Los atentados de a Rambla y Cambrils del 17 de agosto de 2017 no estuvieron organizados directamente por el DAESH pero lo reivindicaron y señaló a los autores como soldados del Estado Islámico. Según explicaron expertos de los Mossos d’Esquadra ante el tribunal que juzga a dos presuntos miembros de la célula de Ripoll y un presunto colaborador, los atentados sí formaban parte del movimiento yihadista global. Sin embargo, los autores no estaban integrados en la organización DAESH sino que formaba parte de una “red de base”, terroristas individuales que actúan por su cuenta pero bajo las consignas de la organización terrorista.
“Este tipo de células asumen las ideas del DAESH y actúan en la medida de sus posibilidades en el yihadismo global”, apuntó uno de los peritos responsables de analizar los comunicados que realizó la organización tras los atentados. La primera reivindicación se produjo pocas horas después de la masacre. Ya entonces se decía que los autores eran soldados del Estado Islámico y que habían ejecutado la operación por ser España uno de los países de la alianza contra Siria e Irak.
“Esa primera reivindicación fue un comunicado para poner el sello de la asunción de los atentados del 17-A”, indicaron los peritos. Dos días después, se produjo una segunda comunicación, todos ellos a través de medios afines al DAESH. “En ese comunicado ya utilizaban la palabra ‘muyahidines’ para referirse a los autores”, añadieron.
“Magnificar el ataque”
Lo que llamó la atención a estos expertos es que la información que ofrecía de los atentados era incorrecta. Hablaban de la Rambla y Cambrils como ataques sincronizados, cuando pasaron cerca de seis horas entre ambos, decía que el atropello en la Rambla había sido con un autobús, cuando en realidad era una furgoneta, y respecto de Cambrils hablaron de una furgoneta, cuando fue un coche.
La explicación de los expertos es que el DAESH comete estos errores porque se informa de lo ocurrido por las redes sociales al no poder comunicarse con los autores. “La organización lo que hace es magnificar el ataque para infundir terror”, explican.
Así, mezclan heridos con muertos “para mostrar que el ataque fue más letal” de lo que fue. La intención del DAESH fue hacer suyo el atentado y darle la mayor difusión posible porque ahí precisamente está una de sus armas, sembrar el pánico a través de las redes socales y medios.
La tercera comunicación que realizaron fue a través de un boletín informativo, el 22 de agosto de aquel año. Se incluyeron más mentiras, en el marco de su aparato propagandístico. En éste señalaba que tras el 17-A España había incrementado a cuatro el nivel de alerta terrorista cuando, según advirtieron los expertos, ya estaba en ese nivel antes de los atentados. “También hicieron hincapié en que el ataque se produjo como respuesta a que España forma parte de la coalición de países que luchan en Irak y Siria”. Según estos peritos, al DAESH le interesaba lanzar esta idea para crear más pánico.
El vídeo frustrado de Alcanar
Especialmente significativo para estos analistas fue la publicación en portada de los atentados en una revista al servicio del aparato propagandístico de la organización terrorista. “Sólo estos atentados junto a los de París tuvieron el desastroso honor de salir en la portada de esta revista”, advirtieron.
Las defensas de los acusados intentaron, con sus preguntas, desvincular a los autores de los atentados con el DAESH. Uno de sus argumentos era que la organización no tenía ningún vídeo para reivindicar los atentados ni tenía información sobre ellos. “Probablemente el vídeo que se iba a utilizar para preparar la reivindicación de los atentados fue el encontrado en el chalé de Alcanar, donde salían los miembros de la célula riendo se mientras preparaban los explosivos”, indicaron los peritos. Lo más seguro es que la precipitación de los atentados, tras la explosión de la casa, fu lo que impidió que se tuviera preparado el video.