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El soberanismo y Ciudadanos se retan para el trámite de enmiendas

Congreso

Catalanes y vascos dan plácet a los presupuestos entre advertencias al Gobierno

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ayer en el Congreso

E. Parra. POOL / EP

¡Bienvenidos a tiempos interesantes! El diputado de EH Bildu Oskar Matute aludió ayer al adagio chino que sirvió de título a un libro del célebre filósofo Slavoj Zizek. Lo que no dijo Matute es que el proverbio, ojalá vivas tiempos interesantes, no expresa un deseo de ventura, sino una maldición. Serán tiempos interesantes, a juzgar por lo visto ayer en el Congreso, en una sesión en que el rechazo a las enmiendas a la totalidad a los presupuestos del Estado fue rotundo, 198 votos frente a 150.

Este indiscutible triunfo del Gobierno permite prever una exitosa aprobación definitiva de las cuentas de 2021 –y con ella, la longevidad de la legislatura– pero no despeja aún incógnitas principales sobre el rumbo político. Por eso, menudearon los rechazos recíprocos, un reto para el inminente trámite de enmiendas entre Cs y el bloque de la investidura, que de nuevo se vetaron sin vetarse.

Pablo Echenique (UP)

“Ciudadanos ha vuelto a Colón, al ‘a por ellos’, a por la inmersión lingüística”

Abrió el fuego el portavoz del grupo confederal de Unidas Podemos, En Comú Podem, Galicia en Común, Pablo Echenique, que dedicó una parte relevante de su discurso a dibujar patetismo en el esfuerzo de Ciudadanos por salir de la “batalla campal a tres de la plaza de Colón”, un esfuerzo inútil, a juicio de Echenique. El portavoz se burló de Arrimadas por tachar a PP y Vox de “oposición inútil, que grita mucho y no consigue nada”, cuando, “hasta este momento tampoco han conseguido nada, señora Arrimadas, nada”. Pero sobre todo la criticó por poner el lunes condiciones para negociar los presupuestos: “Decide buscar una línea roja imposible como excusa, ¿y cuál elige? Precisamente el ADN de Colón, el ¡a por ellos!: a por el exitoso modelo de inmersión lingüística, a por la escuela catalana, a por la guerra entre lenguas”. Echenique ironizó: “Estaba escrito que usted iba a volver a la foto de Colón, pero que iba a volver tan rápido y con los dos pies, sinceramente, yo no lo vi venir”.

La portavoz de Ciudadanos encajó el golpe y tiró también de ironía ante la presunta insignificancia de su formación. “Pues nos ha dedicado usted la mitad de su discurso”, dijo a Echenique. Mientras el exlíder naranja Albert Rivera, desde Zaragoza, se burlaba de la actitud negociadora de Cs, Arrimadas ni se inmutaba: “Me siento muy tranquila y muy fuerte, porque sé que estoy haciendo lo correcto”, dijo, señalando la responsabilidad de negociar con un Gobierno “que no me gusta” en una coyuntura como la que ha propiciado la pandemia.

Inés Arrimadas (Cs)

“Deben elegir entre la vía que se preocupa de las cosas de comer y la del separatismo”

Pero el mensaje central de Arrimadas ayer fue poner al Gobierno –en realidad, al PSOE– en una disyuntiva: pactar con su partido o con los separatistas. “Es la hora de la verdad”, dijo la líder de Cs, que conminó a Pedro Sánchez a elegir entre dos opciones, “la que se preocupa de las cosas de comer, de los autónomos, de las familias, o la vía del separatismo y de Bildu”. Y reprochó al Gobierno que, con la ley de Educación, “haya vuelto a vendernos por un puñado de votos”.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lidió con la oferta naranja desvinculándola de otras iniciativas, pero agradeció a Arrimadas su valentía. Eso sí, a la hora de negociar enmiendas, no habrá canje, solo “cosas que están en los presupuestos”, dijo.

Gabriel rufián (ERC)

“Si blanquean a Cs, no solo sacarán a ERC de la ecuación, también a Podemos”

El portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, confirmó el argumento principal de Arrimadas: su mutua incompatibilidad: “Todos aquí sabemos que ustedes intentarán pagar el precio más bajo posible para aprobar sus cuentas y sabemos del grado de desesperación de Ciudadanos; mala mezcla”, sopesó, porque “Ciudadanos no es que sea incompatible con ERC, es incompatible con la izquierda”. Rufián subrayó que la inclusión de Ciudadanos es una decisión histórica que atañe a Unidas Podemos: “Es una operación de Estado que no solo nos saca a nosotros de la ecuación durante años; a ustedes, también”, dijo dirigiendose a los morados. “Si ahora contribuyen a hacer pasar a Cs por una derecha moderada, útil y europea y se acerca a los números de hace dos años, a quién creen que va a escoger el PSOE, ¿a ustedes o a ellos?”.

El PNV y EH Bildu también escenificaron su guerra de posiciones en el Congreso, aunque el calendario electoral –cuatro años sin urnas en el horizonte–, les permitió hacerlo con bastante más sosiego que a las fuerzas catalanas. La diputada del PNV Idoia Sagastizabal solo criticó del proyecto presupuestario dos aspectos, su clara dependencia de unos fondos de reconstrucción cuyo despliegue está marcado por la “opacidad y la incertidumbre”, y dos subidas del IVA que considera improductivas en sus objetivos, medioambiental y sanitario, e inoportunas: el diésel y las bebidas azucaradas. Por lo demás, Sagastizabal, en un discurso de aroma democristiano, celebró que las cuentas sean tan expansivas y rectifiquen las políticas de austeridad, que trajeron “un aumento de las desigualdades y no consiguieron reactivar la economía”. Y tuvo palabras de reproche a PP, Vox y Ciudadanos, por criticar las propuestas fiscales del presupuesto y en general por postular, en contra del criterio del resto de países occidentales y de organismos como el FMI, mencionó, la política de gasto. “Resulta inexplicable, no se entiende, que algunos hoy pidan una reducción de gasto y también reducciones de impuestos, cuando, por otro lado, son los mismos que, junto con otros grupos en esta Cámara, solicitamos extender los ERTE, las ayudas a las pymes, a los autónomos, o al turismo”, dijo la diputada del grupo vasco.

Idoia Sagastizabal (PNV)

“Es el momento de gastar para paliar las consecuencias negativas de la Covid”

Oskar Matute, de EH Bildu, ironizó con la caída del caballo del PNV –sin mencionar expresamente a los jeltzales –, que aprobó los recortes y los presupuestos austeros del PP, pero dedicó el grueso de su discurso a anunciar la presión de su grupo para que esta rectificación de la ortodoxia neoliberal que ahora se emprende se afiance en un giro histórico. “Estos presupuestos no van de ganar un año, van de iniciar un camino”, describió.

La minuciosa sincronización de los discursos de Podemos, Esquerra y EH Bildu descartando a Ciudadanos –muy elocuente el silencio del PNV sobre esta cuestión– y el recíproco rechazo naranja revelan el juego solapado y el pulso que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han desplegado por debajo. Y da la razón al presagio de Matute: “Vienen tiempos interesantes”.