El clan Villarejo: “tenemos las grabaciones entre Bárcenas y Rajoy hablando de toda la mierda”
Operación Kitchen
Aseguran que la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, metió en el Congreso aparatos para buscar micrófonos en el despacho del exlíder del PP
El clan del excomisario de Policía José Manuel Villarejo aseguraban que tenían pruebas de la vinculación del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy con la caja b del PP. “Tenemos todas las grabaciones entre Bárcenas y el puto Rajoy hablando de toda la mierda”, dicen Villarejo y varios de sus compinchen en una grabación que consta en el sumario del caso Kitchen al que ha tenido acceso La Vanguardia.
El análisis que hace la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, encargada de la investigación sobre un operativo parapolicial por el que se ordenó robar informar al extesorero del PP Luis Bárcenas que podría afectar a Rajoy, es que las grabaciones de las que habla Villarejo son precisamente las que guardaba Bárcenas contra el entonces presidente de su partido.
Pero además, en otra conversación señalan también a quien llegó a ser vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En varias conversaciones entre diversos comisarios de Policía, relatan cómo ésta, entre los años 2009 y 2010, les pidió que hicieran un barrido en el despacho de Rajoy en el Congreso de los Diputados cuando éste era líder de la oposición. “Soraya nos ayudó a nosotros a meter en el Congreso los equipos de rastreo”, sostiene Villarejo en una de las conversaciones.
Según su relato, fue Sáenz de Santamaría quien introdujo todo el material en el Parlamento para evitar los controles de seguridad. Supuestamente, les ofrecieron pagarles “en negro”. El encargo era revisar si había micrófonos en el despacho de Rajoy.
Respecto de la operación Kitchen, Villarejo reconoce que no sabe si el “asturiano”, en referencia a Rajoy, sabía de aquel operativo para robar información a Bárcenas, y que se produjo durante los años 2013 a 2015.
“Prisión” para el “Asturiano”
Son múltiples las conversaciones que mantiene Villarejo, en prisión desde noviembre de 2017 por presuntamente liderar una organización criminal dentro de la Policía, sobre sus trabajos extraoficiales para empresarios y partidos, principalmente para el PP. La labor de la Policía, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, y de la Fiscalía Anticorrupción es determinar si lo que dice tiene visos de credibilidad.
Según él mismo confesaba a sus allegados, entre el material que almacenaba había información que implicaría a varios dirigentes del Partido Popular “en hechos susceptibles de ser penados con pena de prisión” según sus propias manifestaciones (en particular, se refieren al ”Asturiano”, persona con capacidad para cesar de su puesto de trabajo a un comisario principal y del que el secretario de Estado de Seguridad depende), según dice literalmente en una conversación.