Arrufat se fue de la CUP con una denuncia interna por agresión sexual
Abusos
Los hechos “no fueron denunciados a la justicia ordinaria” en su momento y se trató todo desde dentro del partido
Quim Arrufat se marchó de la CUP en abril de 2019 con dos denuncias internas por casos de abusos sexuales, uno de ellos de una agresión, según publica este domingo el diario Ara. Por aquel entonces, Arrufat tenía pensado participar en las elecciones municipales, concretamente en la lista de Vilanova i la Geltrú. Ninguna de los dos casos fueron denunciados en la justicia ordinaria, sino que fueron tratados internamente por el partido.
La CUP confirmó posteriormente en un comunicado que el por entonces diputado en el Parlament dejo él partido cuando “se encontraba en medio de un proceso de gestión de agresiones machista” y mientras estan se gestionaban a través del protocolo de la formación, según dice el comunicado de la formación independentista.
El protocolo de la CUP establece que una repetición de este tipo de acusación, una vez analizada e investigada internamente, implica para el agresor su expulsión del partido, aunque Arrufat lo abandonó antes de que se hiciese efectiva una suspensión de militancia.
El segundo caso de abusos sexuales fue el detonante de que Arrufat dejara la CUP antes de que fuera expulsado siguiendo el protocolo del partido en estos casos
Según cita el mencionado diario, uno de los episodios tuvo lugar en 2014 y el otro durante sus últimos meses como miembro de la CUP. Fue este segundo el detonante para que marchara de la formación. No obstante, los hechos “no fueron denunciados a la justicia ordinaria”
Se trató todo “desde dentro del partido, a través de su comisión de abordaje de las agresiones machistas y siguiendo los protocolos que tiene la CUP para tratar estas situaciones”.
La formación asegura que su protocolo sobre agresiones implica confidencialidad, por lo que guarda “el anonimato de la persona agredida para evitar victimizarla doblemente”, y añade que la CUP apoyaría la decisión de toda agredida de emprender otras vías de denuncia.
”Asumimos y reconocemos que se dan casos de agresiones en el seno de la organización y que la CUP no es ajena al patriarcado”, afirma el partido, y recalca que por eso tiene un protocolo propio y una comisión que gestiona las denuncias.