ERC se afana para formar Govern y anuncia negociaciones inminentes
14-F
Vilalta, Jové, Sabrià y Vilagrà tendrán el primer encuentro con la CUP
Ayer se volvieron a ver en persona la número uno de la lista por Lleida, Marta Vilalta, y el presidenciable Pere Aragonès
El “tenemos prisa” de los años más acelerados del proceso independentista se lo ha apropiado ahora Esquerra para apremiar a las formaciones soberanistas a conformar un Govern. ERC no quiere perder tiempo. Cree que hay una crisis social y económica provocada por la pandemia que hay que resolver de inmediato. Pero también es cierto que esa ansia viene dada por el hecho de que es la primera vez desde que se restableció la democracia que tiene casi todas las posibilidades de liderar la Generalitat. Por tanto, ayer la portavoz y secretaria general adjunta de los republicanos, Marta Vilalta, anunció que “de manera inminente” se sentarán en la mesa con Junts, los comunes y la CUP e intentar convencerlos para que formen parte del próximo ejecutivo catalán.
Ayer por la tarde, la ejecutiva de ERC se reunió para definir su equipo negociador: Marta Vilalta, Josep Maria Jové, Sergi Sabrià y Laura Vilagrà. Empezarán la ronda de contactos con la CUP para continuar después con Junts y los comunes.
El nuevo ejecutivo
Esquerra se empeña en la vía amplia: “Lo probaremos todo para hacerlo posible”
Tendrán mucho trabajo una vez formado. Las promesas en campaña parece que se mantienen una vez celebradas las elecciones. Laura Borràs, candidata por Junts, y Jéssica Albiach, número uno por Barcelona por los comunes coincidían en RAC1 en vetarse la una a la otra. La primera volvió a dejar claro que Pere Aragonès tendrá su apoyo siempre y cuando el Govern que tenga en mente el presidenciable de ERC sea “ netamente independentista”. Acerca la investidura al republicano, pero es una opción que lamina la vía amplia de ERC y que dificulta sobremanera la tarea de sus negociadores.
También Aragonès afianzó lo dicho durante la campaña: no hay ninguna posibilidad de Govern con los socialistas.
Así, los vetos cruzados entre soberanistas siguen en pie. Vilalta quiso ver el vaso medio lleno y recordó que en el Parlament habrá 82 diputados de 135 “a favor de la amnistía y la autodeterminación” y se mostró convencida de que, a pesar de las diferencias, se conseguirá un Govern con ERC, Junts, la CUP y los comunes, bajo la batuta de Aragonès.
“Lo probaremos todo para hacerlo posible,” dijo Vilalta, que al mismo tiempo insistía que Esquerra “es el único que no pone vetos”, razón por la cual consideró que solo Aragonès puede trabajar para tejer grandes consensos entre los soberanistas.
Los resultados, con 82 escaños soberanistas y 74 de ellos independentistas, son también un mensaje para Pedro Sánchez, según la opinión de la republicana. “No se puede seguir obviando lo que defiende la inmensa mayoría de los ciudadanos de nuestro país”, aseguró la portavoz. ERC consiguió mediante una moción en el Congreso arrancar al PSOE su compromiso para volver a la mesa de negociación entre gobiernos, que celebró su primera y única reunión el 26 de febrero del 2020. La republicana urgió a volver a ella, pero ERC parece tener claro que una nueva cita se tiene que dar solo cuando haya Govern.
Sin embargo, para los republicanos el recurso que la Fiscalía ha presentado para que se revoque el tercer grado a los condenados a prisión por el 1-O empaña esta voluntad de diálogo. “Ya sabemos de quién depende la Fiscalía”, denunció Vilalta. “Es la respuesta del Estado vengativo” a la victoria el 14-F del independentismo. “Como no nos ganaron en las urnas intentan ganarnos por la vía de la represión y de la injusticia a modo de venganza”, añadió la portavoz de ERC antes de afirmar: “No han entendido nada; no se saldrán con la suya”.
Con su intento de presionar al PSOE los de Oriol Junqueras siguen el tono de campaña en la que ERC ha exprimido las críticas al PSC. De hecho, el primer objetivo, antes que el de superar a Salvador Illa, era adelantar a Junts. “Misión cumplida”, reconocen los republicanos. Por mucho que Junts haya conseguido ganar en 562 municipios y ERC en 261, los republicanos han conseguido sacar poco más de 32.000 votos de diferencia con los de Carles Puigdemont –el 2017 JxCat sumó más 12.000 sufragios que ERC– y van comiendo terreno en las provincias de Barcelona y Tarragona, que es donde más población hay y, por tanto, donde más escaños hay en juego (85 en Barcelona, 18 en Tarragona). También es significativa la consolidación de ERC como segunda fuerza en el cinturón rojo.
En la circunscripción de Lleida igualaron en escaños, cinco, pero Junts se lleva el primer lugar por número de votos. En cambio, Girona se resiste para los republicanos, donde los de Borràs han conseguido siete diputados, por cuatro ERC.
Deducir de dónde ha conseguido arañar votos Esquerra con su apuesta por la vía amplia a la independencia es un trabajo para politólogos. A primera vista, a la voluntad del partido de conformar un Govern con todo el soberanismo ha ayudado el picar un poco por aquí y un poco por allá. En este afán de abrazarlos a todos a los republicanos se les ha escurrido entre los brazos el PDECat, que no ha conseguido representación parlamentaria. Y en su empuje para captar el voto de uno y otro partido, más de uno de los cuadros de ERC se revolvió en su silla cuando en un acto de campaña en Girona Dolors Bassa invitó a “aquellos a que se sientan de centro o de izquierdas que voten a ERC”. “De centro”, murmuraban...