Dos de los socios habituales del Gobierno, ERC y EH Bildu, han dado este jueves un paso más para alejarse del Ejecutivo respecto a la reforma laboral pactada entre los agentes sociales y que debería convalidarse en el Congreso en apenas una semana al exigir "cambios sustanciales" para dar su apoyo a la misma. Y lo han hecho de la mano de otras formaciones de izquierdas e independentistas que no suelen dar su apoyo a Pedro Sánchez como son la CUP y BNG.
Así, ERC, EH Bildu, CUP y BNG se han mostrado abiertos a dialogar con el Gobierno sobre la reforma laboral, que consideran "totalmente insuficiente", si el Ejecutivo acepta sus exigencias que no son otras que una "derogación" de la reforma laboral del PP y una negociación "ambiciosa" que vaya más allá de lo pactado entre la patronal y los sindicatos para "restituir los derechos laborales básicos arrebatados mediante la
reforma laboral del 2012". Representantes de las cuatro formaciones han comparecido en una rueda de prensa conjunta en la Cámara Baja para reclamar al Ejecutivo que acepte ya tramitar el decreto como proyecto de ley para introducir enmiendas, algo que el Gobierno rechaza por el temor de que la CEOE de descuelgue del acuerdo si se modifica el texto acordado.
El Gobierno no tiene garantizado el apoyo a la reforma laboral
La declaración conjunta reclama que el Gobierno "cumpla la palabra dada a los trabajadores" y exige una transformación completa del mercado de trabajo, en un momento en que el Gobierno no tiene garantizados los apoyos para convalidar el decreto y redobla sus esfuerzos para atraerse en particular los 13 diputados republicanos.
El Gobierno ya da por descontado que no tendrá el apoyo de los otras tres formaciones, pero la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se entrevistó ayer con el conseller de Empresa de la Generalitat, Roger Torrent, para explorar las posibilidades de que ERC dé marcha atrás en su intención de no apoyar el decreto del Ejecutivo el próximo 3 de febrero.
Si no hay mejoras sustanciales en la reforma, ERC votará no
El diputado de ERC Jordi Salvador ha dejado claro que su formación busca abrir una negociación que el Ejecutivo hasta ahora ha negado, pero ya ha advertido de que "si no hay mejoras sustanciales en la reforma, ERC votará no" . Salvador criticó que el Ejecutivo pida a ERC que "vote ciegamente" a favor de la reforma laboral sin estar dispuesto a realizar una negociación con las formaciones. Recordó que su grupo representa electores y pidió "respeto" por la tramitación parlamentaria. "El problema está en que el PSOE no hace, sino que se le obliga", ha dicho, y ERC está dispuesta a "negociar" y "cambiar" la ley mediante una "negociación".
El diputado de ERC lamentó que algunos sectores del Ejecutivo hayan "vetado" cualquier posibilidad de negociación. En este sentido, afirmó que pese a que "hay un intento" por parte de la vicepresidenta Yolanda Díaz de realizar "intercambios" de "propuestas" y "llegar acuerdos", hay otros miembros del ejecutivo que no están dispuestos a introducir modificaciones.
"Si no hemos cerrado la puerta de repente el primer día es porque detrás de las leyes hay personas, y porque hay algunas cosas que se han tocado que son buenas, pero a partir de ahí si no hay mejoras sustanciales nuestra posición puede ser el no", ha dicho.
Las exigencias de los partidos de las izquierdas independentistas, a las que no se ha sumado ni PNV ni Más País/Compromís, son conocidas: la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales, recuperar la autorización administrativa previa para los ERTE, medidas para atajar la precariedad y limitar estrictamente los descuelgues salariales, recuperar las indemnizaciones por despido de 45 días, limitar la posibilidad de que la empresa movilice geográficamente a los empleados y establecer medidas para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.