Josep Rull presentará un programa de entrevistas con expresidiarios y presos, en el que volverá a la cárcel de Lledoners. Cel·la 61, por la celda que tenía en el centro penitenciario del Bages, se estrena el martes de la semana que viene en 8TV.
El exconseller de Territori i Sostenibilitat, que estuvo encarcelado un mes en el 2017 y después desde marzo del 2018 hasta junio del 2021, en las prisiones de Estremera, Soto del Real y Lledoners, entrevistará a expresidiarios, a presos comunes que todavía cumplen condena y también a algunos de los dirigentes políticos que fueron condenados por el procés en el Tribunal Supremo: a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y al exconseller de la Presidència, Jordi Turull.
Este último fue su compañero de celda y con quien compartió más vivencias en prisión. Por su parte, Forcadell ha vivido una experiencia diferente a la de ellos ya que ha estado en dos prisiones de mujeres y en dos módulos de mujeres de otras dos prisiones de hombres, en las que las situaciones son muy diferentes. A ambos les entrevistará en la Modelo dejando de lado las connotaciones políticas y la actualidad. Otras entrevistas serán en el lugar habitual de residencia de los entrevistados o en las cárceles que han estado.
Con este programa, en el que más que una entrevista habrá una conversación con gente a la que considera “compañeros de vida”, Rull trata de “abrir un poco las prisiones” a la sociedad y defiende la premisa de que tras los barrotes hay “toneladas de humanidad”, y que cuando pasas por la cárcel “se rompen los prejuicios, los clichés y las apariencias”. En los centros penitenciarios, explica, compartieron experiencias con gente de todo tipo, con empresarios, con gente joven, con gente mayor… que pagan por los “errores” cometidos. “Hay gente con vidas de mierda” y eso no se ve, destaca.
En Cel·la 61 habrá diez entrevistas: seis a presos comunes, dos a dirigentes políticos y otras dos a funcionarios, a un uniformado y a personal de tratamiento, encargado de las actividades culturales, como el teatro, que en la prisión, señala el exconseller, es muy útil. “Ayuda a recuperar la autoestima”, sostiene. “La idea es poner rostro humano a la cárcel y explicar cómo se vive”, resume Rull, que sigue trabajando en Mútua Terrassa y hará este programa de forma “puntual y efímera”.
La idea es poner rostro humano a la cárcel y explicar cómo se vive
Interrogado sobre qué cosas cambiaría tras su paso por la cárcel, el exconseller señala que conviene “potenciar los tratamientos menos rígidos”, ya que muchas veces son "los más poderosos". Pone de ejemplo las actividades de teatro, en la que los presos se vuelcan y se vacían, o el diálogo socrático, que permite a las personas evolucionar. “Son tratamientos consistentes”, aunque no sean los más extendidos, apunta.
El exconseller también advierte que hay una diferencia entre las personas con recursos y las que no tienen en cuanto al derecho penitenciario y las posibilidades de salir a la calle. “Muchas veces tener un abogado penitenciario ayuda a salir antes de la cárcel, ya que la fiscalía recurre casi todo lo que le llega de las juntas de tratamiento y hay pocos abogados de oficio especializados en esa materia”, afirma. “Falta acompañamiento legal para escapar de la telaraña legal”, recalca.
Otro aspecto en el que incidiría el exconseller es en el acompañamiento una vez se sale de prisión, ya que hay gente que pasa angustia tras haber estado muchos años entre rejas.