“El eje Roma-Madrid ha sido clave para los fondos de la UE”
Sintonía en el Mediterráneo
Entrevista con Enzo Amendola, ministro italiano de Asuntos Europeos, que viaja a Palma para la cumbre bilateral entre España e Italia
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El ministro italiano de Asuntos Europeos, Enzo Amendola, tendrá un rol fundamental a la hora de elaborar el plan italiano para el reparto de los deseados fondos de recuperación de la UE. Hoy viaja junto al primer ministro, Giuseppe Conte, y otros ministros italianos de primera línea a Palma de Mallorca para asistir a la XIX cumbre bilateral entre España e Italia, donde pretenden reforzar con el Gobierno de Pedro Sánchez su alianza para defender sus intereses comunes en Bruselas.
Polonia y Hungría han bloqueado los fondos de recuperación. Usted ha hablado de frustración.
Quien ralentiza el proceso asume una seria responsabilidad política. El poder de veto es obsoleto para la UE y dañino para quién lo ejercita. O Europa, unida, se comporta como una superpotencia de derechos y valores o los estados en solitario perderán en la competición global. Pusimos la condicionalidad del Estado de derecho en el acuerdo del 21 de julio sobre el Next Generation EU y la confirmamos en el Parlamento en Bruselas. De este punto nosotros no retrocederemos. Debemos defender los valores fundacionales de la nueva Europa. Nuestros ciudadanos no entenderían ni tolerarían más retrasos sobre el Next Generation EU y sobre el presupuesto entre el 2021 y el 2027.
Italia y España son dos de los países que más necesitan estos fondos. ¿Confía en tenerlos el año que viene?
Confío en que la UE y, en particular, la presidencia alemana del Consejo sabrán encontrar una solución compartida para recibir los primeros fondos según el programa de tiempo de Bruselas. En cualquier caso, del refuerzo del eje Roma-Madrid se extraerán numerosos beneficios tanto económicos como en términos de relaciones con Bruselas, donde Italia y España sabrán representar bien la voz mediterránea de Europa. No nos olvidemos que nuestro juego en equipo, con la carta del 25 de marzo firmada por España e Italia, abrió la negociación que concluyó en julio con el acuerdo de financiar el Next Generation EU a través de bonos.
La gestión
“El primer ministro Giuseppe Conte guiará la sala de control en la implantación del plan de recuperación italiano”
¿Cómo serán gestionados estos fondos en Italia? ¿Qué departamento será el encargado de repartirlos?
El programa del plan de recuperación italiano se confiará a un órgano interministerial (Ciae) coordinado por el Ministerio de Asuntos Europeos y en el que se hallan también los representantes de las regiones y de los ayuntamientos italianos. Para su ejecución, en cambio, Italia prevé una gobernanza ad hoc. Estamos trabajando intensamente bajo la guía del primer ministro Giuseppe Conte. Hay muchos aspectos normativos a definir porque es una operación compleja desde el punto de vista normativo y trabajamos para presentarla en breve al Parlamento. Queremos dar prioridad a los instrumentos ejecutivos rápidos, también para derogar procedimientos burocráticos a menudo complejos.
¿Cuándo se conocerá la estructura de esta gobernanza? ¿Conte tendrá la última palabra sobre la realización del plan?
Conte preside el comité interministerial (Ciae) que se ocupa de la redacción del plan y obviamente guiará la sala de control político en la implantación del plan nacional de recuperación. Sobre la base del calendario de la Comisión Europea, estamos trabajando para que antes de finales de año nuestro Parlamento, con las actualizaciones con el grupo de trabajo de Bruselas, apruebe también las normas de institución de la futura gobernanza.
La Comisión Europea pide centrarse en digitalización y la transición verde, dos temas en los que en Italia hay mucho trabajo por hacer. ¿Cuáles serán sus prioridades?
Italia se concentrará en la difusión de la banda ancha en todo el territorio nacional, también allí donde hasta ahora no había llegado, y en la digitalización de la administración pública, para tener servicios a medida del ciudadano. Sobre la transición verde quiero recordar que ya en diciembre del 2019 la UE hizo una elección con el green deal. Se trata de una visión sobre cómo deberá ser la nueva Europa, no solo un compromiso sobre el papel. Para Italia significan 76.000 millones de inversiones para hacer nuestro sistema más competitivo a través de iniciativas verdes y economía circular. Queremos lograr el objetivo de la dispersión cero en la red hídrica, potenciar las energías renovables y reducir las emisiones contaminantes a través de un transporte público de nueva generación.
Italia todavía no ha decidido sobre el mecanismo europeo de estabilidad (MEDE). ¿Cuáles son los obstáculos?
Sobre el MEDE hay un debate político e ideas diferentes en el interior de la coalición y en la oposición. Soy un pragmático, pienso que se debe valorar el uso de un instrumento de deuda en base las necesidades nacionales y en el contexto en que se encuentra, sin excepciones. Sobre la cuestión, el Parlamento italiano tendrá la última palabra.
La cumbre entre España e Italia es un momento importante para relanzar las relaciones bilaterales tras años de enfriamiento.
El éxito del Foro de Diálogo Italia-España de Roma del 20 de octubre consintió confirmar y relanzar la cooperación entre Roma y Madrid sobre los temas europeos. La cumbre entre gobiernos llega en el momento adecuado. Los esfuerzos comunes y la sintonía entre nuestros países han sido fundamentales en la fase de construcción de la respuesta europea a la Covid-19, de la política fiscal europea al acuerdo de julio sobre el fondo de recuperación y a las reformas que nos esperan en los próximos meses, hasta a la conferencia sobre el futuro de Europa.
¿Cuáles son sus prioridades para esta cumbre?
La respuesta a la pandemia está en el centro de nuestros esfuerzos, pero no debemos olvidar la importancia de tener una visión estratégica en la respuesta a la crisis: el futuro de Europa, innovación, la doble transición verde y digital son algunos asuntos sobre los que la cooperación ítalo-española deberá ser reforzada y la cumbre es la ocasión adecuada para hacerlo.
Esta alianza entre España e Italia, con la ayuda de Francia y Alemania, ¿puede ser decisiva en la resolución del fondo de recuperación?
Creo que en Europa hay una amplia mayoría de países, más allá de los cuatro que ha mencionado, que está apoyando a la presidencia alemana para cerrar cuanto antes un acuerdo sobre el paquete de actuación del fondo de recuperación. Existe la base para un acuerdo y nos sentimos confiados. Los efectos de la segunda ola de la pandemia nos dicen que no hay tiempo que perder.
“El populismo europeo se resiente por la derrota de Trump, pero no nos debemos ilusionar sobre su desaparición”
Europa ha acogido muy bien la victoria de Biden. ¿Piensa que el populismo que representaba Trump agoniza también en el Viejo Continente?
El populismo europeo se resiente y se resentirá por la derrota de Trump, pero no nos debemos ilusionar sobre su desaparición. Los vientos del populismo soplan independientemente de los presidentes, por muy importante que sea la nación que representa. Es de la respuesta que sabrá dar Europa a las viejas y nuevas desigualdades de su territorio que depende la supervivencia del populismo, más que del presidente de Estados Unidos. Los movimientos demagógicos perderán su razón de ser si la UE sabrá afrontar unida la crisis, como ha demostrado con el acuerdo político sobre el Sure y sobre el Next Generation EU que por primera vez consiente hacer deuda común para reponerse de la crisis. Solo así podrá nacer la nueva Europa, aquella fuerza gentil en que el Estado de derecho y la protección de los más débiles son la regla, no la excepción.
La segunda ola de coronavirus llegó más tarde en Italia que en otros países europeos, pero ahora en su país la situación es verdaderamente crítica. ¿Qué errores se han hecho? ¿Comprometerán la recuperación económica?
En realidad Italia ha estado entre los países más golpeados y el modo en que hemos afrontado la pandemia ha sido apreciado por muchos, aunque no estuviéramos preparados ante un desafío tan grande. Nadie niega que se hayan cometido errores, pero nadie tenía las soluciones en el bolsillo. En la segunda ola hemos desarrollado la autonomía sobre los dispositivos médicos de protección y alentado sobre el sentido de responsabilidad de los ciudadanos. Hemos introducido un sistema de fases diferentes para las regiones en base a los datos científicos de la difusión de la pandemia. Y esto nos está permitiendo controlar la curva de contagios y tener bajo control la difusión del virus. Pero es evidente que el camino para salir de la Covid no será corto.