"La situación es grave y hay que hablarlo cara a cara". Esta fue la petición formulada por el presidente de la Generalitat el pasado 6 de mayo al presidente del Gobierno en Barcelona tras estallar pocas semanas antes el escándalo del espionaje a líderes independentistas y su entorno con el programa espía Pegasus. Un mes y medio después, Pedro Sánchez y Pere Aragonès aún siguen sin cerrar su encuentro. Pero, entre tanto, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se reunirá mañana en Madrid con la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, según ha podido saber La Vanguardia, con la idea de cerrar una reunión entre los dos presidentes seguramente antes de las vacaciones de verano.
El Govern acude con el ánimo de abordar la situación de bloqueo ente los dos ejecutivos, sobre todo a raíz del caso Pegasus y una acumulación de hechos en las últimas semanas que han minado y deteriorado sobremanera la confianza de Aragonès respecto a Sánchez, y "la carpeta de la represión". Además, la Generalitat quiere garantías de que no se repitan casos de espionaje como el destapado por Citizen lab, o la escasez de inversión presupuestaria en Catalunya en el 2021 admitida por el propio Ministerio de Hacienda. En todo caso, el Govern incide que no será "un retorno a la normalidad".
El Govern acude a la cita con el ánimo de abordar la situación de bloque, pero asegura que en ningún caso será "un retorno a la normalidad"
La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha asegurado que "el inmovilismo no es una opción". Así las cosas, Plaja ha afirmado que el Ejecutivo catalán profesa escasa confianza a Pedro Sánchez tras el escándalo del espionaje: "La palabra que más se aleje a satisfacción es lo que ahora mismo tiene el Govern respecto a cuáles han sido las explicaciones y las respuestas que ha dado el Gobierno español sobre el Catalangate".
La cita se producirá apenas tres días después de las elecciones autonómicas andaluzas, que se saldaron con una severa derrota del PSOE, tras la que Sánchez busca retomar la iniciativa y "pisar el acelerador" del Gobierno, y justo en el primer aniversario de la concesión de los indultos a los líderes independentistas condenados por el procés. Una de las decisiones de mayor calado político del mandato del jefe del Ejecutivo, y su gran apuesta para encarrilar la "agenda del reencuentro" en Catalunya.
"Hay que resolver la situación", respondió Sánchez a Aragonès aquel 6 de mayo durante los actos organizados por el Cercle d’Economia para entregar un premio a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y en plena crisis por el llamado Catalangate, para acceder a mantener un cara a cara que se ha hecho esperar mñas de lo debido al parecer del Govern. Las elecciones ya convocadas entonces en Andalucía y celebradas este domingo dilataron la posibilidad del encuentro.
Fuentes de la Moncloa han confirmado la cita que tendrá lugar a las 16:00 horas en la sede del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Tras el encuentro el ministro atenderá a los medios de comunicación, a partir de las 18:30 horas.
Relaciones congeladas
A raíz de la crisis del espionaje las relaciones entre ambos gobiernos quedaron congeladas y los desencuentros han sido constantes, algo que se agravó tras conocerse a finales de mayo los datos de la ejecución presupuestaria del 2021 que mostraban un porcentaje inusualmente bajo en Catalunya (36%) frente a uno muy alto de Madrid (184%), lo que se traducía en una inversión de 740 millones de euros para la primera por 2.086 millones para la segunda.
En paralelo, el Gobierno ha visto como uno de sus principales socios, ERC, se desentendía de una ley emblemática como la audiovisual, que los republicanos habían puesto como condición para apoyar los presupuestos de este año. La norma fue tramitada gracias a la abstención del PP tras introducirse una enmienda que abría el abanico de las productoras que se consideran 'independientes' para incluir las que trabajan para los grandes grupos mediáticos.
Los problemas
Leyes, presupuestos, mesa de diálogo y Juegos Olímpicos
El Ejecutivo de Sánchez además es consciente de que la situación tensa con ERC deja en el aire la tramitación parlamentaria de otros proyectos claves de la coalición de Gobierno como son la ley ‘mordaza’, la de Vivienda o la de Memoria Democrática. Al tiempo, pone cuesta arriba un eventual respaldo de los republicanos al proyecto de presupuestos generales del Estado para el 2023, que el Gobierno ya está elaborando.
Otra cuestión que dificulta la relación entre ambos gobiernos y en particular la relación entre socialistas y republicanos son los nulos avances en la mesa de diálogo para resolver el conflicto de Catalunya que, tras reunirse a mediados de septiembre con el compromiso de volver a hacerlo a principios de año, no han permitido una nueva reunión. Las elecciones en Castilla y León en febrero y las recientes andaluzas tampoco han ayudado a este foro, que desde muchos sectores independentistas ya dan por muerto y enterrado.
El casi seguro fiasco de la candidatura de los Pirineos para organizar los Juegos Olímpicos de invierno del 2030 por la negativa del presidente aragonés, el socialista Javier Lambán, a aceptar el acuerdo tomado por la comisión técnica con la excusa de que el esquí alpino se concentra en las estaciones gerundenses de La Molina y La Masella es otro de los factores que envenena la relación entre las dos partes.
La cuestión catalana
Junts en contra de retomar las relaciones con el Gobierno
Sobre la reunión anunciada entre la consellera Laura Vilagrà y el ministro Félix Bolaños, Albert Batet, presidente del grupo parlamentario de JxCat, ha señalado este martes que su grupo no tenía constancia de la misma, aunque Pere Aragonès ha informado esta mañana a los consellers en Palau, y ha lamentado que no se le haya informado en los órganos de coordinación que se reunieron ayer, donde se estrenaron Laura Borràs y Jordi Turull en el 4x4, junto al vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, y el propio Batet.
"El PSOE tiene mucha prisa por rehacer sus mayorías parlamentarias después de la derrota estrepitosa de las elecciones andaluzas". "Estamos donde estábamos, las relaciones continúan congeladas porque Pedro Sánchez no ha hecho nada para aclarar el espionaje con Pegasus a los líderes independentistas, en el Catalangate", ha añadido Batet, que ha recordado que así se acordó en una moción parlamentaria.
"Estamos donde estábamos porque mantenemos el escepticismo sobre los resultados del acuerdo entre ERC y PSOE, que es cero de momento en la mesa de diálogo, en infraestructuras o en Netflix", ha continuado Batet, que ha sentenciado en alusión a los republicanos que "algunos quieren pasar de la mesa de diálogo a la mesita". "Aquí ya no cabemos nosotros y no participaremos", ha concluido el dirigente de Junts, quien ha insistido en que haya coordinación en el Congreso y un frente común independentista.
Batet también ha señalado que los consellers de su formación no se reúnen con los ministros, aunque Jaume Giró se vio el otro día de forma breve con Nadia Calviño para hablar del futuro de Celsa en un foro organizado por AstraZeneca.