Loading...

Junts y ERC se abonan a una crisis crónica del Govern hasta las elecciones

Catalunya

Los socios se acusan de “deslealtad” en la gestión de la Covid antes de la enésima tregua

Pere Aragonès y Meritxell Budó recondujeron la enésima crisis interna del Govern en plena pandemia

Quique Garcia / EFE

Filtraciones, ultimátums, traiciones, propósito de enmienda… y vuelta a empezar. Así es una jornada del Govern. La competición entre ERC y Junts paralizó ayer durante unas horas el mecanismo oficioso de toma de decisiones para la gestión de la pandemia y con ello ahondó el malestar de los sectores más afectados por las restricciones que deben ir aliviándose a partir del lunes. La negociación del plan de obertura progresiva de actividades plantea cuatro tramos de actuación pero encalló en el punto de partida. El del acuerdo y la lealtad en el Consell Executiu. Después de horas de reproches, una reunión de Pere Aragonès y Meritxell Budó, en el Govern, y otro contacto de Sergi Sabrià y Albert Batet devolvieron las cosas a su sitio para que el Procicat apruebe hoy las medidas de obertura para los próximos quince días.

El documento se comenzó a trabajar durante el fin de semana con la participación Aragonès, Budó, y los consellers Alba Vergés, Miquel Sàmper, Josep Bargalló y Damià Calvet, además del secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon y el secretari general de Salut, Marc Ramentol. La negociación prosiguió el lunes por la noche con la incorporación de Ramon Tremosa y Ester Capella para que las delegaciones por partido fueran paritarias y prosiguieron el martes por la mañana. La filtración de la primera versión de uno de los documentos de trabajo puso “la negociación patas arriba” y tensó la reunión de la tarde, que se alargó hasta pasadas las 22 h sin que se avanzara en grandes acuerdos. Se trabajaba sobre los horarios y los aforos para la reapertura de la restauración y la cultura. Una nueva filtración de la reunión nocturna fue “el colmo” para ERC.

Las estrategias de los socios son antagónicas pero sus fontaneros trabajan para seguir gobernando juntos

El vicepresident abandonó la reunión telemática matutina indignado –la sesión parlamentaria también requería su presencia– y ERC se apresuró a denunciar las “deslealtades” de sus socios, a quien responsabilizan de las filtraciones con la vista puesta en la campaña electoral. Poco después de la salida de Aragonès se levantó la reunión del comité Covid, que estaba convocado de nuevo para la tarde. Tras el fiasco de las ayudas a los autónomos y la rebelión de los restauradores, Junts ha aumentado la presión sobre el vicepresident y se mueve para colocarse al lado de los sectores afectados. Hasta los que lamentaban al inicio de la legislatura haber cedido las grandes áreas de gestión pública a ERC –salud, educación y servicios sociales– ven ahora una virtud. El desgaste lo asume ERC y son los sectores los que alzan la voz contra los republicanos.

Mientras, los republicanos no quieren que la gestión de la pandemia lleve al traste sus posibilidades de victoria el 14-F, reafirmadas ayer por el CIS, aunque sea en intención directa de voto. La foto es “poco ­real”, pero se quedan con que la percepción de la gestión de Aragonès como president en funciones es mejor que la del Govern estos años.

A pesar del ruido, la crisis crónica en la que andan instalados ERC y Junts y el automatismo hasta las elecciones impide que la sangre llegue al río. En Junts calificaron la actitud de Aragonès de “infantil” y en ERC insistían en las “deslealtades” de sus socios. En el hemiciclo del Parlament, el conseller Sàmper hablaba de “debate intenso y diversidad” en el seno del Govern, ante la estupefacción de la oposición, y Sabrià avisaba que “el enfrentamiento sólo desgasta” al independentismo.

El órdago republicano de no volver a negociar duró a penas unas horas y se convirtió en lamento por la falta de acuerdos y la necesidad de volver a dialogar con los sectores afectados. A mediodía Aragonès y Budó se reunieron en el despacho del vicepresident y pactaron la enésima tregua. Se programaron reuniones sectoriales para compartir el proceso de reactivación progresiva con la presencia de los consellers del ramo. Aun así, hubo bajas, Tremosa presentaba su libro a media tarde mientras se desarrollaban esos contactos.

Aragonès amenazó con paralizar el comité Covid por las filtraciones de sus documentos de trabajo

Y pese a todo, a última hora se volvió a la mesa de negociación gubernamental, esta vez presencial. Aragonès, Budó, Vergés, Sàmper, Bargalló, Calvet, Tremosa y Capella, además de Argimon, Ramentol y el director de centros públicos de Educació, Josep González-Cambray. Aragonès, especialmente molesto por las filtraciones de medidas que no estaban consensuadas en el Govern, se reafirma en la importancia del criterio sanitario, aunque se deba tener en cuenta “la realidad económica”. Mientras, en Junts defienden una reapertura más laxa, sobre todo de las actividades al aire libre. Para Junts, la amenaza de ERC de paralizar las decisiones del comité Covid respondía a sus nervios y un “hipertacticismo”. Hasta Quim Torra llamó la atención al Govern y reclamó a Aragonès y Budó que trabajaran en equipo.

¿Y el futuro después de las elecciones? Lo de ayer es “un tema puntual…”. Los fontaneros de ERC y Junts no ven en el horizonte una fórmula alternativa de Govern a la coalición independentista.

¿Las disputas en el Govern entre ERC y JxCat les pueden pasar factura electoral el 14F?
Gracias por participar Tu voto ha sido contabilizado
86 4635
No
14 734
poll_amp.error.message