de enmiendas hasta diciembre con el amago de más recortes en la Ley". Una situación que, a su entender, llevaría el debate al próximo año "ya inmersos en las elecciones autonómicas y municipales". Este escenario entiende que podría dar pie a "nuevos retrasos" con el fin de la legislatura muy cercano. Apunta así a la posibilidad de que el proyecto de ley decaiga.
Feministas del PSOE se mostraron en contra de la decisión de Montero de tramitar la ley por el procedimiento de urgencia
El grupo Socialista ha solicitado una nueva ampliación del plazo de presentación de enmiendas en un escenario donde convergen los puntos de vista encontrados en la formación en torno a esta ley. Y, asimismo, el rechazo desde sectores del feminismo representados en el PSOE ante la decisión de la ministra de Igualdad, Irene Montero, de tramitar el texto legislativo por la vía de urgencia.
Desde que Igualdad llevó al Consejo de Ministros el primer texto del proyecto en 2021 se reavivó un debate entre los socios de coalición impulsado sobre todo por el feminismo clásico que ponía en entredicho algunos aspectos claves. Especialmente, la libre determinación del sexo registral al entender que esta "libre elección" sin requisitos previos supone el "borrado" de las mujeres y las causas de la discriminación, basadas en el hecho biológico de haber nacido mujer. Asimismo, el feminismo que se opone, encabezado en el PSOE por la ex vicepresidenta Carmen Calvo, advierte de que la defensa de la identidad de género puede llevar a muchos menores a iniciar procesos de transición sin ser transexuales, y por tanto a procesos médicos irreversibles.
La libre elección del sexo registral y la infancia siguen siendo los dos grandes puntos de desencuentro
El Consejo de Ministros aprobó finalmente el proyecto de ley el pasado mes de junio y Montero decidió tramitarlo de urgencia para garantizar su aprobación en esta legislatura. La ministra señaló entonces que su decisión, que acorta a la mitad los plazos, se basa en la proliferación de los discursos y delitos de odio contra el colectivo LGTBI. El proyecto de ley representa, entre los diferentes avances que aplaude este colectivo, un paso fundamental para que el cambio de sexo en los registros se realice libremente, sin tutelas y, sobre todo, sin ningún informe médico o psicológico "patologizante".
Desde buena parte del feminismo socialista se lamentó que este trámite de urgencia vaya a hurtar un debate sosegado sobre una ley compleja, que pone en jaque sobre todo la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, y los derechos de la infancia. El objetivo de Montero es lograr que la ley esté aprobada en diciembre.
Montero lamenta la ampliación de plazos, que traslada el debate a finales de mes
En el debate celebrado en el Congreso, los socialistas rechazaron las enmiendas a la totalidad a la ley trans pero se reservaron la posibilidad de introducir enmiendas en el trámite en comisión, sin especificar en qué apartados. La petición de un nuevo aplazamiento (se han realizado dos) en la presentación de enmiendas se ha aprobado hoy en la Mesa de Congreso. La ministra Irene Montero lo ha calificado de "mala noticia" ya que sitúa el debate a finales de mes.
El anuncio de Antonelli refleja por tanto no sólo la diferencias entre colectivos LGTBI y el feminismo clásico, sino también en el seno de las filas socialistas.
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